Esguince cervical en vacaciones: ¿cómo prevenirlo?
Con el Puente de Diciembre y, sobre todo, con las vacaciones de Navidad a la vista, volverán los días negros para una dolencia muy extendida: el esguince cervical.
Consecuencia de los accidentes de tráfico (aunque también puede producirse en otras circunstancias, la carretera –o la calle- mientras se conduce, es el escenario más común), muchos de los casos de este daño físico se producen tras un alcance (por delante o por detrás) en retenciones y atascos. La escena es casi siempre la misma. Esto es, durante un desplazamiento con el coche, nos encontramos con una retención inesperada que nos hace frenar de forma brusca. Entonces, el coche que tenemos detrás (que probablemente no ha guardado la distancia de seguridad) nos embiste. Esa colisión provoca que nuestra columna se vea sometida, entonces, a un movimiento muy rápido y brusco, primero de flexión y, luego, de extensión, que, en numerosas ocasiones, causa un esguince. Es lo que se conoce popularmente como latigazo cervical.
El neurocirujano aragonés Fernando Sanjuán Martín es experto en el tratamiento del esguince cervical. El doctor explica que, de producirse un esguince cervical “de forma inmediata, o a las pocas horas, aparece un dolor en la región posterior del cuello y de la zona occipital, se aprecia trestrictión cinética, no existe irradiación dolorosa al brazo y se manifiesta sensación de inestabilidad o mareo”
Evidentemente, la mayoría de estos accidentes son casos leves. Sin embargo, hacen que se dispare la incidencia de esquinces (o, latigazos) en calles y carreteras. ¿La mejor medida para evitarlos? Mantener la distancia con los vehículos que nos anteceden, y preceden, en la circulación. Y no ponerse nervioso.
Lo normal es que no queden secuelas
La Universidad Carlos III de Madrid, a través de su cátedra AXA-UC3M de Análisis, Comprensión y Prevención del Riesgo, se ha convertido en una institución puntera, a nivel internacional, en el estudio y tratamiento del esguince cervical. Así, según datos recogidos por el centro estadístico de esta universidad, sabemos que, en el 70% de los pacientes de esguince cervical, el dolor se resuelve en 2-3 meses. Tan sólo en el otro 25% de los casos los síntomas persisten durante más de 6 meses. Por estas estadísticas también sabemos que alrededor de 250.000 lesionados son declarados, cada año en España, por ésta patología, con un coste individual superior a los 5.000€. También, que Andalucía y Murcia son las regiones con más casos de esguinces cervicales, mientras que, por el contrario, Islas Baleares y Canarias son las de menor incidencia (proporcionalmente a su población).
Esguince cervical: Tratamiento y curación
Actualmente disponemos de numerosos tratamientos, desde técnicas fisioterapéuticas y rehabilitadoras a tratamientos farmacológicos, de apoyo psicoterapéutico, estimulación eléctrica transcutánea y acupuntura, junto a técnicas intervencionistas (infiltraciones interfasciales y de puntos gatillo, estimulación eléctrica medular, radiofrecuencia y bloqueos nerviosos, entre otras) y quirúrgicas, que se indican en función de la patología del paciente y la situación individual de cada caso. En todo caso, Fernando Sanjuán deja claro que, en la inmensa mayoría de los casos “retorno a la normalidad y a la actividad laboral de forma precoz, contribuyen al proceso de recuperación temprana”, teniendo que ser especialmente precavidos –añade el doctor- con la adopción de medidas como la infiltración de toxina botulínica en la musculatura cervical “no han demostrado evidencia científica de utilidad en el manejo del dolor del esquince cervical leve, siendo descabellada la propuesta de una artrodesis vertebral (sistema de fijación de dos o más vértebras adyacentes)”.
Lo normal es que, en la gran mayoría de los casos, un esguince cervical tenga una curación total. Sin embargo, en ciertos casos, el dolor puede volverse crónico. Para el neurocirujano Fernando Sanjuán Martín esta posibilidad es mucho mayor “en aquellos casos en los que convergen, además del accidente, ciertos factores adicionales físicos, psicológicos, sociales y culturales (fragilidad o debilidad muscular, situaciones laborales precarias que tienden a prolongar la duración de la baja, estado de ánimo fluctuante, ansiedad…)”.
El uso del collarín
Es probable que la imagen prototípica de un paciente de esguince cervical sea el collarín que lleva puesto. Pero ojo, que no para todos los casos y todas las situaciones está igualmente indicado. En opinión del doctor Fernando Sanjuán “las medidas clásicas de inmovilización mediante un collarín cervical, deben reservarse para situaciones especiales como la conducción, o el desplazamiento, en un vehículo de automoción. El retorno a la normalidad y a la actividad laboral de forma precoz, contribuyen al proceso de recuperación temprana”.
Y cuidado con querer engañar a las compañías de seguros. Hace algunos años, nueve miembros de una misma familia fueron condenados a penas de nueve meses a tres años y medio. Además, tuvieron que devolver el dinero que habían recibido de sus compañías de seguros a éstas.
Pepe Varela
Periodista