Grados de hemorroides y posibles soluciones
Las hemorroides son la consecuencia del agrandamiento, congestión y desplazamiento al exterior del tejido hemorroidal. Se trata de una de las patologías más frecuentes en la clínica diaria. Se estima que el 75% de la población padecerá en algún momento de su vida esta patología.
Las hemorroides pueden ser secundarias a un obstáculo de retorno venoso portal, como ocurre en la cirrosis o en los embarazos, o idiopáticas en las que no hay una causa directa sino una serie de agentes coadyuvantes y desencadenantes. En el desarrollo hemorroidal influyen factores de tipo hereditario, postural (sedentarismo, bipedestación prolongada), alteraciones del ritmo intestinal (estreñimiento, diarrea) y alimentarios (dietas pobres en fibra, sobrealimentación, bebidas alcohólicas).
En cualquier caso, detectar las hemorroides con prontitud es fundamental para evitar que nuestra salud se resienta y se agrave el problema.
Grados de hemorroides:
-Hemorroides Grado I
Son las más frecuentes y no son visibles. Supone una leve dilatación del tejido hemorroidal. Produce pequeño sangrado ocasional sin ningún tipo de molestia.
-Hemorroides Grado II
A diferencia de las hemorroides de grado I, prolapsan después de defecar y se reducen espontáneamente. Pueden sangrar y ocasionan prurito, escozor e irritación anal.
-Hemorroides Grado III
Las hemorroides son más grandes y descienden por debajo del esfínter al defecar o al realizar esfuerzos que supongan un aumento de la presión abdominal. Es necesario re introducirlas manualmente. Después de evacuar es habitual sentir sensación de masa anal. Aumenta el sangrado de las hemorroides y también el resto de molestias.
-Hemorroides Grado IV
Nódulos totalmente irreductibles con prolapso persistente. Por el roce pueden sufrir ulceraciones, sangran con frecuencia, dan sensación de cuerpo extraño y hay secreción anal permanente con sensación de ano húmedo.
-Hemorroides trombosadas:
Una hemorroide trombosada es la complicación de una hemorroide simple. Aparecen bruscamente y producen un dolor constante que no tiene relación con las deposiciones. El dolor es muy intenso durante 48-72 horas y después evoluciona lentamente hasta la desaparición completa.
La hemorroide trombosada presenta un color negruzco o azul violáceo muy característico.
Existen varios tipos de operación dependiendo del tipo de lesión que se tenga. Cuando las hemorroides son pequeñas y poco dolorosas se pueden tratar con cremas y analgésicos, pero cuando son grandes y dolorosas se deben extirpar.
También existen diversos tratamientos para las hemorroides de 2º grado y algunos casos iniciales de 3º grado: Escleroterapia, Crioterapia, Ligaduras elásticas (banding), fotocoagulación con infrarrojos.
Solución quirúrgica definitiva: hemorroidectomía
Este tipo de intervención está indicada en los grados de hemorroides III y IV y conlleva un postoperatorio que tradicionalmente ha sido considerado como muy doloroso. Sin embargo, con la utilización del bisturí de Láser de CO2 se consigue una disección mucho más precisa y une a su efecto antiinflamatorio el de producir una mínima lesión en profundidad (1 mm. frente a 1 cm. que produce el bisturí eléctrico).
El Láser hace que la intervención sea menos dolorosa para el paciente. La intervención se realiza habitualmente bajo anestesia epidural y el paciente permanece ingresado una noche para controlar las posibles complicaciones (dolor postoperatorio y retención urinaria).
Con esta técnica se reduce de forma considerable el dolor postoperatorio así como el período de cicatrización de las heridas. Es habitual que aparezca algo de dolor en los primeros días, pero se controla bien con analgésicos. La cicatrización completa se produce alrededor de las 5 semanas.
Especialista en cirugía general y aparato digestivo.
Director de la Unidad de Cirugía General y Digestiva del Hospital Internacional Medimar de Alicante.
*Artículo publicado en la revista nº 42 de Más Que Salud.