Cáncer de mama: síntomas, prevención y tratamientos
El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a 1 de cada 8 mujeres. En nuestro país, según el Informe “Las cifras del cáncer en España 2020”, se prevé que en 2020 el número de nuevos casos de cáncer diagnosticados alcance los 277.000. Además, se trata del segundo tipo de cáncer más frecuente, seguido por el de la piel.
Como dato positivo, las tasas de supervivencia del cáncer de mama han aumentado, con una tasa de supervivencia a 5 años superior al 90%, y el número de fallecimientos por esta enfermedad disminuye constantemente. Esto se debe, en gran parte, a factores como la detección temprana y el nuevo enfoque de tratamiento personalizado.
A pesar de que éste tipo de cáncer se pueden dar también en hombres, es más común en mujeres.
Cáncer de mama: síntomas
Antes de hablar de los síntomas, es importante saber que la mayoría de los bultos que aparecen en los senos son benignos y no cancerosos. Por lo que no suponen un peligro para la vida. Aunque sí es cierto que algunos tipos de bultos benignos pueden incrementar el riesgo de cáncer de pecho. De ahí la necesidad de que si se aprecia cualquier cambio un experto lo examine.
En cuanto a las técnicas de detección la mamografía es la técnica más eficaz. Aún así las autoexploraciones son imprescindibles para detectar cualquier cambio.
En cuanto a los síntomas de mamá más frecuentes destacan los siguientes:
- Un nódulo nuevo en el pecho o axila. Si esta masa es dura, con bordes irregulares, y además no duele, hay más probabilidades de que sea cáncer.
- Hinchazón del seno o parte de él (aunque no exista bulto).
- Hoyuelos en la piel (similar a la piel de una naranja).
- Dolor en cualquier zona del seno o pezón.
- Retracción del pezón.
- Secreción del pezón (sangre).
- Piel del pezón o la mama enrojecida o descamada.
- Hundimiento del pezón.
- Ganglios linfáticos hinchados.
- Disminución de la movilidad de uno de los senos al levantar los brazos.
Aunque estos síntomas también pueden ser provocados por otras afecciones, como los quistes, lo más recomendable es que si experimentas alguno de ellos consultes con tu médico.
¿Se puede prevenir el cáncer de mama?
Si bien es cierto que algunos factores de riesgo se pueden evitar, no es posible evitar muchos otros. Fumar , por ejemplo, es un factor de riesgo que podemos evitar, sin embargo, no podemos evitar heredar ciertos genes.
Del mismo modo, practicar ejercicio regularmente o seguir una dieta equilibrada son factores de protección para algunos tipos de cáncer. Por lo tanto, es posible que evitando ciertos factores de riesgo aumenten los factores de protección y se disminuyan los riesgos. En cualquier caso, esto no significa que no podamos padecer un cáncer.
Cómo prevenir el cáncer: factores de protección
- Cambiar el estilo de vida y los hábitos alimentarios. Entre ellos se incluye realizar actividad física de forma regular y mantener un peso saludable.
- Evitando las cosas que se sabe que causan cáncer, como por ejemplo el tabaco.
- Tomar medicamentos para evitar que se presente cáncer (quimioprevención).
- Disminuir el riesgo con cirugía, en el caso de presentar mutaciones genéticas del BRCA1 o el BRCA2, ya que éstas aumentan considerablemente el riesgo del cáncer de mama.
Factores de riesgo
Estos son algunos de los factores de riesgo que se deben tener en cuenta:
- Antecedentes familiares y personales. Si la persona ya ha padecido un cáncer en una mama tiene más riesgo de padecerlo en la otra.
- Predisposición genética.
- La raza.
- La edad.
- El género.
- Variación geográfica. En Japón la incidencia de este tipo de cáncer es muy baja en comparación con Europa.
- Menstruación temprana y menopausia tardía.
- El consumo de tabaco/alcohol.
- Obesidad.
- Exposición a la radiación UV sin la protección adecuada.
- Exposición a las sustancias químicas en el ambiente.
- Ciertos gérmenes infecciosos (virus, parásitos o bacterias).
- La toma de algunos medicamentos se asocia con el riesgo de algunos cánceres.
Tratamientos cáncer de mama
Las opciones de tratamiento dependerán del tipo de cáncer de mama y del estadio. En ocasiones también se combinan terapias.
- Cirugía: los médicos extirpan el tumor.
- Quimioterapia: Se usan fármacos para reducir o destruir las células cancerosas. Estos medicamentos pueden administrarse con una inyección o tomarse de forma oral.
- Terapia hormonal: Ayuda a frenar el crecimiento del cáncer.
- Terapia biológica: Está diseñada para estimular las defensas naturales del cuerpo para ayudarle a combatir el cáncer o controlar los efectos secundarios que causan otros tratamientos contra el cáncer.
- Radioterapia: Se usan rayos X u otras partículas de alta energía para destruir las células cancerosas.
Por norma general, médicos de distintas especialidades trabajan juntos para tratar el cáncer de mama.
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