Exposoma: qué es y cómo afecta a tu piel
Cuando hablamos de exposoma nos referimos al conjunto de factores internos y externos que afectan al estado de nuestra piel, entre ellos: alimentación, radiación UV, contaminación, ritmo de vida, etc.
Es decir, se trata de la suma de factores a los que estamos expuestos desde nuestro nacimiento hasta nuestra muerte. Este término fue acuñado en 2005 por Christopher P. Wild, epidemiólogo molecular y director de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, quien pretendía explicar cómo el cuerpo humano se relaciona como el entorno y responde ante su exposición.
El exposoma es el responsable de hasta un 80% del envejecimiento de nuestra piel
En base a los estudios realizados, podemos afirmar que hasta el 80% del envejecimiento cutáneo es debido al exposoma, mientras que el 20% restante corresponde a los genes. Por lo tanto, ese 80% corresponderá a factores externos que podemos controlar.
La posibilidad de conocer el impacto de estos factores nos dará las claves para conocer mejor los mecanismos del envejecimiento y cómo podemos combatirlos. De todos los factores, el que más afecta a nuestra piel es la radiación solar, sobretodo durante los meses de verano, donde la radiación UV es mayor. Además, es cuando pasamos más tiempo al aire libre. De ahí la importancia de elegir un buen protector solar, como por ejemplo los protectores solares de la marca Ladival.
No debemos olvidar que la piel tiene memoria, por lo que los efectos nocivos del sol se acumulan progresivamente en ésta a lo largo de la vida. Las radiaciones violetas también son responsables del envejecimiento cutáneo, quemaduras y cáncer de piel, entre otras.
Repasemos a continuación otros factores que también afectan a nuestra piel.
Exposoma: los factores que más afectan a nuestra piel
- La contaminación
La contaminación puede proceder de muchas fuentes: emisión de gases, tráfico, niveles de ozono, etc. Está demostrado que exposiciones altas de contaminación puede causar manchas en la piel. Además, el ozono del ambiente reduce los antioxidantes, haciendo que la piel se vuelva más susceptible al envejecimiento.
- El tabaco
No sólo es nocivo para la salud, sino también para la piel. El consumo del tabaco provoca un aumento en el número de arrugas, influyendo también en el brillo y la tonalidad del cutis. ¿Te has fijado alguna vez en el tono opaco y cetrino de algunas personas fumadoras? Por si no fuera suficiente, la cicatrización es peor, y hay una mayor propensión a la aparición de manchas, además de una mayor laxitud.
- La alimentación
Una dieta equilibrada, rica en antioxidantes (frutas y verduras), protege frente el envejecimiento. Sin embargo, una mala alimentación (ultraprocesados, alcohol…) dañará la piel y el proceso de envejecimiento se acelerará. La mala alimentación también causa otros síntomas como la dermatitis. Por lo tanto, una dieta adecuada es clave para el equilibrio y funcionalidad de nuestro cutis.
· El estrés
El estrés crónico afecta negativamente al sistema inmune, generando una mayor producción de cortisol. Esto produce desajustes hormonales y debilita nuestro sistema inmunológico. Además, inhibe la producción de colágeno y elastina, que le proporcionan a la piel elasticidad, volviéndose más vulnerable.
- El clima
La temperatura es clave en la salud de la piel. Por una parte , el frío y el viento alteran la barrera cutánea, ya que pueden provocar la deshidratación de la piel al bajar la humedad del ambiente. Esto conduce a que la piel se reseque. En cuanto a las altas temperaturas, por su parte, producen una bajada de los niveles antioxidantes , dañando la proteína encargada de crear colágeno, favoreciendo el envejecimiento prematuro de las células.
- La falta de sueño
Dormir poco afecta tanto a nuestra piel como a nuestro estado de ánimo, provocando mal humor, tristeza o irritabilidad. Los recomendable es dormir entre siete y ocho horas al día. La falta de sueño también se asocia a un mayor riesgo de patologías crónicas, así como arrugas más marcadas y tono irregular.
¿Por qué es importante un buen descanso?
- Para eliminar las toxinas acumuladas durante el día.
- Porque mientras duermes el cuerpo produce colágeno y elastina.
- Porque las cremas actúan mejor de noche. Al aumentar la circulación de la sangre la piel se vuelve más permeable y receptiva. Restaura su vitalidad y combate la aparición de arrugas.
Ahora que ya conoces los principales factores que afectan a tu piel, en tu mano está conseguir una piel más joven y saludable.
Recomendaciones para tener una piel más sana
Para evitar el envejecimiento prematuro, desde Más Que Salud te recomendamos una serie de sencillos cambios que puedes incluir en tu día a día:
– tomar frutas y verduras ricas en antioxidantes
– dormir entre 7/8 horas al día
– evitar el tabaco y el alcohol
– realizar 30 minutos de actividad física diaria
– utilizar un buen protector solar
También el uso de cosméticos específicos pueden ser de gran ayuda, ya que estos actuarán como escudo protector.
Siguiendo estas sencillas recomendaciones conseguirás una apariencia más joven y saludable, independientemente de tu edad.