Diagnóstico prenatal de las cardiopatías congénitas
Las enfermedades del corazón son las anomalías congénitas más frecuentes, con una incidencia de 6-7 casos por cada 1000 nacimientos.
Aunque durante la gestación no se puede descartar una malformación cardíaca al 100%, se puede detectar antes del nacimiento, es decir prenatalmente, con una probabilidad mayor del 90% mediante una ecografía similar a las que realizan los ginecólogos durante el embarazo, siendo el momento idóneo alrededor de la semana 20.
Tan sólo una quinta parte de las embarazadas tienen algún factor de riesgo que predispone a tener un niño con una malformación cardíaca, como puede ser aumento de la translucencia nucal del bebé (conocido comúnmente como pliegue nucal), o enfermedades crónicas maternas como la diabetes mellitus o el lupus por ejemplo.
Cardiopatías congénitas: factores de riesgo
Así pues,la mayoría de las cardiopatías congénitas se encuentran en las mamás que están sanas y sin ningún factor de riesgo. Por ello, tiene importancia realizar un buen cribado por parte del ginecólogo, ya que en caso de encontrar alguna anomalía cardíaca se pueda remitir al especialista lo antes posible, y poder ofrecer un correcto consejo prenatal.
Esta información, que ayudará a que los padres estén lo más preparados posible durante el embarazo y después del parto, debe incluir el riesgo de otras malformaciones asociadas, el riesgo de que se vuelva a encontrar otra alteración similar en un embarazo posterior, las opciones de tratamiento y la supervivencia a corto y medio plazo.
En los últimos años, se ha encontrado un aumento en la detección precoz de estas malformaciones cardíacas, no sólo por tener aparatos de mayor calidad, sino también debido a una mayor preparación profesional y comunicación entre distintos servicios (ginecólogos, pediatras, cardiólogos infantiles, neonatólogos, genetistas, etc.) Todo ello para poder ofrecer a los futuros papás la información más exacta posible sobre el futuro de sus hijos
Dra. Aída Hernández