Cambio de hora y sueño
Este domingo se producirá el cambio de hora, a las 3 serán las 2. Con lo que se suma una hora extra de sueño en un intento de tener más luz a primera hora de la mañana. El número de horas de luz que disfrutamos tiene consecuencias directas sobre la salud.
“La astenia otoñal (aunque es más común la primaveral) se genera por el proceso de cambio al que estamos sometidos, cuyas características principales son la reducción de las horas de sol y la propia adaptación del organismo al cambio temporal.
En palabras de Sylvaine Balmy, farmacéutica y responsable de Comunicación Científica de BOIRON “esto puede provocar nerviosismo, irritabilidad, cambios de humor, problemas de concentración y menor productividad en el trabajo”
Así diversos estudios , como este de la Sociedad Española de Sueño, se asocian los cambios de hora con trastorno del sueño o somnolencia diurna”, explica Sylvaine Balmy, de Laboratorios Boiron. El estudio además dice :
«Dormir adecuadamente las horas necesarias y mantener un ritmo regular del ciclo sueño‐vigilia es uno de los pilares fundamentales de la salud.»
Un sueño insuficiente, desorganizado y de mala calidad, favorece la aparición de enfermedades tan frecuentes, graves y con tan alto impacto social y económico como el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, la hipertensión arterial, la obesidad, la diabetes, el infarto de corazón, el ictus, la depresión y la ansiedad.
El control del sueño corre a cargo de un reloj interno situado en el cerebro. Este depende de factores externos como la temperatura y la luz. La luz tiene una gran importancia en la regulación del reloj interno y en la instauración de un ritmo sueño‐ vigilia ordenado y estable.
En nuestro planeta las horas de exposición a la luz solar cambian a lo largo del día y tiene gran importancia cuándo amanece y cuándo anochece. Tanto la oscuridad por la mañana como la luminosidad por la noche retrasan el reloj interno produciendo un desajuste en el mismo.
Además, el cambio al horario de invierno deriva también en trastornos del sueño o somnolencia diurna
Esta desincronización hace que las personas tengan tendencia a acostarse más tarde por la noche y despertarse más tarde por la mañana.
Este cambio provoca que se tienda a dormir menos tiempo los días laborables y a dormir más los festivos. Una situación que puede favorecer un bajo rendimiento laboral y escolar y, de forma crónica, facilitar la aparición de enfermedades asociadas a la falta y mala calidad del sueño.
Además, al ponerse el sol antes, algunas personas pueden presentar mayor cansancio, el cual deriva en nerviosismo, cambios de humor y/o problemas de concentración y menor productividad en el trabajo. “En estas épocas de cansancio es recomendable combatir estas situaciones con complementos alimenticios a base de magnesio, un mineral esencial que ayuda a disminuir la fatiga y al funcionamiento del sistema nervioso”, añade Balmy.
Por otro lado, tendemos a quedarnos más en casa, lo que podría afectar indirectamente al sistema inmunitario, dada la falta de luz. “Es necesario un aporte extra de minerales como el selenio, un mineral que es esencial para nuestro sistema inmunitario y que se absorbe a través de alimentos como por ejemplo las nueces de Brasil o el atún rojo, o bien a través de suplementos extra”.
Recomendaciones para disfrutar del otoño de forma saludable
- Dar paseos por la mañana -que es cuando más horas de luz hay- es muy bueno para prolongar la exposición al sol.
- Dormir una media de 7 horas al día.
- Cuidar la dieta: incluir alimentos ricos en hierro, como legumbres, así como frutas y verduras que aportan vitaminas necesarias. Además, algunas como la granada, la calabaza y las uvas aportan antioxidantes.
- Mantener la mente ocupada con actividades ocupacionales al caer la tarde como juegos en familia, series, música, cine…
[1] Sociedad Española del Sueño http://ses.org.es/wp-content/uploads/2018/10/ses-posicionamiento-cambio-de-hora.pdf