Apnea del sueño: tipos y factores de riesgo
El llamado «ronquido malo» puede delatar un problema de apnea.
La apnea del sueño o síndrome de apnea obstructiva del sueño (OSA en inglés) es un trastorno crónico que causa en la persona que lo padece breves parones en su respiración mientras duerme.
¿Sabrías cómo reconocer la apnea del sueño? ¿Cuántas pausas son «normales»?
Los parones pueden tener una duración que oscila entre unos segundos y varios minutos. En ocasiones estas interrupciones pueden ocurrir hasta más de 30 veces en una hora. Dependiendo de cuántas veces aparezcan las pausas podrán clasificarse en tres grados.
-Trastorno leve: entre 10 y 20 veces por hora
-Trastorno moderado: entre 20 y 30 veces por hora
-Severo: más de 30 veces por hora
Cuando la persona vuelve de esas ‘pausas’, habitualmente lo hace con fuertes ronquidos o sonidos similares al de una persona ahogándose o atragantándose. La apnea afecta a la calidad del sueño, ya que al pasar de un sueño profundo a otro más ligero, cuando se producen estas pausas, el descanso se ve alterado.
Tipos de apnea del sueño
Existen tres tipos:
-La más corriente es la apnea obstructiva del sueño, típica de personas con sobrepeso, aunque puede sufrirla cualquiera. Durante este tipo de apnea las vías respiratorias se obstruyen, haciendo que el flujo de aire al pasar por esta zona cause fuertes ronquidos. En ocasiones la persona se despierta ‘de repente’ sin saber muy bien por qué.
-La menos frecuente es la apnea central del sueño. El cerebro ‘corta’ la conexión con los músculos que controlan la respiración y no envía señales para que estos funcionen. Podría decirse que la persona no realiza esfuerzo alguno por respirar durante períodos breves. En este caso, la persona también se puede despertar por falta de oxígeno en sangre, y es más normal que el enfermo recuerde que se despertó. La apnea central del sueño puede manifestarse en cualquier persona. Sin embargo, es más corriente en quienes sufren ciertas enfermedades. En este tipo de apnea generalmente no se producen ronquidos y puede ocurrir sola o con la forma obstructiva.
-Apnea mixta. Denominamos apnea del sueño mixta a los casos que empiezan como una apnea central y con el paso del tiempo acaba teniendo un componente obstructivo.
Factores de riesgo
-Sobrepeso y obesidad: cuanta más grasa se acumule en la zona del cuello peor, habrá una mayor posibilidad de que las vías respiratorias se obstruyan o estrechen,dificultando el paso de aire a los pulmones.
-Hombres: existe un mayor número de varones afectados por esta enfermedad.
-Los mayores: por encima de los 40 la predisposición a padecer este problema aumenta, entre 40 y setenta años.
-Amígdalas o adenoides aumentadas de tamaño: son órganos de tejido linfoide situados en la faringe. Si su tamaño es superior a lo normal pueden ocupar la vía respiratoria.
-Antecedentes: se observa una mayor incidencia de OSA entre familiares de enfermos con esta enfermedad.
-Consumo de alcohol, sedantes y tranquilizantes: provocan la relajación en los músculos de la boca que favorecería la obstrucción de la garganta.
-El tabaco: tiende a irritar la zona.
-Personas con la presión arterial elevada
Diagnóstico y tratamiento
El problema de este síndrome es que habitualmente la persona que lo padece no es consciente. Los primeros en detectar algo «inusual» suelen ser la pareja, los familiares o los amigos. Estos observan la existencia de un ronquido anormal, movimientos corporales y las paradas en la respiración que acaban con un ronquido mayor de lo habitual. Por esta razón se recomienda acudir a la consulta acompañado. A pesar de que no existen tratamientos farmacológicos para este problema si se puede tratar de diversas formas.
Si se sospecha la existencia de la enfermedad, es conveniente realizar un estudio del sueño para encontrar el tratamiento más adecuado. En los casos menos graves mejorar el estilo de vida será suficiente. Controlar el peso, evitar ciertas sustancias como el alcohol, dejar de fumar o modificar la postura a la hora de dormir.
En el caso de que la situación sea de mayor gravedad el especialista puede prescribir un aparato de presión positiva continua en la vía aérea (CPAP). Consiste en un generador de presión que transmite a través de una mascarilla nasal una presión continua a la vía aérea superior impidiendo que ésta se obstruya. Según los especialistas, esta mascarilla suele tener un efecto rápido y hace desaparecer los ronquidos nocturnos. En general los artefactos dentales o bucales pueden usarse para crear una vía respiratoria sin obstrucciones, y se pueden recetar a pacientes con apnea del sueño leve o moderada.
Cirugía y apnea
La cirugía, ¿última opción? La cirugía se recomienda cuando existen algunas lesiones como pólipos o hipertrofia de las amígdalas, o bien cuando la mascarilla no es tolerada por el paciente por la existencia de daños en la vía aérea superior.
En definitiva, si a diario te sientes cansado a pesar de dormir suficientes horas lo más recomendable es que visites al especialista para averiguar de que se trata. La apnea del sueño causa, entre otras cosas: depresión, irritabilidad, pérdida de memoria o dolor de cabeza. Si tienes alguno de estos síntomas o simplemente sospechas que algo va mal no lo dudes, ¡consulta al especialista!