Por qué no deberías tomar azúcar. Parte I

El azúcar, tan habitual siempre en nuestra dieta, tiene cada vez más detractores entre médicos, nutricionistas y dietistas. Autoridades sanitarias de varios países están demonizándolo, e incluso Reino Unido, India y Australia, entre otros, están valorando impuestos especiales para las bebidas azucaradas y los refrescos.

Muchos expertos independientes de las industrias alimentarias llevan tiempo haciendo una gran labor de concienciación y la OMS les dio por fin la razón cuando en marzo de 2015 publicó sus recomendaciones sobre la ingesta de azúcar tanto para niños como para adultos.

¿Qué azúcares debemos tomar y cuáles no?

Empecemos por el principio, muchos alimentos llevan azúcares de manera natural, por ejemplo las frutas, verduras y la leche, pero no nos referimos a estos, sino a los azúcares libres, que incluyen, según la OMS, tanto la sacarosa (el azúcar refinado) como la glucosa y la fructosa. Hablamos por tanto de tres formas no recomendables de ingerir azúcares: aquellos que los fabricantes añaden a los alimentos procesados, como la bollería, los zumos o los refrescos; el azúcar que nosotros mismos añadimos al café, infusiones o preparando en casa un postre y, muy importante, los azúcares que están en la miel, los zumos de fruta o siropes naturales. Por supuesto un zumo natural sin azúcar añadido, siempre será más sano que un zumo industrial, pero de ninguna manera sustituye a la ingestión de las piezas de fruta enteras.

Por tanto, a no ser que por razones médicas se nos indique lo contrario, las frutas, verduras y hortalizas deben ser la base de nuestra alimentación diaria, independientemente de los azúcares que puedan contener, al igual que las legumbres, los cereales (de grano entero) y el resto de alimentos que por sí mismos llevan carbohidratos (y en muchos casos por tanto azúcares) y son más que saludables.

¿Por qué es tan nocivo el azúcar?

El azúcar es una enorme fuente de calorías tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo, pero el problema es que, si bien necesitamos calorías para vivir, no todas las calorías son iguales, y las del azúcar son lo que se denomina calorías vacías, ya que no aportan vitaminas, minerales ni fibra.

La ingestión de productos con estos azúcares está directamente relacionada con el sobrepeso, ya que proporcionan en muy poco tiempo mucha energía que si no se consume se acumula en forma de grasa.  Además suponen un sobreesfuerzo para el páncreas, que debe producir mucha insulina de golpe al elevarse la glucosa en sangre repentinamente y si esto sucede de forma habitual, puede desarrollarse diabetes tipo 2. Sin olvidar los problemas dentales y el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares que llevan asociados.

Pero no sólo esto, el consumo habitual de estos productos reemplaza el consumo de alimentos saludables. Si tenemos hambre y nos tomamos unos bollos del supermercado y un batido a media mañana, por ejemplo, estamos dejando de tomar una o dos piezas de fruta que nuestro cuerpo agradecería mucho más.

¿Qué  ingesta de azúcares libres es recomendable?

La OMS recomienda que el azúcar en la dieta, tanto de niños como de adultos, debe suponer menos del 10% de las calorías diarias, pero que el consumo debería reducirse al 5% “para proporcionar beneficios adicionales para la salud”, lo que en un adulto de índice de masa corporal normal equivale a unos 25 g al día (unas seis cucharaditas de café).

Siendo prácticos, si ya hemos visto que el azúcar añadido no nos proporciona más que calorías vacías y nada saludable para el cuerpo, si puede ser aún menos, mejor. La glucosa que necesita vuestro organismo para funcionar la puede obtener de forma fácil siguiendo una dieta equilibrada y rica en fruta, verdura, cereales enteros, etc.

En la segunda parte de «Por qué no deberías tomar azúcar», respondemos a las siguientes cuestiones: ¿Cómo saber el azúcar que consumimos?¿Qué pasa si dejas de tomar azúcar? ¡No te lo pierdas! 

Elena Compte