Día Mundial del Sueño: «Dormir profundamente, nutre la vida»

Aprovechando el Día Mundial del Sueño queremos hacer una llamada de atención sobre la importancia de dormir bien para tener una vida saludable.

El lema del Día Mundial del Sueño para este año resalta la importancia del sueño profundo como «motor de vida». El sueño profundo, es la parte del sueño que se considera más importante para el descanso «físico», el que nos prepara para empezar el día frescos, activos y despiertos, listos para afrontar en plenitud de facultades todos los avatares diarios. Un sueño profundo y sin interrupciones también va unido a una menor incidencia de hipertensión arterial, diabetes, obesidad y otras enfermedades crónicas.

En un adulto joven y con buenos hábitos de sueño el sueño profundo, suele representar alrededor del 20 al 25% del total de sueño, aunque la influencia de diversos factores como cambios en el estilo de vida, el estrés, algunos trastornos médicos o psicológicos o incluso (paradógicamente) hasta el consumo crónico de algunos fármacos para dormir pueden hacer que este sueño profundo disminuya o incluso desaparezca por completo.

Existe una falta de concienciación general sobre esta cuestión (especialmente en los jóvenes) que hace que el sueño no sea percibido aun como un hábito necesario para promover una buena salud; al igual que lo son una dieta equilibrada o el de realizar ejercicio de forma regular.

Hábitos de sueño

 

Unos buenos hábitos de sueño durante la juventud crean los cimientos para poder disfrutar de una buena calidad de sueño también en la edad adulta. Lamentablemente, los hábitos de la juventud actual van justo en sentido contrario, con un déficit crónico de sueño y unos horarios irregulares y muy desplazados hacia la noche.

Por este motivo el mensaje final va dirigido sobre todo a los más jóvenes de la casa, para que los malos hábitos de sueño de hoy no se conviertan en un problema de salud en el futuro. Recordaros la importancia de dormir lo suficiente, de establecer una rutina para ir a la cama cada noche a la misma hora (preferiblemente no más tarde de 22h), de mantener unos horarios regulares y de limitar el uso de los dispositivos electrónicos (TV, ordenadores, tablets, teléfonos móviles,…) cuando se acerca de la hora de acostarse y, por supuesto, una vez en la cama dejarlos fuera de la habitación.

Crear unos buenos hábitos de sueño y descanso ya desde la infancia nos permitirá poder disfrutar de una mejor salud y calidad de vida en el futuro.

Dr. Javier Brualla

Neurofisiólogo / Somnologist (Experto en Medicina del Sueño)

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