5 características de la depresión
¿Sabrías detectar las señales que acompañan a la depresión? A continuación hablamos de 5 características de la depresión y sus efectos en la salud.
Cualquiera puede tener momentos de tristeza y es entonces cuando la gente dice estar deprimida. Sin embargo la depresión es más que tristeza, es una enfermedad mental que impide disfrutar de la vida, desconociendo por completo la euforia y la alegría. La depresión frecuentemente viene acompañada de sentimientos de infelicidad, culpabilidad y derrota.
5 señales que acompañan la depresión:
- Tristeza permanente
- Malestar general
- Frustración
- Impotencia
- Decaimiento
Características de la depresión y efectos sobre nuestra salud
Los efectos son muy diversos, por ejemplo, la depresión con frecuencia afecta nuestras capacidades cognitivas: concentración, memoria y capacidad de aprendizaje, se ven disminuidas.
La depresión también puede anular por completo la voluntad de planear y organizar para lograr un objetivo. La persona simplemente se deja llevar por el día a día.
Frecuentemente, la depresión está relacionada con problemas somáticos y va en dos direcciones. Es decir, la depresión produce enfermedades del cuerpo y viceversa.
Más allá del daño emocional, las personas con depresión enfrentan problemas de salud que interfieren con su modo de vida y perturban sus relaciones familiares, su rendimiento en el trabajo y los estudios.
Las personas alegres se recuperan más rápido
Las personas que padecen de alguna enfermedad tienen menor probabilidad de recuperarse si se sienten deprimidas. Por el contrario, las personas alegres y de actitud positiva suelen recuperarse más rápido.
La depresión causa fatiga, falta de energía y debilita el sistema inmune, haciéndonos propensos a enfermedades contagiosas. Las personas deprimidas suelen contraer gripes y resfriados con mayor frecuencia.
Puede afirmarse que la depresión es una enfermedad del cerebro. Es un hecho que esta altera el cerebro, las imágenes de resonancia magnética en personas con depresión manifiestan muchas diferencias con las de personas que no la padecen.
En el estado de depresión hay un desequilibrio neuroquímico en los neurotransmisores dopamina, serotonina y noradrenalina.
Estos neurotransmisores atenúan las señales de dolor, pero cuando hay deficiencias de ellos, como en los cuadros depresivos, entonces aumenta la sensibilidad al dolor.
Hasta un 80 % de las personas con depresión experimenta dolor a nivel físico, tanto es así, que cuando buscan ayuda médica casi siempre lo hacen a causa del dolor y no por causa de la depresión.
Y es que el dolor físico y la depresión se hallan en la misma zona del cerebro. Por ello, algunos antidepresivos también se prescriben para el dolor.
Inflamación y depresión
Hay evidencias que relacionan la depresión con la inflamación crónica generalizada de bajo grado. La depresión clínica viene acompañada de un aumento del estrés oxidativo y aparición de respuestas autoinmunes, contribuyendo al progreso del estado depresivo.
Es un hecho confirmado que quienes sufren de depresión también tienen niveles más altos de citoquinas pro-inflamatorias en el suero sanguíneo, sustancias causantes de cuadros inflamatorios en el cerebro, que a la vez se manifiesta como depresión.
Es por eso que muy frecuentemente las personas que padecen de enfermedades inflamatorias autoinmunes como asma, esclerosis múltiple, parkinson, artritis, diabetes y otras, también manifiestan las 5 características de la depresión enumeradas arriba.
Muchas veces los tratamientos farmacológicos con antidepresivos son inefectivos precisamente porque se mantienen elevados los niveles de marcadores inflamatorios.
Esto es debido a la existencia subyacente de procesos inflamatorios crónicos con marcado aumento del estrés oxidativo, daño celular y trastornos autoinmunes.
El estrés crónico y el trauma psicológico agudo, tienen impacto sobre el sistema inmune, el sistema nervioso central y la respuesta inflamatoria, por ello el estrés y los traumas propenden la posibilidades de padecer problemas depresivos.
El estrés también activa la producción de citoquinas pro-inflamatorias y reduce las anti-inflamatorias.
Esto es un hecho corroborado tanto en humanos como en animales de laboratorio y las citoquinas proinflamatorias causan entonces ansiedad y depresión. La búsqueda del alivio del estrés, forma parte de toda terapia antidepresiva.
Depresión y dieta
Diversos estudios confirman que una dieta poco saludable con elevada carga glucémica: carbohidratos refinados ricos en gluten, azúcares, carnes rojas, alimentos procesados ricos en grasas trans y abundantes ácidos grasos omega-6, son causantes del aumento de citoquinas pro-inflamatorias.
Son precisamente el grupo de personas que tienen estos malos hábitos alimenticios, quienes también más frecuentemente presentan síntomas de angustia y depresión.
En contraste, aquello grupos con mejores dietas, que consumen frutas y vegetales ricos en nutrientes, vitaminas, minerales y antioxidantes y que incorporan alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como los frutos secos y los pescados azules, son precisamente quienes tienen menor incidencia de problemas depresivos.
Los alimentos ricos en azúcar, harinas refinadas y el gluten aumentan la permeabilidad intestinal.
Sabemos que la primera barrera defensiva es el intestino, porque regula el paso de nutrientes y bloquea el paso de microorganismos patógenos.
La permeabilidad intestinal aumentada hace que disminuya la barrera protectora y entonce el torrente sanguíneo se llena de bacterias patógenas, nutrientes no digeridos, toxinas y otros factores que desencadenan una respuesta inflamatoria generalizada.
Depresión y ejercicio físico
La práctica del deporte y el ejercicio de forma regular ha demostrado ser un tratamiento eficaz para el estrés y la ansiedad.
Está comprobado que el ejercicio reduce la inflamación sistémica y disminuye la leptina, otra sustancia cuyos niveles elevados también están implicados en el desarrollo de la depresión.
Es probablemente esta relación entre ejercicio e inflamación, la razón fundamental por las que las personas más activas tienen mejor estado de ánimo. El deporte y el ejercicio regular alejan la angustia y la depresión.
Plantas y hierbas para la depresión
En Nutricioni.com queremos brindar lo mejor de la naturaleza para el cuidado de la salud. Sabemos que existen plantas y hierbas capaces de aliviar tanto los síntomas como el origen del problema depresivo.
Los tratamientos con hierbas son efectivos porque los compuestos vegetales tienen una gran afinidad con nuestras células, si bien no tienen un efecto tan rápido como los fármacos, carecen de sus efectos secundarios.
Hipérico o hierba de San Juan
La ingesta regular de infusiones con esta hierba se ha mostrado efectiva en el tratamiento de la ansiedad, insomnio, miedo nocturno y depresión. Si se toma tres veces al día durante tres semanas la mejoría se hará evidente.
Valeriana
Tiene propiedades espasmolíticas y sedantes. Es el tratamiento natural por excelencia para la depresión y otros trastornos psicológicos como la ansiedad y el insomnio.
Angélica
Esta hierba es efectiva en los casos de depresión severa. Tiene propiedades sedantes que alivian los síntomas de ansiedad, insomnio e inapetencia resultante del cuadro depresivo.
Esta hierba debe consumirse en infusión y evitar su el contacto con la piel, ya que puede ser irritante. Después de una semana tomando la infusión tres veces diarias se verán los resultados.
Jengibre
Mejora las causas que origina depresión. El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y modula el sistema inmunológico, además el sistema digestivo y circulatorio, disminuye los niveles de colesterol y mejora la circulación sanguínea. Si se toma regularmente por varias semanas notará sus beneficios.
Pasiflora
Es uno de los mejores relajantes del sistema nervioso, calma el dolor y tranquiliza de forma natural. Reduce el insomnio y minimiza el impacto de los síntomas relacionados con estrés, angustia y depresión.
Romero
Estimula el sistema nervioso y circulatorio, por ello es un remedio popular para combatir la fatiga y la depresión. Además mejora la memoria, la concentración y la circulación sanguínea hacia la parte superior del cuerpo.
Además, es un desinflamante del intestino, reduce los cólicos y los gases. El romero tranquiliza, relaja la mente y la musculatura, reduce tensiones.
Su fragancia calma los nervios y alivia la depresión. Debe consumirse regularmente como infusión y también ser añadido como condimento de sopas y guisos.