La copa menstrual: Esa gran desconocida
La copa menstrual o copa vaginal, es un recipiente de silicona, látex o plástico quirúrgico que se introduce en la vagina durante la menstruación.
A diferencia de los tradicionales métodos de higiene femenina, como los tampones y las compresas, la copa no absorbe el flujo sino que lo recoge para eliminarlo cuando sea necesario.
A lo largo de los años las mujeres pueden llegar a utilizar más de 15.000 compresas o tampones en su vida fértil , con lo que esto conlleva de consumo y residuos. Sin ir más lejos las españolas gastan anualmente más de 264 millones de euros en estos productos.
Cada vez más mujeres se animan a probar métodos alternativos, uno de ellos es la copa menstrual. Sus principales características son el ahorro y el respeto por el medio ambiente. Como dato, hay que tener en cuenta que cada año se desechan en el mundo en torno a 45.000 millones de compresas y tampones.
Las copas menstruales se reutilizan, de ahí que sean respetuosas con el medio ambiente, de hecho pueden usarse entre tres y diez años, (dependiendo del mantenimiento y del fabricante) . Además, al no tener que cambiarla a menudo o comprarla, el ahorro está garantizado.
¿Cómo se utiliza?
El mecanismo es sencillo, aunque las primeras veces, como ocurre con los tampones, puede costar un poco. Para asegurar su funcionamiento correcto, es necesaria doblar la copa antes de introducirla por la parte inferior de la vagina; una vez dentro, se va a fijar correctamente sostenida de las paredes vaginales.
Para saber cuándo es recomendable retirar la copa, esta (en algunas versiones) incluye marcas en la parte superior que indican la capacidad del contenido. Además tiene un pitorro en la parte inferior para poder extraerla. Hay diferentes tamaños y capacidades, se puede mantener hasta 12 horas y rara vez se llena.
A la hora de limpiarla con un poco de agua tibia y jabón es suficiente, aunque sino se dispone de agua podemos utilizar un poco de papel, eso sí, después de cada ciclo se recomienda su esterilización, introduciéndola en agua hirviendo.
Beneficios
-El uso de compresas y tampones están asociado a problemas de sequedad, candidiasis, cistitis, olores y Síndrome de Shock Tóxico. Sin embargo, la copa menstrual no perjudica la salud, no es molesta y no altera la menstruación.
-A diferencia del tampón no contiene geles absorbentes, desodorantes o blanqueadores.
-No absorbe las defensas naturales ni deja fibras en la pared vaginal.
-Además puede llevarse toda la noche sin necesidad de ir al baño o preocuparte por manchar las sábanas.
-Podrás practicar deporte sin problema, incluso acuáticos.
Desventajas
-Si tienes una menstruación muy abundante es posible que necesites revisar la copa con mayor frecuencia, o ponerte una compresa.
-Si estás fuera de casa y tienes que lavarla en un baño público puede resultar incomodo.
Opiniones
Los primeros registros de copas menstruales datan de la década de 1930, aunque hasta 1987 no se fabricaron las primeras elaboradas con látex, con un modelo similar al actual. A día de hoy la copa menstrual, con más de 25 años en el mercado, aún es para algunas mujeres esa gran desconocida. Además se trata de una inversión que se realiza cada determinado tiempo, debido a su durabilidad, por lo que la publicidad es escasa y apenas se sabe de ella. De hecho en España su utilización no es muy frecuente, aunque las opiniones suelen ser positivas.
Precio
El precio depende de cada fabricante, aunque oscila entre 12 y 30 euros. A través de Internet su adquisición es muy sencilla, aunque también se pueden encontrar en farmacias y determinadas grandes superficies.
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