«Gracias a la beca PFER he desarrollado en profundidad mi habilidad en cirugía de la retina»
Isabel Pascual Camps estudió su licenciatura en Medicina en la Universidad de Valencia, centro educativo en el que llevó a cabo su tesis doctoral sobre patología retiniana. No fue hasta su residencia, en el Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, donde se especializó en Oftalmología.
Posteriormente, gracias a la beca del Programa de Formación de Expertos en Retina de la Sociedad Española de Retina y Vítreo, pudo subespecializarse en la patología vítreo-retiniana en el centro FISABIO Oftalmología Médica.
-¿En qué momento decidió especializarse en cirugía ocular? ¿Y en cirugía de retina?
Parte de nuestro trabajo como oftalmólogos es quirúrgico de base. Sin embargo, la formación quirúrgica durante la residencia suele estar limitada a las cirugías oculares más frecuentes. La cirugía de las diferentes subespecialidades también se aprende y se practica, pero no en suficiente cantidad como para tener autosuficiencia quirúrgica en ese tipo de patología. Por ello, se hace necesaria una subespecialización.
Durante mi periodo de formación como especialista en oftalmología, desarrollé un particular interés en la patología retiniana. Resulta ser una patología muy ligada a enfermedades del resto del cuerpo, lo que la hace más interesante. Además, la cirugía es muy variada y delicada; ya que, en retina, se trabaja con tejidos de 0,1mm o menos.
-¿Qué supuso para usted conseguir la beca PFER de Alcon?
¡Una gran oportunidad! Como comentaba, durante la residencia me interesé particularmente en la subespecialidad de retina y esta beca era la mejor opción de profundizar en los conocimientos científicos y en las técnicas quirúrgicas de la misma. Es un año muy intenso, que te permite mejorar tus conocimientos y habilidades de forma rápida.
– El año de beca es uno muy intenso, ¿cómo se preparó para poder seguir el ritmo? ¿Había experimentado algo parecido antes?
Sin duda es un año en el que debes aprovechar cada momento para aprender todo lo que puedas, y eso implica mucho trabajo y horas. Ayuda mucho tener conocimientos previos, al menos teóricos, de la subespecialidad. De esta manera es más fácil de aplicar y relacionar todo aquello nuevo que vas absorbiendo durante este periodo formativo.
El periodo de residencia, y particularmente en el hospital en el que yo lo hice, ha sido lo más parecido a esta experiencia. Ambos son periodos de alto rendimiento académico y laboral, de forma que al afrontar la beca PFER ya tenía cierta experiencia en periodos formativos intensivos.
– ¿Qué destacaría de su año en el servicio de FISABIO?
FISABIO ha sido el mejor sitio en el que poder desarrollar mis conocimientos y habilidades en esta gran subespecialidad. Se trata de un centro de alto rendimiento quirúrgico y científico; esto, sumado a la calidad humana de los que fueron mis mentores, me permitió sacarle muchísimo partido a mi año de estancia en el mismo.
Gracias a la gran cantidad de cirugías que se llevan a cabo, además de la gran variedad y de la alta complejidad de casos que se ven en este centro, he podido desarrollar en profundidad mi capacidad quirúrgica. Sin duda, mis mentores (la Dra. Mª Carmen Desco, el Dr. Jorge Mataix, la Dra. Palacios y la Dra. López-Prats) hicieron que la experiencia fuera excelente. Ya que me supieron transmitir su gran conocimiento de la subespecialidad, a la vez que compartieron su calidad como personas.
– De todos esos casos, ¿guarda alguno especial en la memoria?
La verdad es que muchos fueron especiales. Algunos por la complejidad del caso, otros porque supusieron un hito en mi formación, o bien por ser el primero, o bien por ser el que marcó un antes y un después en mi habilidad quirúrgica.
Ahora mismo, me viene a la cabeza un caso. Se trató de una paciente mayor, que estaba en tratamiento con inyecciones intravítreas y que, por desgracia, sufrió una endoftalmitis (una infección intraocular severa), que es una de las complicaciones más graves que puede tener este tratamiento. Fue un caso complejo a la hora de realizar la cirugía y con una evolución lenta, pero finalmente la paciente mejoró y estaba muy contenta. Se trata de una patología que en muchas ocasiones deja el ojo en muy mal estado y la paciente era consciente de ello. El haber mejorado y ganado visión tras el tratamiento y seguimiento fue una gran alegría tanto para ella como para mí.
– ¿En qué se ha visto beneficiada su carrera con la oportunidad de formarse en el servicio de FISABIO?
Esta beca y la posibilidad de llevarla a cabo en FISABIO me han aportado nuevos conocimientos y habilidades de aplicación directa en mi práctica clínica habitual. Pudiendo dedicarme actualmente a la retina con unos conocimientos y habilidades afianzadas.
Me ha permitido también desarrollar mis aptitudes científicas, llevando a cabo estudios clínicos y publicaciones científicas. Sin duda, poder llevar a cabo este aprendizaje de forma intensiva y en un centro de alto rendimiento como FISABIO, hace que la adquisición de conocimientos y habilidades sea mucho mejor y más rápida.
La cirugía de la retina requiere de mucha práctica y sólo es posible adquirir habilidad suficiente en poco tiempo si se trata de un centro de alto rendimiento quirúrgico como es FISABIO.
En un centro oftalmológico habitual, el volumen de cirugía es mucho menor y se tardarían años en adquirir la misma habilidad quirúrgica, retrasando su puesta en práctica en tu día a día profesional.
– ¿Cuáles son los retos que presenta la cirugía de retina en nuestro país?
Tenemos la suerte de que en nuestro país disponemos de la más alta tecnología y de todas las novedades que van surgiendo para el tratamiento quirúrgico de las enfermedades de la retina.
El reto a nivel personal suele ser conseguir la suficiente experiencia para desarrollar tus habilidades al máximo. A nivel comunitario, creo que el reto está en los tiempos, muchas veces se retrasan los tratamientos (por múltiples causas: listas de espera, pacientes poco preocupados por su patología…) y ello empeora los resultados.
En todo caso, un gran reto sigue siendo evolucionar en la subespecialidad, conseguir resultados cada vez mejores o poder resolver problemas que anteriormente se daban por perdidos. Todavía queda mucho que investigar y muchas técnicas y tratamientos que desarrollar.