Hábitos para prevenir el estrés (Parte IV)
El Dr. Carlos Van der Hofstadt, Psicólogo Especialista en Psicología Clínica y responsable de la Unidad de Psicología Hospitalaria del Hospital General de Alicante, nos habla sobre los hábitos para prevenir el estrés.
Todo el mundo suele conocer a alguien cercano que padece o ha padecido estrés. Como sabemos, combatirlo no es sencillo. Sin embargo, incluir pequeños cambios en nuestra rutina puede hacernos sentir mejor
Esto es lo que nos ha contado el Dr. Van der Hofstadt.
Hábitos para prevenir el estrés
-Dedique tiempo a realizar actividades deportivas, le ayudará a aliviar tensiones y se mantendrá en forma.
-Reúnase con amigos, socialice.
-Mantenga sus aficiones, recupere antiguos hobbies.
-Disfrute de su tiempo libre. No importa si son 5 minutos o 20, inviértalos en usted.
-Y sobre todo trate de no abandonar las actividades que le aporten confort y distracción.
Estrés y malos hábitos
Frecuentemente las personas que viven etapas de alto estrés realizan conductas poco saludables que llegan a formar parte de sus hábitos cotidianos. Se trata de conductas como comer de forma rápida y poco saludable, no dormir las suficientes horas e incrementar el consumo de estimulantes como el tabaco, café, cola, alcohol, etc.
Para lograr un adecuado control del estrés debemos controlar también estas conductas perjudiciales. Es importante que la persona con estrés tome conciencia de si sus actos realmente le ayudan a relajarse, por ejemplo, fumarse un cigarro ante una situación de estrés, no es más que engañosa, porque el tabaco, la cafeína o el alcohol en realidad activan más aún el sistema nervioso.
Conductas de evitación
También hay que mencionar las conductas de evitación y escape. La persona ante una respuesta de estrés alta, donde no controla su activación y cuando aún desconoce los medios para reducirla y controlarla, tiende a llevar a cabo conductas de evitación como por ejemplo no ir al examen que tenía, no presentarse a la reunión de la oficina, etc. Puede darse el caso de que no evite las situaciones de estrés y sí que acuda a los sitios en cuestión, pero una vez allí no sepa controlar el grado de activación que siente y huya del lugar poniendo una excusa, es decir, realice una conducta de escape.
A medida que la persona va conociendo mejor su respuesta de estrés y va poniendo en práctica todas las técnicas para el control fisiológico y cognitivo (respiración diafragmática, relajación progresiva, etc.), es importante que intente no realizar las conductas de escape y evitación. Es decir, debe aprender a no evitar las situaciones de estrés ni huir de ellas, pues pese a que aparentemente en un primer momento aportan tranquilidad y seguridad, a largo plazo dichas conductas son totalmente desadaptativas y contribuyen a mantener la respuesta de estrés en el tiempo, ya que la persona nunca se enfrenta a la situación.
Parte II: Los tres componentes del estrés
Parte III: Técnicas de relajación
Pingback: ia Cosmetics: hidratación y belleza para tu piel Interapothek
Pingback: Disfunción eréctil y COVID-19: 8 causas de la impotencia
Pingback: Consejos para aumentar la libido cuando hace frío
Pingback: Endomanga, reduce tu estómago sin cirugía - Todo lo que debes saber