Alicante: el bodegón Mediterráneo
El pasado mes actué como moderador en una mesa sobre la Dieta Mediterránea en la que también intervenían Ramón Estruch Boneu del Hospital Clinic Barcelona, y un auténtico especialista en dicha dieta; el actual presidente de la Academia Valenciana de Gastronomía, Manuel Rodríguez Murcia; la chef y estrella Michelin, María José San Román; y Paco Torreblanca, reconocido como uno de los mejores y más innovadores pasteleros del mundo.
Éramos un poco el colofón práctico a una serie de tesis y estudios expuestos anteriormente por especialistas en diferentes materias y provenientes de distintos países, reunidos en el Congreso celebrado en la Casa del Mediterráneo, bajo el enunciado: “Dieta Mediterránea, una visión multidisciplinar en el siglo XXI”.
A la espera que se editen las conclusiones de simposio harto interesante, la reflexión de este escritor y periodista gastronómico, no pudo ser otra que todo aquello, planteamientos y discusiones científicas incluidas, resultaron, en teoría/as muy enriquecedoras para los asistentes e interlocutores de los ponentes. Pero inmediatamente se nos planteó la obviedad del consecuente: ¿Y ahora qué?
En la declaración de intenciones institucionales, desde la inicial Generalitat Valenciana, pasando por la Diputación de Alicante (y ahora parece que también entrará el Ayuntamiento de la ciudad), pasando por la diplomática Casa del Mediterráneo, y llegando a la empresarial Cámara de Comercio, todos certificaron la posibilidad de situar Alicante como nuevo epicentro para la difusión, investigaciones y futuros encuentros internacionales de la más conocida que practicada “Dieta Mediterránea”, que allá por mediados del pasado siglo redescubriera el fisiólogo americano Ancel Keys, también conocido como “Mr. Cholesterol”. Al menos ya tenemos declaración de intenciones.
Alicante referente mundial
El recetario de la cocina tradicional alicantina, tanto en sus bien diferenciadas zonas geográficas e inclusive lingüístico-históricas, es compendio de productos (biótica) indispensables para mantener tan recomendable régimen alimenticio y alimentario. El clima y el agua aprovechada hasta la última gota (esperando los tan inexcusables futuros trasvases), nos proporcionan las mejores producciones hortofrutícolas de Europa, que aún podrían ir a mayores exportaciones con un nuevo Plan Hidrológico Nacional. Indudablemente tampoco podemos olvidar otro de los componentes indispensables en la pirámide de dicha dieta como es el pescado. Baste el apunte demostrativo de la lonja de Santa Pola, cuya flota pesquera es la más importante del litoral Mediterráneo español, sin relegar a Torrevieja, Denia, La Vila etc.
Pero, y, además, esta provincia también fue pionera y hoy máxima productora de dos frutas capaces de elevar los niveles de excelencia cardiovascular y anticancerígenos que ya de por sí se dan en la “Dieta Mediterránea”: la uva de mesa y la granada mollar, cuyas cualidades en polifenoles como antioxidantes (resveratrol), ya se han testado científicamente en tan prestigiosas universidades como Harvard o Barcelona.
Turismo Gastronómico
Con estos maravillosos mimbres y el bodegón de productos autóctonos que los adorna (denominaciones de origen, olivares con buen número de variedades ancestrales, cultivo de primor…), Alicante tiene la necesidad, y yo diría que obligatoriedad, de convertirse en referente mundial de una dieta, ya anunciada por Hipócrates y refrendada hace 70 años por la fundación Rockefeller, que bien puede complementarse con el Turismo de Salud y el, cada vez más solicitado Turismo Gastronómico, pues si lo dicho anteriormente no bastara, añadamos que esta provincia detenta la incuestionable e impresionante cifra de 31 estrellas Michelin y 44 soles Repsol. ¿Quién da más? Ahora solo falta el respaldo institucional, el impulso académico entre las dos universidades alicantinas y los CDTs provinciales, y el convencimiento de nuestros restauradores para poner su talento y encomienda al servicio de una dieta que es Patrimonio de la Humanidad.
Profesor y Crítico Gastronómico
Artículo publicado en el nº 46 de Más Que Salud, puedes consultarlo en el siguiente enlace.