Cómo mejorar los hábitos alimentarios de los niños
La familia es el agente que más influye a la hora de estructurar los hábitos alimentarios de los niños. Para facilitar que esta influencia sea positiva, es necesario crear en casa un entorno saludable empezando por disponer de una gran variedad de alimentos saludables y normalizar su consumo en todos los miembros de la familia, dando preferencia a los de origen vegetal y a las preparaciones tradicionales de la dieta mediterránea.En general debe asumirse que el niño come lo que necesita, auto-regulando su ingesta de energía y nutrientes. Sin embargo ante la falta de apetito, el rechazo de alimentos que habitualmente comía o el consumo de raciones menores, es muy habitual que los cuidadores perciban esta situación como un riesgo para la salud del niño, forzando al niño a comer, creando así ambientes tensos y poco educativos en la hora de la comida.
En un hogar saludable, los padres y madres somos los primeros que debemos tener conductas coherentes con lo que queremos trasmitir a nuestros hijos. Las actitudes negociadoras dan mejores resultados que las que imponen “porque sí”.
En definitiva, la inversión de tiempo y cariño en practicar un estilo de vida saludable, Desde la Asociación “5 al día” queremos ayudaros en el manejo de algunas situaciones que normalmente se crean en torno a alimentación de los niños.
A continuación os dejamos algunos consejos:
• Crear un entorno positivo en la mesa, para evitar identificar ese momento con discusiones, estrés y situaciones de conflicto.
• No prohibir el consumo de alimentos superfluos, como bollería, refrescos, etc., pero evitar tenerlos en casa.
• No pretender que el niño tome un alimento concreto si otros miembros de la familia no lo toman habitualmente.
• No obligar ni forzar a tomar un alimento o receta.
• No premiar con alimentos o bebidas superfluos.
• Hacerle partícipe de las decisiones alimentarias tanto en las compras como en la planificación de menús y cocinado.
• Mostrar ejemplos que refuercen buenos hábitos, principalmente poniéndolos en práctica toda la familia.
• Supervisar su ingesta de otros alimentos entre comidas.
• Si crees que tu hijo tiene un problema con la alimentación, consulta a su pediatra.