Cirugía percutánea del pie para juanetes y dedos en garra
El Hallux valgus o juanetes es la desviación del primer dedo del pie o dedo gordo, a nivel de la articulación metatarsofalángica, donde la cabeza del metatarsiano queda prominente. Esta deformidad trae como consecuencia trastornos en la marcha, lesiones por presión y roce por el calzado y dolor en el antepié.
Es la deformidad del pie más frecuente, ha sido reportada en 25% de todos los adultos mayores de 40 años. Afecta más frecuentemente a mujeres y tiene un componente genético, aunque también se tiene en cuenta:
-Uso de calzado inadecuado y de punta estrecha
-Antecedentes de traumatismos
-Enfermedades articulares (artritis reumatoide, gota, etc)
Por otra parte, los dedos en garra o martillo, son deformidades del pie que ocurren por problemas en músculos, tendones y ligamentos de los dedos. En estos casos, la articulación flexionada es la base del dedo y la articulación del medio (interfalángica) está doblada hacia abajo.
Los dedos en garra se clasifican en: flexible y rígidos, de acuerdo a la posibilidad de estirar el dedo manualmente o no. Es una expresión de severidad y el estado crónico o evolutivo de la deformidad. Con frecuencia acompañan al Hallux valgus o juanetes.
Sus causas son genéticas o calzado inapropiado que comprimen los dedos, o uso zapatos de tacón puntiagudos.
Cirugía percutánea del pie para juanetes y dedos en garra
Han sido descritos más de 150 procedimientos diferentes de cirugía convencional o abierta, pero en la actualidad siempre que la deformidad lo permita, la cirugía percutánea del pie o mínimamente invasiva (MIS, por sus siglas en inglés) es la opción preferida, sobre todo, si se cuenta con el personal entrenado y el material específico requerido.
Ventajas
El advenimiento de la cirugía percutánea del pie o mínimamente invasiva, en la década de los 90, ha representado en mayor avance de la cirugía por deformidades del pie. Hoy en día, contamos con diferentes técnicas ajustadas al tipo de deformidad y su severidad obteniendo excelentes resultados.
La cirugía percutánea del pie ha acortado tiempos operatorios. Además, tiene la ventaja de una rápida recuperación, es un procedimiento totalmente ambulatorio y sin anestesia general. Lo que conlleva a un menor estrés y complicaciones del paciente.
Estudio preoperatorio de la cirugía percutánea del pie
El éxito de este tipo de cirugías percutáneas del pie depende de una correcta evaluación clínica y la complementación con exámenes de imágenes como radiografías simples, resonancias o tomografías, que permitan definir los ángulos de deformidad para el correcto diagnóstico de la severidad del problema.
A su vez, el examen debe integrarse con una evaluación biomecánica de la pisada o marcha. Por último, se deben descartar con precisión otros defectos asociados.
Todos estos elementos permiten elegir la técnica quirúrgica adecuada que evite las recurrencias.
Cirugía percutánea del pie: proceso
Capacitación: la formación académica y entrenamiento en estas técnicas mínimamente invasivas garantiza un buen resultado. Es conveniente tomar en cuenta la experiencia del centro médico y del cirujano especialista en cirugía del pie que practica estos procedimientos.
Materiales
Todos los materiales son diseñados para este tipo de cirugías:
Mini bisturí o cuchilla para tejidos blandos, que permita una incisión muy pequeña de 1 a 3 mm.
Fresas rotatorias para realizar procedimientos sobre huesos.
Se hace bajo visión fluoroscópica para verificar la corrección de las deformidades.
Clasificación de Hallux valgus (HV) o juanetes
1. El Hallux valgus leve tiene un ángulo del hallux menor de 30°, ángulo intermetatarsal menor de 11°, subluxación lateral de sesamoideo menor de 50%.
2. El HV moderado tiene un ángulo del hallux entre 30 y 40°, ángulo intermetatarsal entre 11° y 16° y subluxación lateral de sesamoideos entre 50 y 75%. <<
3. La deformidad severa se caracteriza por ángulo del hallux superior a 40°, ángulo intermetatarsal superior a 16° y subluxación lateral de sesamoideos superior a 75%.
Características generales de la cirugía percutánea del pie
– Son incisiones mínimas, no dejan cicatrices muy visibles.
– Hay varias técnicas dependiendo de la severidad de la deformidad, presencia de síntomas o lesiones asociadas.
– Se realiza bajo visión fluoroscópica (radiológica), sin visión directa
– La anestesia es por bloqueo del miembro inferior distal y no por anestesia general.
– Normalmente, no se necesitan medios de fijación para las ostomías.
– Requiere entrenamiento especial con conocimientos anatómicos y técnicos.
– Se permite la deambulación rápida con zapatos especiales post operatorios.
Técnica quirúrgica de la cirugía percutánea del pie
Se han descrito desde 1990, muchas técnicas diferentes con muchas variaciones. En la actualidad se prefieren las siguientes modalidades de cirugía percutánea del pie para hallux valgus y dedo en garra.
– Hallux valgus leve o moderado (Osteotomía Chevron).
– Hallux valgus con deformidad interfalángica (Osteotomía Akin).
– Corrección de Hallux valgus severo (Osteotomía basal).
– MTP metatarsofalángica lateral.
– DMMO (Osteotomía metatarsal distal): usado para casos dolor plantar, corrección de dedo en garra o en martillo
Cuidados postoperatorios de la cirugía percutánea del pie
-Al no tener medios de fijación se debe mantener un vendaje especial por 1 mes, con cambios de la venda semanales. El vendaje debe mantenerse limpio y seco.
-Se recomienda colocar hielo local y el miembro en alto en las primeras 48 horas.
-Es necesario usar el calzado especial posoperatorio (Tipo Barouk) por un tiempo estimado de 6 semanas, o hasta que consoliden las osteotomías.
-Rehabilitación. Esta debe ser planificada por un profesional para evitar lesiones posteriores y reeducación de la marcha.
Complicaciones de la cirugía percutánea del pie
Se presentan muy pocas complicaciones en este tipo de cirugías:
– Daño en los vasos sanguíneos con sangrado.
– Lesiones en nervios que dejan trastornos de sensibilidad temporales.
– Tendinosis (lesiones en el tendón).
– Trombosis venosa profunda, que se puede a su vez complicar con tromboembolismo pulmonar. El riesgo disminuye con una correcta evaluación cardiovascular previa y la deambulación precoz.
– Infecciones locales que se tratan con antibióticos orales.
– La rigidez de la articulación, por falla en la técnica quirúrgica o en la rehabilitación.
– Reaparición de la deformidad.