Ojos secos: consejos para prevenir y tratar los síntomas

Aunque tener los ojos secos seco no impide realizar las actividades cotidianas, los síntomas sí pueden afectar la calidad de vida de las personas. 

El ojo seco supone un trastorno de la película lagrimal que se debe a la deficiencia o evaporación excesiva de la lágrima, lo que puede dañar a la superficie ocular causando incomodidad con sensación de irritación y quemazón o de arenilla en los ojos, visión borrosa ocasional o lagrimeo, entre otros síntomas.

La patología, que afecta a uno de cada diez españoles de más de 40 años y en mayor medida a las mujeres , tiene origen en una deficiencia en una o varias capas de las tres que forman la película lagrimal que recubre el ojo, cuyo fin es humedecerlos y protegerlos . De esta manera, el déficit en la cantidad o calidad de la lágrima está directamente relacionada con los síntomas de la patología.

Causas de los ojos secos

No siempre existe una causa reconocible, pero existen algunos factores que impactan en la salud visual:

-Estilo de vida ajetreado.

-Trabajar largas horas delante del ordenador.

-La exposición a pantallas de televisión, móviles o tabletas.

-Estar en ambientes con aire acondicionado como oficinas o cabinas de avión.

-Leer durante mucho rato.

-Conducir, especialmente por la noche.

-La polución.

Sin embargo, el ojo seco también puede deberse a razones fisiológicas, como los cambios hormonales en la menopausia; enfermedades crónicas como la diabetes o la artritis reumatoide; una cirugía previa del ojo o tomar ciertos medicamentos.

Además, el proceso natural de envejecimiento también repercute en la película lagrimal pudiendo causar sequedad ocular. Por ello, los expertos recuerdan la importancia de realizar revisiones periódicas, mantener unos hábitos de vida saludables y seguir las siguientes recomendaciones para prevenir y tratar los síntomas del ojo seco.

Consejos para prevenir los ojos secos

1. Seguir una dieta equilibrada y completa que incluya frutas, verduras y alimentos ricos en carotinoides, antioxidantes y ácidos grasos Omega 3, como el pescado azul. Si no se ingiriesen estos alimentos, convendría suplementar la dieta con preparados que contengan estos nutrientes para el buen mantenimiento de la función visual.

2. Beber dos litros de agua al día para mantener una buena hidratación.

3. Reducir la exposición frente a ordenadores y otras pantallas y hacer pausas periódicas para que los ojos descansen.

4. Evitar espacios con sustancias irritantes como humo, polución o polen y otras partículas volátiles.

5. Mantener una correcta higiene ocular, utilizando toallitas para limpiar los párpados.

6. Utilizar compresas templadas una o dos veces al día para aumentar la humedad en la zona de los ojos.

7. Las lágrimas artificiales contribuyen a tratar los síntomas de la sequedad ocular.

8. Dirigirse al profesional de la visión capacitado para recomendar el tratamiento más adecuado para aliviar los síntomas.

Por ahora, no existe cura para los ojos secos pero afortunadamente las molestias disminuyen con el uso de lágrimas artificiales. Sin embargo, en situaciones determinadas, como envejecimiento, exposición solar prolongada, dietas desequilibradas, cansancio, consumo de tabaco o alcohol, o estrés, es conveniente reforzar la dieta normal con un aporte suplementario de nutrientes y otras sustancias esenciales que no pueden ser sintetizadas en nuestro organismo.

Por último, en cuanto a la higiene ocular, los ojos son una zona sensible y por ello, se deben utilizar productos hipoalergénicos que no provoquen irritación. Las toallitas, por ejemplo, son una buena opción para la higiene diaria de los párpados, ya que eliminan los depósitos y el maquillaje que pueden causar irritaciones en el ojo.