Beneficios de la lactancia materna y cómo amamantar a tu bebé
Los beneficios de la lactancia materna son muchos, empezando por el «recipiente» que usamos para «preparar» la leche, pero ¿sabes cómo amamantar a tu bebé? ¿Qué madre no se ha preocupado por su hijo cuando «no le come bien»? Todas, pero si en vez de rondar los 40 y tantos es un bebé, ¡todavía más!
La preocupación por la leche es común, a menudo surgen dudas sobre si se produce una cantidad adecuada, si es buena o si les alimenta lo suficiente, pues bien ahora sabemos que, salvo situaciones excepcionales, las madres producen la cantidad exacta de leche que necesitan sus bebés. Además uno de los beneficios de la lactancia materna es la composición de la leche, adecuada para las diferentes etapas de desarrollo del bebé, además sirve para prevenir la obesidad y tener un mayor coeficiente intelectual.
Fabricar leche
El estímulo más poderoso para fabricar leche es la succión del pezón. Si el bebé se engancha frecuentemente y succiona con una adecuada posición, la mama fabrica leche casi sin excepción. Cuanto más estímulo, más leche. Cuanto menos estímulo, menos leche. La naturaleza es sabia y las madres fabricamos la leche que necesitamos para amamantar a nuestro hijo. Por lo que debe quedar claro que la leche “no sube” sola, que de nada sirve alimentar a los bebés con biberones en espera de que tenga más leche y que si no hay estímulo (Succión del pezón por parte del bebé o del sacaleches), no hay leche.
Uno de los principales factores para llenar rápidamente la mama de leche es el vaciado de esta en la toma anterior. Por ello debemos insistir en el vaciado completo de la mama: nuestros bebés han de mamar de un pecho hasta el final, es decir, hasta notar el pecho blandito y vacío antes de ofrecerles el otro.
Cuando una madre cree que tiene poca leche o percibe que su hijo pasa hambre generalmente se debe a uno de los siguientes casos:
- La posición del niño o el agarre del pecho no es adecuado: Hay leche pero el niño no la extrae completamente por lo que la mama no se vacía al completo, dejamos de producir leche y existe riesgo de mastitis. Suele haber dolor al mamar o grietas. Es vital en estas circunstancias corregir el agarre y/o postura.
- Si el bebé apoya su cabeza en el codo de su madre, la madre se ve obligada a desplazar el pecho unos centímetros para que el bebé pueda agarrarlo. Aunque la succión sea potente, el bebé tirará del pezón y le será más difícil obtener la leche con cada succión. Suele haber dolor y grietas en la base de los pezones. La barriguita del bebé debe estar en contacto con la barriguita de la mamá y esta ha de estar cómoda, con la espalda apoyada y a ser posible con un cojín o almohada bajo su brazo para no suspender al bebé en el aire; al menos hasta que tengamos la suficiente práctica como para amamantarles sin problemas.
- Si el bebé no abre completamente la boca para abarcar con ella gran parte de la areola y el pezón o tiene un frenillo lingual corto, hará succiones poco eficaces con lo que estará mucho tiempo succionando, ya que obtiene solo la leche del principio y no se queda satisfecho. La madre se queja de dolor o grietas en la punta del pezón. Lo ideal es que alguien experto en lactancia (el pediatra, la matrona, la enfermera) evalúe la toma y ayude a corregir la postura, si ésta no es la adecuada.
- El bebé mama menos de 6-8 veces al día o se limita la duración de la toma. En estos casos, en los que el bebé no mama a demanda, le será difícil tomar toda la leche que necesita.
- Hay leche pero la madre no se nota la “subida» y duda de que tenga suficiente. Las primeras 48 horas de vida el bebé se alimenta del calostro de su madre, pero casi ninguna madre lo ve salir del pecho, incluso apretándoselo. No te preocupes, todas las madres tiene calostro. En estos primeros días póntelo lo más frecuentemente posible: el bebé estará más tranquilo y el estímulo de la lactancia será continuo.
Por otro lado, tras la subida, en la que producimos leche de forma exagerada, muy pocas madres notan que la leche sale a chorro o que mojan los empapadores y, sin embargo, la mayoría produce la leche que su bebé necesita.
A partir del tercer día, si el bebé mama de forma adecuada, más de 6-8 veces al día y hace 3 o más deposiciones al día, se puede decir que está alimentando correctamente. El mejor parámetro para saber si come lo suficiente o no, es el peso del bebé, si gana adecuadamente según los consejos de tu pediatra, no te preocupes.
- A medida que va creciendo, el niño tarda menos en hacer las tomas y extrae la leche más eficazmente. Como el cambio se produce bruscamente, muchas madres creen que no se alimenta adecuadamente o que deja el pecho tan pronto porque tienen menos leche. Si el niño está tranquilo y feliz y moja 4-5 pañales diarios, es que está tomando la leche que necesita.
- El bebé ha crecido bruscamente y necesita más leche. Ocasionalmente aparecen los «baches de lactancia» que son momentos en los que el bebé necesita más leche porque está dando un estirón. La solución es ponerlo más al pecho, para que aumente la producción de leche y se superará el bache sin dificultad.
Recomendaciones:
- Para amamantar a demanda, el bebé tiene que mamar siempre que quiera. Es conveniente ofrecerle el pecho cuando «busque», gruña o se chupe los dedos, sin esperar a que llore de hambre.
- El bebé se coge bien al pecho cuando abarca con la boca el pezón y un buen bocado de areola. De ese modo vacía bien el pecho.
- Es importante que mame todo el tiempo que quiera del mismo pecho, porque la leche del final tiene más grasa (más calorías). Si quiere más, se le puede ofrecer el otro pecho después.
- Si mama a menudo (mínimo 8 veces al día), la estimulación de la piel del pecho asegura el funcionamiento de las hormonas de la lactancia, especialmente durante las primeras semanas.
- Los bebés maman para alimentarse, pero también para consolarse y para sentirse protegidos y queridos. Si le ofreces el pecho a tu hijo siempre que lo desee, aunque no sea por hambre, no te equivocarás.
- Ten en cuenta que en climas muy calurosos a veces piden por sed, y harán una toma más corta.
- El pecho necesita el estímulo de la boca del bebé para fabricar leche. Debe evitarse el uso del chupete los primeros días pues puede confundir en la forma de cogerse al pecho. Puede resultar útil emplear un sacaleches para vaciar mejor los pechos y estimularlos a que fabriquen más leche.
- Si el bebé está contento, duerme tranquilo 1-2 horas seguidas y no parece enfermo, es que toma suficiente leche. Si moja menos de 4-5 pañales al día (con los pañales superabsorbentes es más difícil de valorar) o la orina es muy concentrada y el bebé está muy irritable y llorón es posible que esté tomando poca leche y sería conveniente consultar a tu pediatra.
- En definitiva, ante la duda: al pecho.
“Dale lo mejor de ti en el mejor de los envases, aprovéchate de los beneficios de la lactancia materna”
Lucía Galán Bertrand , Pediatra.
Hospital Vithas Internacional Medimar
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