Fármacos y disfunción eréctil, ¿crean dependencia psicológica?
Los años 80 supusieron un gran avance para el tratamiento de la disfunción eréctil. El descubrimiento de la pastillita azul, viagra, se popularizó como fármaco de moda contra la impotencia.
La disfunción eréctil es un problema que afecta a muchos hombres. Según estudios recientes alrededor del 50% de los varones de edades comprendidas entre los 40 y 70 años sufre problemas de erección, más o menos grave. Muchos casos no necesitan tratamiento farmacológico y otros se solucionarían cambiando los hábitos de vida. Sin embargo son muchos los hombres que abusan de las pastillas sin necesidad. Esta conducta en algunos casos provoca dependencia psicológica.
El Dr. Bartolomé Lloret, experto en urología, nos habla sobre la utilización indiscriminada de medicamentos para mejorar la erección y su dependencia.
Cuando la viagra entró en escena se convirtió en el fármaco de moda, tanto es así que no sólo los médicos de familia si no los propios especialistas no se calentaban la cabeza intentando establecer un diagnóstico sobre la causa de la disfunción eréctil que padecía el paciente, simplemente la recetaban .
No es así de extrañar que con el paso del tiempo y la aparición de nuevos productos como cialis o levitra el uso de este tipo de productos se haya popularizado tanto que raro es el varón que no los haya probado sea por necesidad sea por curiosidad sea por intentar mejorar la erección en momentos puntuales.
La utilización indiscriminada de estos medicamentos ha dado lugar a que muchos jóvenes sanos dependan psicológicamente de ellos. Jóvenes que podrían mantener relaciones sexuales completamente normales se convierten en adictos a los fármacos vaso activos dando lugar a una dependencia directa del producto, es decir si no lo toman son incapaces de conseguir una erección normal. Lo que empieza como un juego se convierte en un gran problema.
Fíjense en las estadísticas que nos aporta el estudio publicado en el Journal of Sexual Medicine, solamente un 9% de los pacientes entre los 18 y 39 años padecen disfunción eréctil , sin embargo en este grupo de varones el consumo de fármacos para facilitar la erección ha experimentado en los últimos 15 años un incremento de más del 300%. Si analizamos este segmento de pacientes observamos que el 70% toman estos productos sin ningún tipo de estudio médico previo y muchos de ellos sin prescripción facultativa.
Quizás sea ya el momento de informar a nuestros hijos del riesgo que puede suponer el consumo de estos fármacos, que si bien son necesarios en determinado tipo de pacientes, no lo son en absoluto en la mayoría de los jóvenes, que si los consumen de forma indiscriminada provocarán una dependencia psicológica que con el tiempo dará lugar a una situación de falta de confianza y satisfacción en la relación sexual originando una enfermedad que antes no existía.
No debemos permitir que nuestros jóvenes tomen productos para mejorar la erección si antes no han sido evaluados por un médicos especialista. Actualmente disponemos de medios de diagnóstico que nos permiten identificar la causa de la disfunción en más de un 80% de los casos y por tanto aconsejar el tratamiento médico más indicado para cada paciente. Debemos de abrir los ojos a una situación tan sensible e importante como lo es la vida sexual de nuestros hijos.
Dr. Bartolomé Lloret
Urólogo y Director del Centro de Salud para el Hombre