Navidad, salud visual y nuevas tecnologías
La Navidad está a la vuelta de la esquina y Papá Noel y los Reyes Magos están preparando su trineo y sus camellos para cargarlos de regalos. Es aquí cuando surge la eterna pregunta: ¿Qué juguetes escogerán? ¿Serán adecuados para nuestros hijos?
Esta pregunta es cada vez más difícil de contestar, hemos pasado de la clásica muñeca o el balón de fútbol a las modernas tecnologías que han irrumpido también en el mundo de los más pequeños y cada vez a edades más tempranas.
Tradicionalmente en los almacenes de juguetes de los Reyes o de Papá Noel, tenían unas normas muy sencillas para diseñar los juguetes, debían vigilar que no tuvieran puntas afiladas que pudieran dañarnos, que las pistolas no lanzaran proyectiles que pudieran causar algún problema en los ojos, o que las piezas no fueran tan pequeñas como para ser accidentalmente tragadas por los niños a los que iban destinados. A pesar de ello, lamentablemente siempre durante esos días mágicos, algún niño sufría algún percance con los juguetes que no se podía evitar; ¿quién no se ha caído de la bicicleta, del monopatín, o se ha pillado algún dedito con el juguete?.
Ahora tanto Papa Noel como los Reyes Magos se dejan aconsejar por los controles que siguen los diseñadores de juguetes para garantizar que reúnen las condiciones de seguridad y calidad adecuadas a la edad de cada niño, pues todos hemos querido ser mas mayores de lo que éramos y pedíamos juguetes no aptos para nuestra edad, pero ellos ya lo tienen en consideración y decidían nuestros regalos, a pesar de algún que otro berrinche que con el tiempo hemos llegado a comprender y a agradecer.
Pero hoy en día su tarea es algo más complicada, pues no solo deben tener en cuenta estos detalles ya comentados y que se han mantenido a lo largo de los tiempos, sino que el siglo XXI ha venido de la mano de una nueva tecnología que a veces hace que deban consultar a los especialistas en oftalmología infantil para conocer la idoneidad de esos juguetes.
Salud visual y 3D
Así nos encontramos con un tipo de juguetes como videojuegos, consolas, o incluso televisores con sistemas de pantallas en 3D, o lo que se llama visión en 3 dimensiones. En ocasiones nos encontramos que tras jugar con ellos, no observamos diferencias en su manejo y no valoramos el sistema de visualización en 3 dimensiones, con la consiguiente desilusión. Ello es debido a que para poder visualizar correctamente estos sistemas, necesitamos tener una buena visión en ambos ojos y además no tener ninguna desviación ocular (estrabismo). En aquellas personas que tienen o han tenido (aunque hayan sido operadas) un estrabismo, no es posible que visualicen los sistemas de 3D, por lo que su manejo es inútil y es mejor que los Reyes Magos dejen estos regalos para otros niños que puedan utilizarlos, pudiendo por el contrario utilizar sin problemas todos los sistemas de videojuegos convencionales sin los sistemas de 3D, por lo que ello no implica ninguna limitación a su empleo. Otra alternativa a ello cuando algunos hermanitos pueden visualizarlos y otros no, es pedir dispositivos donde el sistema 3D pueda desconectarse y convertirse en el clásico sistema bidimensional, con lo que así podrán utilizarlo todos los hermanos según sus posibilidades. A pesar de ello, siempre puede ocurrir que nos percatemos de dichas dificultades tras el manejo de estos dispositivos, manifestándose en forma de dolores de cabeza, visión doble, pérdida de la visión de 3D, etc…; tranquilos, esos dispositivos no están creando problemas, solo están poniendo de manifiesto algo que desconocíamos y que permanecía más o menos latente y que deberemos comentar a nuestro oftalmólogo infantil o estrabólogo.
En relación con esto, hay niños que se encuentran en tratamiento por “ojo vago” con parches u otros sistemas y a veces surge la cuestión de si los videojuegos o consolas son adecuados para ellos. Recordemos que tradicionalmente lo que nos aconsejaban para recuperar un ojo vago era que cuando tuviésemos el parche, pintásemos, leyésemos, o hiciésemos tareas para forzar la vista y así desarrollarla en el ojo que le costaba hacerlos. Por ello que actualmente en lugar de las pinturas utilicemos los videojuegos para forzar la vista, es algo que puede ser útil y no perjudicial (evidentemente con un tiempo de manejo adecuado y con sentido común). Que un niño con el parche utilice los videojuegos es algo que le va a servir para desarrollar la visión más rápidamente, pues le está obligando a ejercitarla, por lo que no será perjudicial, independientemente del tipo de videojuegos que empleemos.
¿Perjudican los dispositivos modernos la salud visual?
Pero no solo los regalos de los niños son particulares, sino que también los regalos de los padres requieren algunos comentarios adecuados a los tiempos actuales; Así, las modernas tabletas o lectores electrónicos a veces manifiestan problemas de cefaleas, cansancio ocular, visión borrosa, etc… El diseño de los modernos dispositivos electrónicos ya han considerado estos problemas y disponen de excelentes calidades de iluminación, contraste, aumento de tamaño de letra, etc… que hacen que sean una tecnología adecuada para su manejo y que no ocasionen problemas distintos a los que puede dar la lectura de un libro e incluso algunos de esos problemas se vean resueltos, pues mientras el tamaño de la letra del libro no podemos cambiarla, sí que lo podemos hacer con los modernos lectores o tabletas, con lo que muchas veces la “vista cansada” se demora en el tiempo aparentemente al utilizar tamaño de letras mayores. El resto de “problemillas” de lagrimeo, picor de ojos, etc… son los mismos que ocurren cuando leemos mucho tiempo y deberemos solucionarlos con condiciones de salud ocular, como buena iluminación, descansar tras largos periodos o en ocasiones con algunas lágrimas artificiales. Por todo ello, estos dispositivos también son regalos que Papá Noel y los Reyes Magos ya conocen y tienen en sus sacos para distribuir.
Tal vez debiéramos decir que siguen existiendo los mismos problemas de antaño a la hora de elegir los regalos más adecuados para evitarnos problemas, pues muchas veces las ilusiones de un niño no van acordes con la seguridad, pero si antes de pedir nuestros regalos, nos aseguramos que tengan los controles adecuados y sean aptos para nuestra edad, el resto de situaciones particulares, podremos comentarlas con nuestro oftalmólogo pediátrico en el caso de que nuestro hijo siga o haya seguido algún tipo de tratamiento, especialmente los relacionados con el ojo vago o la desviación de los ojos, para evitar desilusiones.
Hagamos que las Navidades sean unos días de felicidad como todos recordamos desde nuestra infancia y no olvidemos que hay muchos niños en el mundo y Papá Noel y los Reyes Magos deben distribuir regalos a todos, por lo que un cochecito, una muñeca, un libro, también pueden ser unos valiosos regalos cuando van envueltos en el cariño y amor de la familia.
Les deseo unas Felices Navidades a todos.