¿ 4 razones por las que debemos vacunarnos de COVID-19?
4 razones por las que debemos vacunarnos de COVID-19
Por el Dr. Juan Carlos Padilla Estrada.
Médico Neumólogo. Hospital Vithas Medimar Alicante
Este es un artículo pensado para ti, apreciado lector, interesado en tu salud y en la de toda la humanidad.
Pretendo sintetizarte en muy pocas líneas de evidencia científica de que disponemos hasta la actualidad y que, sin ningún lugar a dudas, aconseja la vacunación contra el coronavirus.
¡ 4 razones por las que debemos vacunarnos de COVID-19 !
1. Porque la infección por COVID-19 es extremadamente contagiosa y aunque su letalidad no se puede considerar elevada, ya que está entre el 1 y el 2 %, afecta intensamente a personas con factores de riesgo. Y esto es especialmente grave en pacientes mayores, en los que la mortalidad puede llegar hasta el 55 %.
2. Porque es una enfermedad que de momento no tiene tratamiento específico, más allá que las medidas de prevención y ciertos medicamentos que minimizan las consecuencias de la viriasis sobre algunos órganos del cuerpo.
3. Porque la pandemia está originando una catástrofe económica y social que amenaza con un deterioro muy severo y permanente de nuestro estilo de vida.
4. Y porque, en un alarde sin precedentes en la historia de la humanidad, hemos conseguido en un plazo de meses sintetizar varios fármacos que se han mostrado eficaces y seguros para la prevención de la enfermedad: las vacunas.
En estos momentos hay tres vacunas aceptadas por las autoridades sanitarias, que han superado todas las etapas de desarrollo preclínico con exhaustivos análisis y estudios supervisados.
En test realizados sobre más de 40.000 personas no se han encontrado efectos adversos significativos, más allá de mínimo enrojecimiento en el lugar de la inyección y leve afectación del estado general.
Las sospechas de prisas y premuras en su desarrollo se pueden descartar si consideramos la ingente cantidad de talento humano, recursos económicos e interés administrativo que habido en su desarrollo. Nunca en la historia de la humanidad unos medicamentos han sido tan deseados y tan perseguidos. Y probablemente tampoco ninguno haya estado tan testado, de manera que podemos asegurar a día de hoy que son absolutamente seguros.
Las vacunas introducen en el cuerpo humano un pequeño fragmento de RNA, una molécula que induce a nuestro organismo a formar parte del virus COVID, para que se genere en nuestras células inmunitarias un mecanismo defensivo similar al que produciría la infección activa. Se trata de un procedimiento bien establecido, conocido desde hace más de una década y utilizado en otras vacunas previas.
Y si analizamos todos los estudios publicados, que son muchos y bien diseñados, encontraremos que su eficacia es muy elevada, en torno al 95 %, y sus riesgos muy reducidos, no habiéndose encontrado reacciones adversas graves en una población de decenas de miles de pacientes.
Desde el punto de vista social es imprescindible que consigamos la llamada inmunidad de rebaño, algo que solo alcanzaremos con tasas de inmunidad de la población superiores al 70 %, lo que se puede conseguir de dos maneras: Padeciendo de manera general la enfermedad, con un correlato de muertes insoportable, o vacunándonos la mayor parte de la Humanidad.
Es por tanto, responsabilidad de todos el adquirir esa inmunidad que ya está disponible. Sería un verdadero disparate despreciar este logro de la medicina del siglo XXI y dejar que el virus siguiera avanzando, cobrándose vidas y destruyendo el estilo de vida que tanto nos ha costado conseguir.