El Síndrome del Túnel Carpiano o STC: tratamiento y prevención
El Síndrome del Túnel Carpiano (STC) se define como aquel conjunto de síntomas y signos secundarios a una lesión compresiva del nervio mediano en el interior del túnel carpiano (muñeca).
La compresión de un nervio periférico mixto (sensitivo y motor), produce una isquemia de sus fibras produciendo una alteración de su metabolismo y función con la aparición de dolor, parestesias inicialmente y posterior pérdida de sensibilidad y fuerza, de predominio nocturno. A este cortejo clínico se deben añadir para su confirmación diagnóstica, la positividad de determinados test de provocación y la objetivación de una alteración sensitiva en el territorio del nervio.
La etiología laboral del STC se manifiesta alternativamente en dos versiones:
1.- Como accidente de trabajo; es raro y siempre es una complicación de otro proceso como una fractura.
2.- Como enfermedad profesional, con creciente alta incidencia es la más frecuente patología localizada por compresión nerviosa periférica de origen laboral. Es el STC laboral por antonomasia y exige unos especiales planteos diagnósticos y terapéuticos, así como una especial actitud preventiva.
En la actualidad se estima que el síndrome del túnel carpiano como enfermedad profesional explica el 47% de todos los STC que se dan en la población activa laboral de los países industrializados.
Aunque existen unas actividades laborales, tecnologías e industrias y servicios típicos de esta patología, podemos decir que se halla muy difundida en todo tipo de actividades, tecnologías y empresas. Así tenemos aquellas tecnologías que requieren determinados movimientos repetitivos de la muñeca y los dedos ó en personas expuestas a vibraciones.
Los casos reconocidos como profesionales son la punta de un iceberg. Existe una subyacente patología profesional de STC oculta, no detectada y/o no declarada, que depende fundamentalmente del nivel cultural de cada país, de los incentivos compensatorios de la Seguridad Social, de la formación de los médicos asistenciales poco preparados en patología del trabajo, etc.
Tratamiento del STC
El tratamiento del STC va desde medidas conservadoras (inmovilización, fármacos, fisioterapia, etc.) al tratamiento quirúrgico mediante la escisión quirúrgica del retináculo flexor y en ocasiones la neurolisis del nervio, con unos resultados buenos entre un 75 – 95%.
En el STC laboral es imprescindible establecer lo mas precozmente posible las intervenciones terapéuticas iniciándolas en la fase prodrómica preasistencial de molestias parestésico-disestésicas, para lo que es conveniente una actitud receptiva y vigilante por parte de los mandos empresariales y sanitarios asistenciales y deben tener un carácter multidisciplinario con intervenciones no-solo médicas sino también no médicas de todo tipo: técnicas, ergonómicas, administrativas y psicosociales.
Las posibles situaciones de Incapacidad Temporal no deben alargarse innecesariamente, debiendo ser lo más cortas posibles para evitar situaciones depresivas negativas para la autoestima personal y profesional, así como merecen especial vigilancia los períodos de reintegración laboral.
Prevención del STC
La prevención es por tanto un capítulo trascendental, pudiendo actuar en el control de las exposiciones ambientales que intervienen en la génesis laboral del síndrome del túnel carpiano, bien sobre la fuente de contaminación agresiva, ya que la intervención ideal sería suprimir todo trabajo manual repetitivo mediante una adecuada automatización y mecanización; lo cual resulta a veces imposible ó utópico, pero si se pueden hacer una multitud de intervenciones sobre las presiones externas, sobre los movimientos dinámicos, sobre las posturas extremas y las fuerzas musculares, sobre las vibraciones y sobre los tiempos de exposición.
También podemos actuar sobre el aumento de las resistencias individuales mediante el adiestramiento, el entrenamiento, el uso de equipos de protección individual y la supervisión que se responsabilice de estas medidas. Por último, también se puede actuar en la selección-detección de los trabajadores susceptibles ante los puestos con riesgo, mediante los Reconocimientos Médicos al ingreso en la empresa ó periódicos.
La prevención de la enfermedad laboral es un reto muy importante, ya que es necesario convencer a todas las partes de que invertir en prevención laboral es rentable para el trabajador, para la empresa y para la comunidad.
Doctor José Ignacio Gimeno Abad
Cirugía Ortopédica y Traumatología. Cirugía Artroscópica. Traumatología Deportiva.
Hospital Vithas Medimar Internacional – Alicante
*Artículo publicado en la revista nº 43 de Más Que Salud.