Puntos clave en la regeneración de rodilla: Células madre versus PRP
En pleno siglo XXI el tratamiento de Plasma Rico en Plaquetas (PRP) ha comenzado a introducirse en los tratamientos para la regeneración de rodilla y alteraciones del cartílago.
El tratamiento con PRP se obtiene de la propia sangre del enfermo, mediante un proceso de centrifugado de la muestra de sangre. Este centrifugado tiene como objetivo conseguir la fracción más rica en factores de crecimiento. Los factores de crecimiento son proteínas que regulan la respuesta inflamatoria y facilitan la recuperación de las lesiones.
Se ha comprobado tras la aplicación de PRP una disminución del dolor en el enfermo y una mejora en la calidad de vida. Existen dos métodos para realizar este tipo de tratamiento, uno es el “método abierto”, con pipeteo manual, y otro es el “método cerrado”, con kits desechables. En función del sistema que se utilice la concentración plaquetaria puede variar.
El método con pipeteo abierto conlleva ciertos riesgos, por un lado la transmisión de enfermedades, y por otro una menor pureza de factores de crecimiento al realizarse de forma manual.
El método cerrado, sin embargo, garantiza mejores resultados. Se realiza de forma mecánica y se utilizan kits desechables. Con este método se consigue una mayor pureza de los factores de crecimiento debido a una ultra concentración plaquetaria uniforme.
El tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas se ha extendido recientemente por su eficacia en la curación de las lesiones o alivio de los síntomas en el paciente. A pesar de ello, antes de escoger un tratamiento, es aconsejable informarse y encontrar la opción más adecuada.
Células madre
Es importante no confundir el sistema de plaquetas con el de células madre ya que existen diferencias notables entre ambos. Las células madre no se pueden extraer de la sangre periférica, únicamente del lugar en el que se hallan (interior de los huesos y grasa corporal).
Además, están presentes en nuestro organismo desde que nacemos. Una vez pasan a ser células madre adultas pueden usarse para regenerar el cartílago articular. En cuanto al proceso de extracción, las células se extraen con anestesia durante una artroscopia de rodilla (cirugía mínimamente invasiva).
Con este método se puede regenerar la rodilla con cartílago hialino, por artrosis o por alteraciones del cartílago, tanto en pacientes mayores como en jóvenes, como ya hemos objetivado en nuestra casuística.
Actualmente, y gracias a este sistema, se están solucionando muchos casos desahuciados por las técnicas convencionales. Como ocurre con todas las técnicas, únicamente el tiempo y las investigaciones perfeccionarán el uso de estos tratamientos, con el objetivo de mejorar los resultados a corto y largo plazo.
En resumen:
-Las células madre tienen una alta capacidad de regeneración.
-El PRP es un eficaz antiinflamatorio, analgésico y optimizador de la articulación.
-El plasma plaquetario es un tratamiento biológico. Para que sea efectivo no debe mezclarse con sustancias derivadas de animales como el ácido hialurónico.
Como vemos la aplicación de PRP y células madres son tratamientos prometedores de los que a día de hoy ya se están obteniendo resultados exitosos y satisfactorios en pacientes.
Dr. Simón Campos
Traumatólogo especialista en rodilla y lesiones deportivas