Lesiones de menisco en adolescentes
La incidencia exacta de las lesiones de menisco en niños y adolescentes es desconocida.
Las lesiones de menisco por debajo de los 10 años son infrecuentes, a menos que estén asociadas a un menisco discoideo. La incidencia de lesiones de menisco y de otros trastornos intraarticulares aumenta con la edad, así en adolescentes, el aumento de tamaño, la velocidad y los requerimientos deportivos, producen lesiones de mayor energía y un aumento de dichos trastornos.
En niños y adolescentes, las roturas meniscales son casi siempre traumáticas. Muchos estudios han demostrado que del 80 al 90% de las lesiones de menisco se producen durante las actividades deportivas. Y con frecuencia están asociadas con roturas del ligamento cruzado anterior (LCA).
Las roturas de menisco se producen con mayor frecuencia en movimientos torsionales, que se producen con frecuencia en distintos deportes como son el fútbol, baloncesto, tenis, balonmano, etc. El dolor es el síntoma principal que presentan; otros síntomas incluyen derrame articular, fallos articulares y bloqueos de la rodilla.
Lesiones de menisco: tratamiento
La exploración clínica es la herramienta diagnóstica fundamental para estas lesiones y la RMN el estudio complementario más útil para diagnosticar la patología intraarticular de la rodilla. Algunas roturas de menisco pequeñas, no desplazadas, en la zona vascular, logran cicatrizar de forma espontánea o pueden dejar de ser sintomáticas. El tratamiento conservador, consiste en rehabilitar la rodilla, evitando movimientos de pilotaje y los deportes durante 3 meses. Pero la mayoría de las roturas de menisco en estos pacientes son grandes y necesitan tratamiento quirúrgico, mediante cirugía artroscópica, debiendo siempre en la medida de lo posible, intentar una reparación meniscal en lugar de realizar una meniscectomía parcial, debido a que, a estas edades, existe un mayor potencial de cicatrización.
Hay diferentes estudios en pacientes menores de 20 años, en los que la reparación meniscal tuvo una tasa de éxito del 75 al 88%, con una tasa de cicatrización meniscal mayor cuando se realizó la reconstrucción del LCA de forma concomitante. No existe consenso acerca de la rehabilitación después de una reparación meniscal. Dado que la mayoría de las reparaciones de menisco se realizan junto con una reconstrucción del LCA, esto debe de tenerse en cuenta a la hora de la fisioterapia.
En las reparaciones aisladas del menisco, la mayoría de los cirujanos prefieren restringir en el postoperatorio inicial, la carga y el rango de movilidad de la rodilla, para disminuir las fuerzas de compresión articular y de cizallamiento, que podrían alterar la reparación meniscal. Posteriormente, se debe continuar con movilización progresiva, rango de movilidad, fortalecimiento, rehabilitación deportiva específica y regreso a la práctica deportiva.
Cirugía Ortopédica y Traumatología. Cirugía Artroscópica. Traumatología Deportiva.
Hospital Vithas Medimar Internacional. Alicante.
*Artículo publicado en la revista nº 41 de Más Que Salud