Pastillas para dormir: ¿ángeles o demonios?
El Dr. Javier Brualla, experto en Medicina del Sueño, nos cuenta lo que necesitamos saber sobre las pastillas para dormir, ¿son beneficiosas para nuestra salud o por el contrario nos perjudican?
Insomnio. Un 31% de los españoles padece o ha padecido este problema en alguna ocasión. Sin embargo, son pocos los que acuden a una consulta médica por este motivo y, cuando lo hacen, llegan ya con una larga historia que contar, una lista con todos los medicamentos que se han ido tomando a lo largo de los últimos años y con algunas preguntas del tipo «¿hay algo más que pueda tomarme para poder dormir? ¿ha salido algún medicamento nuevo?……porque es que todos éstos ya los conozco y no me hacen nada».
Lo que acabamos de describir suele ser ya el final de la historia; pero hasta llegar a ese punto hay un largo camino que comenzó hace varios años y que casi siempre sigue el mismo guión: cuando aparecen las primeras dificultades para dormir el «insomne» suele recurrir inicialmente a remedios caseros o a terapias naturales (un vaso de leche antes de acostarse, una infusión de valeriana, ……etc); el siguiente paso suele ser acercarse a la farmacia más cercana en busca de algún medicamento, de esos para dormir que suelen publicitarse en diversos medios y que se pueden adquirir sin receta médica. Tras el escaso éxito de las medidas anteriores, y ya cansado de que nada funcione, acaba optando por la vía más rápida: recurrir a un hipnótico (pastillas para dormir).
«¡Por fin! ¡Qué bien duermo ahora!». Pues sepa que me alegro mucho, …..y usted que lo disfrute! porque este periodo de «luna de miel» lamentablemente suele tener fecha de caducidad; y es que el uso continuado de éstos fármacos, debido a un fenómeno de tolerancia, hace que necesitemos ir aumentando progresivamente la dosis si queremos volver a conseguir los mismos efectos que al inicio del tratamiento.
Habitualmente, un hipnótico va a perder gran parte de su eficacia a los 2 o 3 meses de usarlo de forma continuada y, cuando llega este momento, surgen de nuevo las dudas: «No sé que pasa, vuelvo a dormir mal, incluso peor que al principio, y las pastillas creo que ya no me hacen efecto, …..voy a ver si subiendo un poco la dosis o cambiando a otro fármaco». ¡¡Error!!
«De acuerdo, pero….tampoco será para tanto…. ¡tanta historia por unas pastillas!. Hoy en día la gente toma muchos tipos de fármacos y no pasa nada……..». ¡Cierto!, pero estas no son unas simples pastillas; pensemos que un 5% de los españoles utiliza los hipnóticos de manera habitual para problemas relacionados con el sueño, lo que supone que en este país más de 2 millones de personas consumen este tipo de pastillas de manera regular; y hasta tal punto es preocupante que, según la última encuesta sobre alcohol y drogas en la población general en España, el consumo de somníferos y tranquilizantes se habría convertido, junto con el alcohol y el tabaco, en la droga más usada, incluso por delante del cannabis.
Por otro lado, tampoco debemos olvidar que estamos hablando de unos fármacos que no son del todo inocuos ya que pueden producir somnolencia diurna y confusión, sobre todo en personas de edad, sin olvidar un estudio reciente en el que se ha llegado incluso a relacionar el consumo crónico de este tipo de fármacos con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer.
«Ya, pero entonces….¿debo tomarme las dichosas pastillas o no?¿no hay ningún otro remedio para poder dormir bien de una vez sin tanto riesgo ni tanta historia ? porque, después de leer todo esto todavía tengo más dudas y ahora si que ya no se qué hacer……»
Alternativas a las pastillas para dormir
Lo que hay que saber es que el insomnio crónico difícilmente se va a curar sólo con pastillas. La solución no es sencilla y en las Unidades del Sueño tampoco disponemos una «varita mágica» que consiga recuperar el sueño rápidamente de un día para otro (ya nos gustaría). No la tenemos, pero sí disponemos de tratamientos alternativos o complementarios al farmacológico que han demostrado ser muy eficaces para poder volver a dormir bien; y también tenemos algunos buenos consejos que aquí les dejo:
– Nunca debemos recurrir a los hipnóticos o pastillas para dormir de forma incontrolada. Si tenemos problemas para conciliar o mantener el sueño lo más aconsejable es no automedicarse y consultar desde el principio a su médico para que le indique el tratamiento más conveniente.
– Intentar evitar siempre la toma crónica y sistemática de pastillas para dormir.
– Para algunos casos particulares, las pastillas para dormir pueden llegar a ser absolutamente necesarias. Cuando los hipnóticos se administran durante un tiempo limitado y están bien indicados, son generalmente muy útiles (tampoco debemos demonizarlos).
– No debemos pensar en las pastillas para dormir como el único tratamiento del insomnio. Unas buenas prácticas de sueño y la aplicación de medidas no farmacológicas, de tipo cognitivo-conductual, van a ser, a largo plazo, mucho más potentes y eficaces que cualquier pastilla.
– Debemos aprender a ir reduciendo el nivel de actividad y a «desconectar» (del trabajo, de los problemas,…etc.) unas dos horas antes de la hora prevista para irnos a la cama. Si en el momento de dormir estamos estresados o demasiado «activados», por muchas pastillas para dormir que nos tomemos no podremos evitar esos «ojos como platos».
Dr. Javier Brualla
Neurofisiólogo Clínico y Somnologist (Experto en medicina del sueño)
Unidad de Sueño – Hospital Internacional Vithas Medimar Alicante
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