Esperando a Sofía y los trasplantes de médula ósea
Esperando a que Sofía nazca en las próximas 24 horas, le pregunto a su futuro padre y amigo mío, sobre qué le gustaría que escribiera este trimestre que pudiera ser de interés.
“Sobre el trasplante en los niños” me dice. Y dado que días previos me nombraron la Fundación Josep Carreras como posible beneficiaria de uno de mis talleres de Reanimación Cardiopulmonar en una escuela, no me lo pensé más, pues creo que, en general, sabemos poco sobre los trasplantes de médula ósea y, menos aún, cómo ser donantes de vida.
¿Qué es, pues, un trasplante de médula ósea?
El trasplante de médula ósea es a veces la última opción posible para curar la leucemia linfoblástica aguda, el cáncer infantil más frecuente, y otras enfermedades de la sangre. Es similar a una transfusión de sangre, sustituyendo las células enfermas del receptor por células madre sanas capaces de convertirse en cualquier célula de la sangre. Estas células madre se pueden obtener del cordón umbilical (de ahí la importancia de los bancos públicos de cordón umbilical) y de donantes mayores de edad, bien mediante la extracción de sangre periférica, similar a una donación de sangre normal, o bien a través de una punción en la parte posterior de nuestra cadera en quirófano y bajo anestesia. El que se haga de un método u otro va a depender de la solicitud del centro de trasplante.
En cualquier caso, son procedimientos indoloros y gratificantes puesto que le estás ofreciendo a otra persona la posibilidad de vivir. Nuestras células volverán a repoblarse en unas semanas, igual que en las donaciones de sangre que realizamos habitualmente.
Y, ¿cómo nos podemos hacer donantes de médula ósea?
Debemos ser personas sanas entre 18 y 55 años, y pesar más de 50 Kgrs. Nos ponemos en contacto con el centro de Donantes de Médula ósea más cercano (disponible en internet), y después de darnos la información detallada, nos hacen un reconocimiento médico y nos extraen una muestra de sangre para definir la posible compatibilidad con un futuro receptor que lo necesite y nos inscriben como donante en el registro de donantes voluntarios de todo el mundo. En nuestro país, se empezó este registro el año 1991 gracias a la Fundación Josep Carreras. Si en algún momento, aparece alguien en todo el mundo que pueda necesitar tu médula ósea porque existe un mínimo de compatibilidad, te vuelven a llamar para hacer efectiva la donación.
Actualmente la leucemia sigue siendo la 2ª causa de mortalidad en los más pequeños, y 3 de cada 4 no tendrá un familiar compatible por lo que requerirán de un donante altruista para poder sobrevivir.
¿quién sabe si uno de nosotros tenemos la llave para que otra persona pueda vivir?, ¿quién sabe si alguna vez alguien tiene esa llave para nosotros?
Pediatra especialista en Cardiología infantil y ecocardiografía fetal
Hospital Vitas Medimar Internacional de Alicante