Cómo seguir una dieta sostenible
¿Sabías que controlando los alimentos que consumes puedes reducir las emisiones de efecto invernadero? Pablo Vidal, Nutricionista y Coach en Reverde, nos explica cómo seguir una dieta sostenible para cuidar nuestra salud y la del planeta.
No es nada nuevo, asegurar que la alimentación está directamente relacionada con la salud. Al principio, nuestra única preocupación era evitar las hambrunas. Una preocupación que los países fuertemente industrializados dejamos atrás hace tiempo debido a la revolución verde que nos permitió disponer de alimentos en la cantidad necesaria. Con esto, quedaron atrás los problemas asociados a la desnutrición de las personas. Especialmente en el caso de los niños, ya que provocaba graves problemas en su desarrollo y enfermedades carenciales.
Posteriormente, con el desarrollo de la industria alimentaria y la producción de alimentos procesados, nos centramos en comenzar a producir alimentos cada vez más seguros. Para evitar las muertes asociadas a la contaminación de nuestros alimentos por bacterias, virus parásitos o incluso sustancias químicas, que pueden generar desde diarrea hasta enfermedades graves como el cáncer, que todavía hoy causan millones de muertes cada año en otros lugares del planeta.
Dieta sostenible y saludable
Una vez que hemos podido disponer de alimentos en cantidad suficiente y hemos conseguido tener los más seguros de toda la historia, nuestro principal objetivo se ha centrado en que la dieta fuese lo más saludable posible. Se estima que al menos un cuarto de todas las muertes prematuras ocasionadas en nuestro entorno por enfermedades como las cardiovasculares, la diabetes, la hipertensión o el cáncer están asociadas a una mala alimentación y a un estilo de vida sedentario. Es cierto que, poco a poco, la población se ha ido concienciando de la importancia que tiene cuidar de su alimentación para prevenir todas estas enfermedades y mejorar su calidad de vida, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer en este campo.
Futuro en riesgo
Después de haber conseguido alcanzar retos realmente importantes, las circunstancias actuales nos exigen enfrentarnos a un nuevo desafío igual o incluso más importante y urgente que los anteriores, la degradación del medioambiente en el que vivimos. La gran cantidad de residuos que producimos, la enorme cantidad de energía que usamos y la elevada velocidad a la que consumimos nuestros recursos naturales, hace que nuestro actual sistema de producción y consumo sea totalmente insostenible, de forma que estamos poniendo en riesgo el futuro de las próximas generaciones.
La producción de alimentos producen el 30% de los gases de efecto invernadero
Las consecuencias del cambio climático ya son claramente apreciables, en el aumento de la temperatura global, los eventos climáticos extremos, la escasez cada vez mayor del agua potable o la degradación de los campos de cultivo. Todos los expertos insisten en la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente a través de la reducción de las emisiones de los medios de transporte. De lo que quizá no somos tan conscientes es que la producción de alimentos produce el 30% de estos gases. Por lo que controlando lo que comemos podemos reducir mucho su impacto.
Reducir el consumo de productos de origen animal
Todos los alimentos no influyen de la misma forma. Solo la producción de carne de vacuno y de lácteos, produce más del 40% de la emisión de estos gases de efecto invernadero que produce el sector alimentario. En cambio, la producción del conjunto de todos los productos de origen vegetal que consumimos no alcanza ni siquiera el 10% de las emisiones. Por lo tanto, para cuidar del planeta y adoptar una dieta sostenible es importante reducir el consumo de productos de origen animal, especialmente de la carne roja y de los lácteos, aumentando el consumo de productos de origen vegetal de temporada y de cercanía. Esta es una medida sencilla que puedes llevar a cabo si quieres reducir tu impacto en el medioambiente.
Por otro lado, también es importante que minimicemos la cantidad de alimentos que acaban en la basura, porque se acaban estropeando en nuestros frigoríficos o porque los desechamos en los restaurantes. Se estima que un tercio de todos los alimentos que producimos es desperdiciado, con el consecuente derroche de energía y agua.
Dieta sostenible vs ultraprocesados
Por último, también es importante que se tenga en cuenta el consumo de alimentos ultraprocesados. Los alimentos ultraprocesados es otro de los aspectos que impactan de forma importante en el medioambiente. Esto es debido principalmente a la cantidad de energía que se utiliza para producirlos y conservarlos. Pero muy especialmente por la gran cantidad de residuos que generan en forma de envases de plástico de un solo uso que, en muchos casos, no se pueden reciclar a pesar de nuestros esfuerzos.
En conclusión, si quieres seguir una dieta sostenible, debes basar tu alimentación principalmente en alimentos de origen vegetal, no procesados, de temporada y de cercanía. Y lo mejor de todo, es que seguir estos consejos, además te conducirá hacia una dieta más saludable.
Pablo Vidal
Nutricionista y Coach en Reverde
Artículo publicado en el nº 52 de Más Que Salud.