La conjuntivitis y la primavera
La conjuntivitis no sólo es uno de los procesos oculares alérgicos más frecuentes y de los principales motivos de consulta al especialista, sino también uno de los más incómodos y contagiosos, a pesar de no ser grave y dejar pocas secuelas.
Con la llegada de la primavera, que acabamos de estrenar, surgen a menudo muchas preguntas en torno a esta afección que desde Innova Ocular Clínica Vila, Valencia, abordan para intentar aclarar dudas, especialmente de cara a los próximos días festivos, y sobre todo para aprender a prevenir, tratar y evitar contagios en la conjuntivitis.
La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, la capa que reviste el interior del párpado y que cubre la parte blanca del ojo, y se clasifican en tres tipos según su origen:
- Conjuntivitis viral, que puede ser causada por diferentes virus, muchos de los cuales están asociados a infecciones de las vías respiratorias.
- La bacteriana, causada por la infección de ciertas bacterias en el ojo, es muy frecuente en niños y se contagia fácilmente.
- Y la alérgica, causada por la reacción del cuerpo a ciertas sustancias como el polen, los ácaros del polvo, los pelos de los animales, las lentes de contacto y el líquido para limpiarlas, los cosméticos, etc.
Síntomas y tratamiento
Los síntomas de la conjuntivitis se reconocen de inmediato y, aunque pueden variar según la causa, por lo general incluyen enrojecimiento o inflamación de la parte blanca del ojo o detrás del párpado, aumento de la cantidad de lágrimas, mayor sensibilidad a la luz, secreción blanca, amarillenta o verdosa, picazón y ardor en los ojos, sensación de cuerpo extraño o arena, o aparición de legañas y costras en ojos o pestañas, según explican los expertos.
En cuanto a las estrategias de tratamiento, en la clínica valenciana indican que dependen de la causa de la afección ocular. Así, si bien por lo general la conjuntivitis leve se cura sola, es importante consultar al oftalmólogo para prevenir contagios y complicaciones, tomando como primera medida la realización de una limpieza de los ojos y quitando las secreciones con un paño limpio, agua hervida tibia o suero fisiológico.
También suelen ser útiles las compresas frías y los analgésicos, mientras que el tratamiento médico suele consistir en la administración de colirio o gel antibiótico, que siempre debe ser prescrito y controlado por el oftalmólogo.
En este sentido, en el centro insisten en lo fundamental de acudir al especialista “si la conjuntivitis va acompañada de dolor en los ojos entre moderado y fuerte; si causa problemas en la vista, como sensibilidad a la luz o visión borrosa, que no mejoran cuando se elimina la secreción de los ojos; en los casos en los que provoque enrojecimiento intenso; o cuando los síntomas empeoran o continúan, y se sospecha que el paciente puede tener una forma grave de conjuntivitis viral, por ejemplo, causada por los virus del herpes simple o de la varicela-zóster”.
Asimismo, la presencia de inflamación de la conjuntiva en un paciente inmunodeprimido por afecciones médicas o tratamientos, o la ausencia de mejora tras 48 horas de tratamiento de la conjuntivitis bacteriana con antibióticos son causas igualmente claras para la visita al oftalmólogo.
Medidas para evitar el contagio
Por otra parte, la facilidad de contagio de este problema ocular hace que muchas de las dudas e inquietudes de la población al respecto giren en torno precisamente a cómo evitarlo o cómo reducir su riesgo de transmisión, lo cual pasa por unas sencillas medidas de higiene que debe seguir la persona afectada:
- Lavarse las manos frecuentemente con agua tibia y jabón o usar limpiadores para manos a base de alcohol.
- Evitar tocarse o restregarse los ojos.
- No usar lentes de contacto.
- Limpiar la secreción alrededor del ojo varias veces al día, enjuagándose las manos antes y después y usando un paño limpio o una bola de algodón para limpiar el área del ojo.
- Lavarse las manos también después de aplicar gotas o pomada para los ojos, y no usar el mismo envase de éstas para los ojos infectados que para los sanos, aun en la misma persona.
- Lavar fundas de almohadas, sábanas, paños y toallas con agua caliente y detergente; y enjuagarse las manos después de tocar estos artículos.
- No compartir toallas, sábanas, fundas de almohadas, maquillaje para ojos y cara, cepillos cosméticos, lentes de contacto y envases, ni gafas.
- Lavar frecuentemente las gafas.
- No realizar baños de inmersión.
Además, si el caso es el de alguien que convive con una persona con conjuntivitis infecciosa, la reducción del riesgo de contagio implica seguir recomendaciones similares de higiene de forma habitual, y tras estar en contacto con el afectado o con artículos usados por éste, con quien tampoco se deben compartir los artículos anteriormente citados.
¡Gracias a Innova Ocular por estos consejos tan útiles!
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