Carmen Lizán: ponernos el cartel de supermujeres y cargar todo sobre nuestras espaldas no nos hace más fuertes
En nuestro Especial Mujer entrevistamos a Carmen Lizán, periodista. Ha trabado en la delegación de Elda del periódico INFORMACIÓN en el año 1988. Dos años después pasó a formar parte de la plantilla de la redacción de Alicante, concretamente a la sección de Extras, en la que actualmente desempeña su jefatura.
1~ Carmen, ¿qué obstáculos has superado, en tu carrera profesional, por el hecho de ser mujer?
Uno de los grandes hándicaps que tenemos los trabajadores, tanto hombres como mujeres, pero sobre todo las mujeres, es la conciliación de la vida familiar y laboral. La gran mayoría de las empresas no tienen planes específicos de conciliación, lo que repercute negativamente en la salud física y emocional. Creando estados de frustración y ansiedad. Y que lleva en más ocasiones de las deseadas al estancamiento profesional de la mujer, cuando no el abandono de su profesión.
2~ Si miras tu trayectoria vital hasta donde estás hoy, de todo lo aprendido, ¿cuál sería la clave que destacarías?
Para mi es fundamental el trabajo en equipo. Saber delegar y confiar en la gente con la que trabajas. Fomentar el compromiso y la responsabilidad y disfrutar con lo que haces. Sentirte orgullosa de tu trabajo y tener el afán de seguir creciendo y avanzando.
3~ ¿Cuáles son tus planes de futuro, tus sueños?
En estos momentos, tenemos nuevos proyectos muy vinculados con el posicionamiento SEO y los reportajes online. Es un gran reto que estamos asumiendo, formándonos en esta materia. Nos ha abierto nuevas puertas y resulta muy estimulante.
4~ Comparte un consejo con otras mujeres.
Que aprendamos a delegar, tanto en el entorno familiar como profesional. El ponernos el cartel de supermujeres a la vieja usanza, y cargar todo sobre nuestras espaldas, ni ayuda ni nos hace más fuertes. Es mejor crear un entorno de corresponsabilidad.
También considero que es importante propiciar un entorno de colaboración entre nosotras.
No es cuestión de crear círculos cerrados, pero sí fomentar los espacio de coparticipación, de enriquecimiento y ayuda. Se ha puesto de moda el término sonoridad, entendido como la solidaridad entre mujeres en un entorno de discriminación. Y la realidad con la que nos encontramos es que esta discriminación por razón de género existe, por lo que si trabajamos conjuntamente y somos capaces de tejer redes seremos más fuertes. Pensemos en nosotras, en el presente; pero también en el futuro.
Nos despedimos con unas palabras de Carmen Lizan, ¡muchas gracias!
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