La otitis del nadador, ¡evítala!
El único mal recuerdo que guardo de mis veranos en Benidorm es el pasarme varios días sentada al borde de la piscina sin poder bañarme porque el «simpático» pediatra me lo había prohibido.
Eso sí, con un algodón dentro de la oreja. Por cierto, ¿Alguien sabe de dónde viene esa costumbre del algodón? Yo no. No hay verano sin las consultas llenas de pequeños nadadores con dolor de oídos, sin niños en la salita de espera con la mano cubriendo su oreja. No, no lo hay… No hay verano sin otitis.
La otitis externa también conocida como otitis del nadador o de las piscinas, es una inflamación del conducto auditivo externo causada habitualmente por una infección.
Y ¿por qué en verano? Pues porque en esta época del año abren las piscinas, las playas se llenan de gente y miles de niños se pasan las horas “a remojo” como los garbanzos.
La inmensa mayoría de las otitis externas se producen en verano ya que su principal factor desencadenante es la humedad excesiva en el conducto auditivo (mantenida tras el baño en la piscina o en el mar), que favorece la proliferación de gérmenes. Aunque la calidad del agua es importante para la aparición de la otitis, es muy frecuente que las bacterias que se encuentran en el propio oído estén esperando a que se den las condiciones idóneas para favorecer la infección. En este caso, cualquier baño podría motivar la aparición de una otitis externa, aunque el agua se encuentre limpia.
La humedad favorece que la flora habitual del conducto auditivo provoque la infección
Otros factores que la propician son pequeños traumatismos (normalmente producidos por el uso de bastoncitos de limpieza o por algún rascado incorrecto), tener la piel muy seca (ezcemas, dermatitis, piel atópica) o la escasez de cera (cerumen).
Por todo ello no hay que obsesionarse con limpiarle a los niños los oídos. No insistáis, por favor. Los bastoncillos no deberían de existir. La cera es un factor protector para las otitis, una barrera natural. Nunca debemos utilizar bastoncillos, favorecen las infecciones y existe riesgo de dañar, incluso perforar, el tímpano. Ya sé que os irrita ver la cera salir pero no por ello hay que buscar petróleo con un bastoncillo. Basta con limpiarles por fuera con la puntita de una toalla.
El síntoma principal de las otitis es el dolor de oído, que puede ser muy intenso. No subestiméis a vuestros hijos cuando dicen que les duele un oído; si se quejan es porque les duele de verdad. El dolor se acentúa al tirar o incluso tocar el pabellón auricular. No hay periodo de incubación ni tampoco son contagiosas.
El tratamiento lo decidirá su pediatra, generalmente con analgésicos y gotas óticas suele ser suficiente, recalcando siempre a las familias, la necesidad de no sumergir la cabeza en el agua durante los días de tratamiento.
Las medidas preventivas contra las otitis son sencillas, aunque no eficaces al 100%.
– Limpiar y secar con la punta de una toalla el conducto auditivo tras cada baño, evitando así la humedad.
– Evitar, como ya hemos comentado, el uso de bastoncillos. Esta costumbre tan arraigada en la población, sólo consigue empujar el cerumen y compactarlo hacia el interior del oído, provocando tapones y haciendo aún más dificultosa su extracción. Hay que evitar cualquier instrumento que presione el cerumen y no usar utensilios punzantes, como las uñas, bolígrafos u horquillas, ya que todo ello puede causar heridas, perforaciones e, incluso, una infección que conduce a la dolorosa otitis.
– Respecto al uso de tapones existe aún bastante controversia al respecto. Diversos autores prefieren el gorro a los tapones ya que estos pueden irritar el conducto auditivo y favorecer las otitis; además los que tenéis hijos sabéis que son mal tolerados por los niños. Vamos, que les compramos los mejores tapones de la farmacia y les duran lo mismo que un caramelo a la puerta de un colegio.
– Y por último algunos autores recomiendan la aplicación de un preparado de Ácido acético al 2% en el conducto auditivo tras el baño ya que la acidificación de la piel del conducto auditivo puede ser beneficiosa para prevenir las otitis.
En cualquier caso, disfruta del verano en familia, tírate a lo bomba con tus hijos y si empiezan con dolor de oídos, no esperéis mucho… Al pediatra!
¡Feliz verano!
Dra. Lucía Galán Bertrand
Pediatra. Hospital Vithas Internacional Medimar
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