Implantología dental ¡Todo lo que debes saber!
La implantología dental es una de las soluciones, a la que recurrimos en la actualidad ,para conseguir unos dientes sanos y una sonrisa perfecta. Si estás pensando en utilizar este tipo de tratamiento ponte en manos de profesionales y estudia las opciones disponibles de IMED Dental.
Este tipo de método es parte muy importante de la odontología que consigue subsanar, entre otras cosas, la pérdida de dientes a través de implantes colocados en el hueso mandibular.
Una solución práctica y fiable para que tu sonrisa luzca perfecta y te sientas cómoda/a con su aspecto habitual, mediante la utilización de prótesis de diferentes tamaños y materiales, las cuales logran la restauración de las funciones como masticar, la fonética y la estética y de esta forma recuperar la estructura de la boca y la salud bucodental.
Si te interesa sigue leyendo y te contamos todos los detalles que debes saber.
Implantología dental ¡Todo lo que debes saber!
Evolución sobre la implantología dental
La implantología dental moderna, tal y como la conocemos a día de hoy, nació en los años 70 de la mano del médico sueco Per-Ingvar Brånemark, a quien se le acredita el descubrimiento del concepto de la osteointegración, aspecto vital para los implantes dentales como los entendemos hoy día.
Debido a las propiedades físico-químicas del titanio, el doctor Brånemark pudo ver que era posible colocar un implante dental en el tejido óseo del paciente, y que este creciera alrededor de los surcos de la pieza, lo que aseguraría la mejor sujeción posible.
A partir de este descubrimiento, la implantología dental se ha vuelto una de las disciplinas odontológicas donde mayores innovaciones científico-técnicas se están produciendo, como la regeneración ósea o los implantes de carga inmediata, y se encuentra en constante evolución.
¿En qué consiste un implante dental?
Los implantes dentales son tornillos elaborados en titanio u otros materiales biocompatibles (lo que permite que no haya rechazo por parte del sistema inmunológico de nuestro organismo) cuya función es hacer la labor de las raíces naturales de los dientes que hemos perdido.
La principal diferencia entre los implantes dentales y las dentaduras postizas (también conocidas como prótesis dentales removibles) es que los implantes se atornillan directamente en el hueso maxilar del paciente, logrando una fijación mayor y mejor. Esto es la razón por la que se le considera una evolución de las dentaduras postizas.
Una vez colocados los tornillos o “raíces dentales artificiales”, el odontólogo coloca una prótesis dental, elaborado mediante materiales cerámicos en un laboratorio protésico, que imita la estética y las propiedades físicas del esmalte natural de los dientes.
¿Cómo es el proceso de los implantes dentales?
Con el objetivo de resolver algunas de las dudas más frecuentes sobre la implantología dental, Clínica IMED resuelve algunas de las dudas más habituales en los pacientes interesados en esta práctica odontológica.
El primer paso tomado por el especialista maxilofacial es realizar una prueba de imagen, con la que se obtiene una buena visión del hueso para verificar que es posible implantar en él correctamente la nueva pieza. También se realiza una exploración de la encía para ver si está sana (en el caso de no encontrarse en condiciones óptimas será necesario realizar un tratamiento para curarla). Además, hay que valorar la oclusión de la boca, es decir, cómo se muerde, para asegurarse de que la zona del implante no recibirá más presión de la adecuada.
En el caso de encontrar infección en la encía habrá que solucionar el problema previamente (a veces se recetan antibióticos, se hace una limpieza dental…). Pero, si el problema es que no se dispone de hueso suficiente, en ocasiones se puede llegar a regenerar usando hueso del mismo paciente o de bovino. Se descartará la colocación de implantes si la encía no sana o no se puede generar suficiente masa ósea.
Si se da esta situación, se optará por el clásico “puente”. En este caso, se procede con la colocación de una prótesis dental que va apoyada en las piezas de los lados, pero para ello es necesario limarlos para que el puente se aguante bien, lo que causa el debilitamiento de esos dientes. Razón por la que, ya hace un tiempo y siempre que sea posible, se acostumbra a recomendar antes el implante.
No, la gente no será capaz de ver el tornillo de los implantes. Además, los dientes artificiales (coronas dentales) que se colocan sobre ellos son creados para que parezcan naturales y propios de la persona que los lleva.
No exactamente. En ocasiones puede ocurrir que se mueva el implante debido a una mala integración en el hueso y la encía. En este caso, hay que quitarlo y el especialista valorará si se puede poner otro.
Obviamente la sensación no es equivalente a la del resto de los dientes, ya que tanto el implante como el diente que se coloca encima de él son piezas artificiales. Sin embargo, no se notará dolor ni molestia ni el implante ni el nuevo diente.
No existen estudios que lo puedan cuantificar, pero cada vez son más las personas que optar por la colocación de implantes como solución a la pérdida de piezas dentales. Además, según una revisión de varios estudios, el porcentaje de éxito es del 94,6% a los 13 años de su colocación.