Día Mundial de la Salud 2017: Hablemos de la depresión
El 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, la OMS aprovecha cada año para dedicarlo a un tema de salud concreto de interés para todo el mundo. En esta ocasión la campaña se centra en la depresión.
¿Qué es la depresión?
La depresión es una enfermedad que sufren más de 300 millones de personas en el mundo, hombres y mujeres, aunque a estas últimas en mayor medida. Afecta tanto física como mentalmente y se caracteriza por un estado anímico de tristeza, desgana, pérdida de interés por todo, ira o frustración que persiste en el tiempo (al menos dos semanas).
Interfiere en la vida diaria porque provoca incapacidad para realizar incluso las actividades cotidianas y suele ir acompañada de otros síntomas, como alteraciones de sueño, cambios en el apetito, sentimientos de culpabilidad o desesperanza, culpa y odio hacia uno mismo, sentimiento de inutilidad e incluso pensamientos de autolesión y suicidio.
Las causas pueden ser múltiples, desde factores genéticos o biológicos, a ambientales y psicológicos, sin olvidar las situaciones o hechos estresantes como el divorcio, pérdida de un ser querido o del trabajo. A menudo, la depresión aparece por la combinación de varios de estos factores.
¿Tiene cura?
Sí, es importante saber que hay tratamientos eficaces para la depresión. Los profesionales valoran cada caso de manera individualizada para aplicar tratamientos médicos, psicológicos o sociales, o una combinación de los mismos.
No tiene sentido vivir con depresión porque es una enfermedad tratable.
¿Por qué es necesario saber más sobre la depresión?
Porque es una enfermedad muy común y que puede afectar a cualquiera, de hecho, se estima que 1 de cada 4 o 5 personas tendrá depresión en algún momento de su vida. Pero en ocasiones la persona que la sufre es consciente de sus síntomas, o no tiene la fortaleza para pedir ayuda y acudir a un especialista sanitario que le pueda tratar.
Saber reconocer los síntomas, tanto en uno mismo como en las personas de nuestro entorno, puede ahorrar mucho sufrimiento y ayudar a que se ponga remedio antes de que los síntomas se agraven. Conocer sus posibles consecuencias, incluido el suicidio, ayuda a que seamos capaces de darnos cuenta de la importancia que tiene para no menospreciar los síntomas.
Lo importante es que las personas con depresión pidan y obtengan la ayuda que necesitan y que sus familiares y personas cercanas sepan cómo apoyarlas.
Elena Compte