6 consejos para mantener unos huesos sanos y fuertes
¿Quieres tener unos huesos sanos y fuertes? Un estilo de vida activo y saludable mejorará tu estado físico y psicológico, además de prevenir la aparición de enfermedades óseas y musculares.
Si tienes 30 años o más, toma nota de los siguientes consejos, ¡mantendrás la salud de tus huesos durante más tiempo!
6 consejos para mantener unos huesos sanos y fuertes
Según la Fundación Internacional de la Artrosis, alrededor de 300 millones de personas en el mundo sufren las consecuencias de una mala salud osteoarticular.
Es la estructura ósea la que nos da soporte y nos permite movernos, además de proteger de lesiones a los principales órganos (cerebro, pulmones, corazón, etc).
Desde Vanir, marca especializada en complementos alimenticios, y expertos en el deterioro de los huesos y las articulaciones, nos desvelan algunos consejos para que se mantengan fuertes durante todas las etapas de la vida.
1. Ejercicios de fuerza
Contribuyen a mantener la densidad ósea y a prevenir enfermedades como la osteoporosis. Si dedicamos 30 minutos de entrenamiento periódico de trabajo de fuerza, ya sea con pesas, en máquinas o con una rutina funcional, podemos conseguir que los músculos ejerzan tensión sobre los huesos, aumentando así su masa y densidad y haciéndolos más resistentes.
2. Yoga, tai chi o pilates
Este tipo de ejercicios también pueden ser rcomendables,ya que tienen un bajo impacto e implican una carga moderada.Sé consciente de tus necesidades de calcio y toma alimentos ricos en este mineral. Las necesidades varían mucho en las etapas tempranas de vida, desde los 200 mg/día en bebés a los 800 mg/día a los 5 años. Es a partir de entonces cuando se estabiliza, con 1.300 mg/día desde los 6 a los 24 años. En adultos sería sobre los 1.000 mg/día y a partir de los 70 años, 1.200 mg/día. Aunque los lácteos como la leche o el queso fresco pueden ser una gran fuente de calcio, hay opciones alternativas como los cereales o los frutos secos, especialmente las almendras o las avellanas.
3. Vitamina D
Una de las funciones claves de la vitamina D es la de regular el paso de calcio hacia los huesos, lo que incrementa su absorción. Tiene un papel fundamental especialmente en etapas tempranas, cuando los huesos se están desarrollando, ya que puede prevenir malformaciones como el raquitismo. Una buena fuente de vitamina D es el pescado azul, entre los que se encuentran las sardinas, las anchoas, el salmón, el atún o el arenque.
4. Complementos alimenticios
Aunque nuestra alimentación sea saludable es difícil conseguir los suficientes nutrientes para el correcto mantenimiento de las articulaciones. Es recomendable incluir un complemento que pueda ayudar a prevenir el desgaste articular y óseo a través de elementos como el colágeno, el ácido hialurónico, o el condroitin sulfato, que nutren el cartílago articular y contribuyen además a disminuir el dolor en caso de padecer una lesión.
5. Hábitos tóxicos
Especialmente el tabaco y el alcohol, ya que se asocian a un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis. También es recomendable evitar una dieta excesiva en proteínas y sal, puesto que contribuyen a la desmineralización ósea.
6. Medicación
El uso a largo plazo de corticoesteroides como la prednisona o la cortisona pueden dañar el hueso. Es muy importante tenerlo en cuenta y especialmente en edades avanzadas, cuando hay más riesgo de caídas.
Como ves, retrasar los estragos de la edad está en tu mano, y recuerda, ¡a partir de los 30 los huesos empiezan a deteriorarse!
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