Cuando hay rotura de menisco ¿ es imprescindible operar?
Por el Doctor Antonio Calderón
Cuando el menisco se rompe, el fragmento roto se mueve por dentro de la rodilla y se interpone en el juego de esta.
Se producen cuadros de dolor, derrame y bloqueos, “como una piedra moviéndose por dentro del zapato”.
Esta sintomatología va a variar en función del tamaño, situación y consistencia del fragmento roto.
El objetivo de la cirugía meniscal es eliminar el dolor que produce el fragmento roto dentro de la rodilla mediante la extracción de este.
Existen muchas rodillas con menisco roto silente (no duele) que se descubre al realizar resonancia de la rodilla por cualquier otro motivo.
Si el menisco está roto pero los síntomas no son muy acusados, es posible que no sea necesaria la cirugía, siempre que la actividad del paciente no se vea mermada.
Si el menisco está roto y además duele, además duele e imposibilita llevar a cabo las actividades de la vida cotidiana del paciente, es necesario operar.
En la intervención se extirpa o sutura el fragmento de menisco roto, mediante cirugía artroscópica.
La sutura meniscal solo es posible en roturas simples, en zonas donde llega el riego sanguíneo y personas jóvenes.
El menisco es una estructura fibrocartilaginosa, de mala cicatrización, porque no está vascularizada en su totalidad, la aportación de sangre y la calidad del tejido va disminuyendo a lo largo de los años.
Si se trata de roturas complejas, degenerativas o que ocurrieron hace tiempo (más de 3 meses) o en personas mayores de 45-50 años, y en zonas donde no llega el riego sanguíneo (mitad del menisco) la sutura de este está condenada al fracaso y a una segunda intervención.
El menisco, cuando se rompe, ya ha perdido su función.
La evolución posterior de la rodilla no depende tanto de si se opera o no, sino del tamaño y localización del fragmento roto, así como la actividad laboral y deportiva que realice el paciente.
Si el fragmento produce dolor es que está perjudicando a la rodilla.
Produce dolor incapacitante para realizar actividades habituales e irritación crónica con un derrame sinovial de mala calidad que está perjudicando al resto de cartílagos de la rodilla.
Al realizar la artroscopia de rodilla se valorará la viabilidad del fragmento y se procederá a la reparación o extirpación conservadora del mismo.
Con la cirugía artroscópica se busca eliminar el dolor, quitar inflamación y derrame sinovial a la rodilla. Y así recuperar la actividad cotidiana normal y conservar la mayor cantidad de menisco sano para retrasar la posible mala evolución posterior de la rodilla.
Médico traumatólogo
Hospital Vithas Medimar Alicante.