Cuando comer no es una necesidad: Esteban Capdevila, crítico gastronómico.
Para la mayoría de los mortales comer es una necesidad biológica, para otros un placer, para otros una excusa para verse con los amigos, o todo a la vez. Pero existen personas como Esteban Capdevila que comer es su trabajo o la parte más importante de él.
Esteban Capdevila nació en el seno de una familia de ocho hermanos y sabe lo que es luchar por la comida. Su formación es la publicidad y la comunicación pero un día dejó todos los sectores comerciales y se dedicó en exclusiva al mundo de la gastronomía, esta es su historia.
Esteban, suponemos que te han preguntado muchas veces cómo se convierte uno en crítico gastronómico y es normal, a todos les gustaría serlo, ¿no?
Sí, muchas veces, cada día de mi vida, y la respuesta siempre es la misma, la gastronomía me vino a buscar como una amante insaciable y yo me dejé querer, la amo con locura.
¿Es comer siempre un placer para vosotros?
Absolutamente no, algún día escribiré un libro sobre esto, cuando me haga mayor.
En él contaré miles de anécdotas y de como me hicieron sufrir o de como me han aburrido los platos de algunos y muy famosos cocineros de todo el mundo, incluso de cómo unos emulan a otros penosamente, pero sobre todo hablaré de lo bien que he comido y de lo mucho que he disfrutado con estos profesionales de la creatividad, del arte de hacernos disfrutar. Con esto respondo a vuestra pregunta, cuando se come y cena durante cuatro día seguidos en un gastronómico hay que estar muy preparado, he intentado que amigos y gente que quiero lo intenten y ninguno ha podido hasta hoy seguirme, en una barbaridad, la gente acabaría repugnando la comida.
¿Qué hacéis para no odiar la comida?
Personalmente yo dedico los días que no tengo que comer fuera y viajar, que son pocos, a depurar mi organismo fundamentalmente con verduras (alcachofas, guisantes, espárragos) y toda la fruta del mundo que adoro.
¿Somos realmente la primera potencia gastronómica del mundo?
Tengo amigos cocineros en todo el mundo y esto siempre molesta a alguno, pero indudablemente tenemos la selección de cocineros creativos en cantidad posiblemente más grande del mundo, lo que no significa que en el mundo no haya muchos y tan grandes cocineros como en España. Sencillamente en España hay un gran talento gastronómico, y es que en España a la gente le gusta mucho comer, es así, incentiva mucho a los cocineros los estómagos tan agradecidos.
Te dedicas a la comunicación gastronómica, gestionas la imagen de grandes chefs y de sus restaurantes y la de muy destacadas empresas de gastronomía y bodegas, ¿es complicado ejercer en un mercado tan atomizado?
¿Cómo es la vida de alguien que siempre está rodeado de cocineros?
Te autodefines como un hombre del renacimiento, ¿por?
Me hubiera gustado vivir en los tiempos de Leonardo y Miguel Ángel, me gusta hacer muchas cosas, escribo, pinto, construyo, esculpo, necesito todas las horas del día. Mis novelas se agolpan en los cajones esperando que algún día me decida a intentar publicarlas, mis fotografías artísticas de todos los rincones del mundo esperan en discos duros a convertirse en exposición, mis cuadros atesoran polvo en el trastero, soy muy raro.
Televisión, radio, prensa, ponente en congresos, jurado de concursos, ¿te falta algo?
Sí, me falta el cine pero me temo que a eso ya no voy a llegar. Sigo a la espera de ese programa de viajes donde pueda mostrar la gastronomía que muy pocos conocen…algún día, seguro.