Inestabilidad del hombro en deportistas
Definimos la «inestabilidad» del hombro como una incapacidad para mantener la cabeza humeral centrada en la glenoides, dando lugar a una excesiva traslación no deseada.
La estabilidad glenohumeral combina factores estabilizantes anatómicos dinámicos y estáticos que existen de manera combinada y que en el fallo pueden ser aditivos, dando lugar a la inestabilidad o a una traslación excesiva no deseada.
El labrum y la cápsula, forman un sello alrededor de la cabeza humeral; el efecto ventosa ayuda a centrar la cabeza humeral de forma independiente de las fuerzas musculares. Si el labrum glenoideo se desgarra o se erosiona el cartílago articular, la capacidad del complejo capsulolabral para “sellar” la cabeza humeral, está limitada. En el hombro el líquido sinovial de la articulación glenohumeral facilita la estabilidad a través del fenómeno de “adhesión-cohesión”; un fluido adhesivo, es aquel en el que las moléculas se ven atraídas a moléculas similares; una superficie cohesiva es una a la cual se adhiere el fluido, así que cuando dos superficies cohesivas (Cartílago Articular) se ponen en contacto con un líquido adhesivo (líquido sinovial), la adhesión del líquido y la cohesión de las superficies tienden a mantener juntas las superficies.
Inestabilidad y desgarro del labrum
Así que la pérdida de cartílago articular y los desgarros del labrum limitan tanto la adhesión-cohesión como el efecto ventosa. Los cambios inflamatorios en el líquido sinovial, alteran sus propiedades cohesivas.
El origen de este problema puede ser como consecuencia de un evento traumático inicial de alta energía, que dan lugar a una inestabilidad en una dirección y se asocian siempre con desinserciones/roturas del labrum.
En otras ocasiones no hay un mecanismo de alta energía, pero sí una serie de eventos de baja energía descompensatorios y la inestabilidad clínica es tal que la cabeza humeral se traslada de forma excesiva en múltiples direcciones. En estos pacientes jóvenes con dolor hay que sospechar siempre este tipo de lesiones, a veces difíciles de diagnosticar si no se piensa en ellas.
Una vez hemos llegado a un diagnóstico de inestabilidad en un deportista que siempre es traumática bien de alta o de baja energía, la solución es quirúrgica mediante la Cirugía Artroscópica del hombro, lo antes posible, pues si no es así se irá degenerando y ampliando las lesiones de ese hombro.
Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Vithas Medimar Internacional. Alicante
Foto portada: Isabel María Ferrándiz.
Artículo publicado en el nº 45 de Más Que Salud, puedes leerlo en el siguiente enlace.
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