La importancia de un chequeo médico: pruebas y beneficios
“Más vale prevenir que curar”. Posiblemente hayas escuchado esta frase más de una vez, y no sin razón. Muchas personas creen que sólo deben acudir al médico si están enfermos, sin embargo hacerse periódicamente un chequeo médico es beneficioso para la salud.
De esta forma, podremos prevenir enfermedades en fase inicial, evaluar el riesgo de problemas médicos futuros, o detectar cualquier tipo de anomalía.
La importancia de un chequeo médico
Aunque no lo creamos un chequeo puede marcar la diferencia. En el caso del cáncer, por ejemplo, una de las patologías con mayor mortalidad en el mundo, si se trata a tiempo pueden dar como resultado una mejora en la calidad de vida del paciente.
Si durante el chequeo se detectase la presencia de cualquier tipo de cáncer, como, por ejemplo: el cáncer cervical, tras la realización de las pruebas pertinentes, el médico derivaría a la paciente a una unidad especializada en oncología ginecológica. Existen hospitales, como el Hospital Universitario La Zarzuela, hospital privado en la zona norte de Madrid, donde cuentan con una Unidad de Oncología Ginecológica , dedicada exclusivamente a patologías ginecológicas.
Debemos saber que no todos los centros hospitalarios disponen de los mismos servicios, por lo que dependiendo de nuestras necesidades elegiremos el más adecuado.
Control médico: pruebas
Se recomienda un control anual general donde se incluyen las siguientes pruebas:
– Análisis de sangre y de orina.
– Control de peso y tensión arterial.
– Electrocardiograma: detecta y previene posibles patologías del corazón.
– Ecografía abdominal: permite conocer el estado de diferentes órganos: hígado, bazo, etc.
– Radiografía de tórax.
– Espirometría: valoración de la función pulmonar.
– Revisiones dentales, auditivas y oftalmológicas.
– Marcadores tumorales.
A este tipo de pruebas se pueden añadir otras, según la edad del paciente:
– Revisión ginecológica anual: es conveniente que la primera visita se realice aproximadamente entre los 13 y los 15 años. A partir de los 40 es aconsejable una mamografía cada dos años.
– Exploración colorectal: recomendado a partir de los 45 años.
– Exploración prostática: a partir de 50 años.
– Densitometría: a partir de los 45 o mujeres con menopausia. Sirve para valorar la densidad ósea y detectar casos de osteoporosis.
Además, dependiendo de los resultados de las pruebas, pueden indicarse otra serie de exámenes complementarios. Al fin y al cabo, un chequeo básico y preventivo no es lo mismo que otro más complejo con pruebas específicas.
¿Qué patologías pueden detectarse en un chequeo médico?
– Enfermedades asociadas:
- al trabajo
- al sexo
- a la edad
- al estilo de vida
- a la historia clínica personal y familiar
Beneficios de los controles:
– Detectar la aparición de enfermedades que todavía no han producido síntomas.
– Prevenir la aparición de algunas patologías.
– Aplicar un tratamiento cuando la enfermedad está en fase latente, aumentando las posibilidades de curación.
– Tomar conciencia sobre el propio cuidado. El médico puede aconsejarnos a la hora de lograr cambios en nuestro estilo de vida: alimentación, ejercicio, etc.
– Evitar el consumo de fármacos innecesariamente.
Ahora que conoces la importancia de este tipo de revisiones no lo dejes pasar y consulta cuanto antes a tu médico. Recuerda que con la salud no se juega.