Aumentan los casos de alcoholismo entre las mujeres
Triora, clínica especialista en rehabilitación de adicciones, alerta de que el estrés y la ansiedad que sufren muchas mujeres derivados, entre otros motivos, por la difícil conciliación laboral y familiar en España, son una de las causas por las que, por primera vez, el número de mujeres que piden ayuda para superar el alcoholismo es mayor al número de hombres.
Según se ha constatado mediante la observación de los pacientes de la clínica, la dificultad de conciliar la vida laboral y familiar o la precariedad laboral que sufren muchas mujeres, especialmente en empresas privadas, hace que cada vez menos mujeres mantengan un estilo de vida saludable a causa de la falta de tiempo y motivación. Muchos de estos casos, se traducen en problemas emocionales o incluso depresión que suelen desencadenar en otro problemas como adicciones a sustancias como el alcohol.
“En los últimos años, probablemente debido a la crisis económica sufrida, ha habido un retroceso en cuanto a conciliación y la bebida acaba siendo en muchas ocasiones una vía de escape para expresar la ansiedad que sienten ante las presiones cuotidianas”, explica Joaquín Descals. “Lo que empieza con una copa al salir del trabajo, como una recompensa, se acaba transformando en un hábito que no perciben como peligroso”.
Además, el problema de autopercepción que padecen muchas de estas mujeres resulta un agravante de la adicción a la bebida. Existe un alto grado de discriminación y rechazo social hacia las mujeres alcohólicas y ello les comporta un sentimiento de vergüenza y culpabilidad que les incita al consumo en soledad y de forma intermitente, pero en grandes cantidades. “Mientras los hombres acaban percibiendo este problema como una enfermedad, las mujeres se consideran inmorales y se sienten malas profesionales, a la par que malas madres. Esto les hace entrar en un círculo vicioso y la situación se va agravando si no se le pone remedio”, añade Descals.
En el caso de las mujeres, el problema específico del alcohol se agrava debido a su fisiología. Las mujeres suelen tener una menor masa corporal respecto los hombres, lo que dificulta la dispersión y metabolización del alcohol ingerido. De modo que, bebiendo menos cantidad que los hombres, pueden sufrir efectos más nocivos. El género también afecta en cuanto a la disposición a desarrollar enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol, ya que las mujeres presentan un mayor riesgo de sufrir daños en el hígado, el cerebro y posibles enfermedades cardíacas. Incluso algunas investigaciones han relacionado el consumo frecuente de alcohol de las mujeres con un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Alcoholismo: tratamiento
Las diversas particularidades que presenta la dependencia alcohólica en la mujer influyen también en los mecanismos de prevención, intervención y tratamiento, que deben ser más específicos y adaptados. En primer lugar, hay que considerar la dificultad para que la mujer alcohólica acuda al tratamiento por no ser “etiquetada” socialmente, de modo que, si en algún momento pide ayuda, lo hará varios años después de que haya aparecido el problema.
“La mayoría de mujeres que buscan tratamiento llegan solas, ya sea a la terapia de grupo o individual. Los familiares no suelen acompañarlas, y en consecuencia se producen muchos abandonos terapéuticos al no existir alguien que les motive para mantenerlos. Además, hay que tener en cuenta la realidad de muchas mujeres que acuden a grupos de ayuda sin apoyo con el cuidado de sus hijos para poder ir a las reuniones, en un entorno de terapia de grupo aún muy dominado por hombre”, concluye Descals.
Y es que existen pocos grupos de terapia específicos para mujeres con problemas de alcoholismo, debido a las pocas mujeres que deciden ponerse en tratamiento. No obstante, aquellos programas que ya se han puesto en marcha están ayudando a la recuperación de la mujer de una forma holística e intentando tener en cuenta su situación familiar con el fin de mantener la unidad de la misma. Hay que tener en cuenta que la rehabilitación de cualquier persona con problemas de adicción siempre tiene que ser personalizada para llegar a tratar el problema en profundidad y acompañar a los pacientes, no sólo durante la rehabilitación en un centro especializado, sino también en su vuelta a casa y a la vida cotidiana, cuando más peligro de recaída existe.