5 claves para que tu hijo coma bien

Si tienes hijos sabrás que su alimentación supone uno de los mayores motivos de estrés en relación con la crianza. Bien sea porque estás preocupada por si lo estarás haciendo bien, por la gran cantidad de dudas que tienes o por la confusión al recibir tanta información contradictoria. A pesar de ello, lo que más ansiedad te genera son las discusiones diarias que se producen al sentaros a la mesa para que tus hijos coman de todo y se acaben lo que tienen en el plato.

Las reacciones más habituales ante esta situación son: distraerlos con dispositivos electrónicos mientras les das de comer, sobornarles con premios si se lo terminan todo, castigarlos si no se lo acaban o incluso algunos fuerzan a sus hijos a comer algo que no quieren, cucharada tras cucharada, hasta no dejar nada en el plato. La ciencia nos ha demostrado sobradamente que todas estas estrategias son contraproducentes y muy poco efectivas, ya que solo hace que aumente la aversión de los niños hacia esos alimentos, rechazándolos con más fuerza si cabe.

A continuación, te ofrezco 5 estrategias que sí se ha probado que son efectivas para que tus hijos coman bien.

Adiós al estrés en cada comida:

1. Deja que sean ellos quienes elijan qué comer, pero solo entre una selección de productos saludables. Si eligen ellos, comerán más a gusto y sin tener que discutir continuamente. Eso quiere decir que deberían desaparecer de casa todos aquellos productos que no quieras que elijan: galletas, bollería, batidos, refrescos, snacks…

2. Sentaros a comer todos juntos siempre que sea posible, dando ejemplo de cómo debería ser una alimentación saludable. Esta estrategia no es muy efectiva a corto plazo, pero sí hará que los niños puedan adquirir unos buenos hábitos para el resto de su vida.

Verduras y cantidades

3. Intenta que haya siempre verduras presentes en la mesa. De esta forma les enviarás el mensaje de que las verduras son una parte importante de la dieta y que no pueden faltar. Invítales a que las prueben, aunque sean en porciones muy pequeñas, de esa forma se irán acostumbrando a su sabor y textura.

4. Que se sirvan ellos la cantidad de comida que quieran comer, ya que de esa forma la ajustarán a su apetito. A pesar de ello, es posible que sigan dejando la mitad de esa cantidad en el plato, pero nadie mejor que ellos sabe cuánto es suficiente.

5. Y lo más importante, ten mucha paciencia. Sé que resultará complicado a veces seguir estos consejos, pero lo importante es que disfrutéis juntos de un momento especial en el que conversar.

Si llevas a cabo estas estrategias, verás como el estrés que siempre existe en torno a la mesa disminuye en gran medida. Además, tendrás la tranquilidad de que tus hijos están comiendo de forma mucho más saludable.

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Pablo Vidal

Nutricionista infantil

Artículo publicado en el nº 53 de Más Que Salud.