Luz azul : luz que nos ciega
El experto Ata Pouramini pronostica una epidemia de problemas visuales a causa de la luz azul, presente también en dispositivos móviles
Si no eres de los muy madrugadores, vives desde hace unas semanas bajo las directrices del cambio horario, es decir, con una hora menos de luz solar. A eso de las siete de la tarde, de momento, y si tu espacio de trabajo o tu casa no tienen muchas ventanas, a las seis, llega el momento de encender luces.
Más allá de los efectos semidrepesivos que la iluminación artificial produce en algunas personas – tristeza, apatía, incremento las sensaciones de soledad y angustia –,así como el menoscabo de la cantidad de vitamina D diaria que se recibe a través de los rayos solares, el cambio horario también influye en los problemas de salud visual.
Tanto es así que si no se cuida bien la iluminación de nuestros entornos diarios podemos encontrarnos con una futura epidemia de problemas oftalmológicos. ¿Debidos exclusivamente a las regulaciones horarias y a la mala iluminación? Ni que decir tiene que, una vez más, las nuevas tecnologías juegan contra nuestra salud.
En ambos casos, luz del entorno y de los dispositivos móviles, el experto Ata Pouramini, ha detectado un culpable: la luz azul, que parece contribuir, según recientes estudios, a la propagación de la degeneración macular en el mundo.
Según estos trabajos, entre ellos uno de relevancia de la Universidad complutense de Madrid a cargo de doctora Celia Sánchez Ramos, publicado en la prestigioso diario Photochemistry and photobiology , la luz azul, presente en teléfonos inteligentes, tablets y LEDS puede dañar las células de la retina.
Al tiempo que pasamos manipulando nuestras herramientas móviles, hay que sumar la iluminación de los hogares en aras de un mayor ahorro de energía. Las bombillas tradicionales han venido siendo sustituidas por los ledes light-emitting diode o diodo emisor de luz, a los que también se atribuye, entre sus desventajas, la contaminación lumínica.
Según el doctor Pouramini , las bombillas tradicionales se basaban en la emisión de infrarrojos, que incluyen los infrarrojos de tipo A, frente a los que debemos protegernos en una exposición directa, pero que al acceder a nuestra piel a través de la ropa, producen efectos positivos sobre nuestro organismo.
Los infrarrojos tipo A, presentes en las bombillas halógenas, que dejaron de venderse el pasado agosto contribuyen a la autoreparación de las células de la retina y ayudan a la regeneración celular global y a la mejora del estado de ánimo.
Así pues, Ata Poruamini, nos deja los siguientes consejos para luchar contra este nuevo “caballo de Troya”:
1) Regula la iluminación de tu hogar al anochecer. Concéntrala en tu zona de actividad y ayudarás también a reducir la contaminación lumínica.
2) Reduce en un 20% la cantidad de ledes de tu despacho y habitación.
3) Protege tu vista mediante pantallas con filtro de luz azul para el smartphone y la tablet.
4) Cada uno de estos dispositivos tiene un botón para desactivar la luz azul . No te olvides de hacerlo cada noche. La luz azul inhibe la producción de la melatonina y te impedirá conciliar bien el sueño. Mejor si retiras los aparatos de la habitación.
5) Si tu trabajo se basa en el empleo de dispositivos electrónicos, encarga cristales con filtro de luz azul para tus gafas.
Y, por supuesto, recuerda que todas estas razones antes mencionadas son más que suficientes para retrasar el empleo de tablets y teléfonos por parte de niños pequeños.