5 claves para entender a la Generación Z
Hace unos años se hablaba de los Millennials , aquellos adolescentes nacidos entre el 1980 y el año 2000 a los que se les consideró como la generación del cambio, pero, ¿qué se sabe de la generación que le sigue?
La Generación Z es un grupo surgido en pleno auge digital, con estructuras sociales, educativas y económicas adaptadas a un mundo en constante evolución.Estos jóvenes ,nacidos entre 1994 y 2009, son ahora los encargados de cambiar los modelos tradicionales.
Deanna Marie Mason, profesional de la salud especializada en pediatría, con una visión especial del mundo de los adolescentes nos da cinco claves para abordar con más perspectiva los intereses de la Generación Z.
Comprender algunos de sus costumbres, por las que pueden llegar a crearse conflictos, ayudará a los padres a mejorar su relación con ellos.
Generación Z: claves
– Forma de comunicación. Las redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea han hecho que los jóvenes Z se acostumbren a mantener conversaciones con su círculo cercano, pero con la distancia como escudo. Este hábito puede hacer que los niños se muestren más tímidos de lo habitual ante grupos amplios, por lo que los padres deben animarles a interactuar, al menos en el ámbito familiar. Es importante dejarles expresarse de manera libre para conseguir que no se sientan juzgados.
– Información sin filtros. Este acceso a las nuevas tecnologías ha hecho precisamente, que esta generación tenga un acceso ilimitado a todo tipo de información, en ocasiones incluso no apropiada para su edad. Es por este motivo por el que los adultos deben transmitirles la responsabilidad suficiente para discernir aquellas fuentes a las que deberían tener acceso y las que no. Hacerles conocedores de los peligros que entraña la red ayudará a que se muestren más cautos tanto en cuanto a los contenidos consumidos como en relación a los datos o información que comparten con terceros.
– Vínculo multicultural. Las estructuras sociales han cambiado, la inmigración está a la orden del día, y los cambios tanto de residencia como de personas de otros entornos también es una norma en la actualidad. Estos jóvenes han aprendido a tratar con personas de otros países, con otras costumbres e ideas, y los padres deben aprender también a comprender esta novedad. Mostrarse cerrado a nuevas amistades o a relacionarse con gente nueva no ayudará al desarrollo social de los niños, empeorando además la relación con ellos.
– Vocación frente a practicidad. Los cambios que les ha tocado vivir han convertido a la Generación Z en un grupo acostumbrado a las novedades, y este aspecto se extrapola también en su interés profesional. Incluso los más jóvenes tienen en mente que su futuro empleo no será totalmente estable ni se sentirán vinculados en exclusiva a un sector o empresa. Estudian más por vocación o gustos que por el factor económico (clara diferencia respecto a otras generaciones previas), y en este punto los padres deben ser partícipes también de su decisión, por lo que el diálogo en torno a estas decisiones será clave para centrar su atención y ayudarles en la definición de su futuro.
– Sentido de la propiedad. Los años que les ha tocado vivir no solo han repercutido en el desarrollo tecnológico, sino que estos jóvenes han sido testigos directos de la crisis económica, viendo cómo sus padres han tenido que cambiar algunos de sus hábitos.
Esta situación les ha convertido en personas con poco apego a las posesiones materiales (más allá de pequeños objetos tecnológicos), y más preocupación por las actividades relacionadas con la economía colaborativa, ya sea el compartir coche o las aplicaciones de compra y venta de bienes de segunda mano.
Si prestamos atención a estos factores sociales, seremos capaces de comprender en mayor medida a nuestros hijos, entendiendo su rol en la sociedad y adaptando nuestras pautas educativas a los ritmos imperantes.