Mamoplastia de reducción: ¿en qué consiste?
La mamoplastia de reducción consiste en una operación de cirugía para disminuir el tamaño y remodelar la forma de los senos. Con este tipo de intervención se consiguen unos pechos más pequeños y firmes, proporcionados con el resto del cuerpo.
La mamoplastia de reducción de pecho no sólo mejora la armonía corporal, sino también la salud de la paciente en general, ya que unos senos excesivamente desarrollados pueden acarrear problemas tanto físicos como psicológicos.
Si estás pensando en realizarte esta cirugía, te contamos todo lo que necesitas saber acerca de la mamoplastia de reducción:
1. ¿Por qué someterse a una reducción mamaria?
A continuación detallamos algunos de los problemas típicos asociados al exceso mamario:
-Problemas de espalda, cuellos y hombros, muy comunes.
-Dificultades respiratorias, sobretodo al dormir boca arriba.
-Irritaciones, rozaduras o infecciones en la piel. Pueden aparecer por el roce de la piel entre el pecho y el torso.
-Problemas de postura que pueden conducir a deformidades importantes en la columna.
-Trastornos psicológicos (complejos, aislamiento…)
2. Ventajas de una reducción mamaria
Con esta operación se consigue un doble propósito, conseguir un pecho con un volumen proporcionado y mejorar la calidad de vida de la paciente.
Los resultados son inmediatos:
-Pechos más proporcionado y en sintonía con nuestra constitución.
-Disminución de las molestias en cuello, espalda y hombros. Además de los problemas mencionados anteriormente.
-Mayor movilidad a la hora realizar cualquier tipo de tarea cotidiana o practicar ejercicio físico.
-Mejora de la autoestima.
-Senos más turgentes, elevados y rejuvenecidos.
3. La candidata ideal
No existe una edad mínima, pero es recomendable que la mujer posea la madurez suficiente para entender qué supone una intervención de estas características.
Dicho esto, la mejor forma de saber si eres un buena candidata es consultar con un cirujano. Éste evaluará el tamaño y la forma de las mamas, así como el estado general de salud. También te explicará las distintas técnicas quirúrgicas y procedimientos más adecuados para ti. En algunos casos será necesario un estudio mamográfico.
4. ¿Cómo se realiza?
La operación suele durar entre dos y cuarto horas, se realiza bajo anestesia general y la hospitalización es de uno o dos días, dependiendo del caso.
La mamoplastia de reducción consiste en la extirpación del tejido mamario, la grasa y la piel, recolocando la areola y el pezón en su nueva posición.
Por norma general, la paciente recibirá el alta de 2 a 4 días más tarde.
5. Técnicas
Las técnicas que se utilizan para la reducción de pecho son muy variadas. Cada mujer es mundo, por lo que en ocasiones será necesario combinar distintos procedimientos estéticos.
En ocasiones se necesitan implantes, con el objetivo de obtener unos senos con una forma más definida y firme. La liposucción es otro de los tratamientos que suele utilizarse junto a la reducción mamaria. Se acude a ella para eliminar el exceso de grasa de algunas zonas.
6. Riesgos y complicaciones
La cirugía de reducción de pecho es una técnica segura. Sin embargo, como en cualquier operación siempre pueden existir complicaciones y riesgos.
Antes de tomar una decisión debes tener en cuenta lo siguiente:
-Pechos asimétricos: si se da el caso se puede resolver con otra pequeña intervención tras la reducción.
-Altura irregular de los pezones: existe un riesgo de que no queden a la misma altura.
-Cambios en la sensibilidad: algunas pacientes pueden experimentar una reducción temporal de la sensibilidad, aunque en algunos casos puede ser permanente.
-Problemas para la lactancia: en muchos casos depende del tipo de técnica quirúrgica que se utilice.
7. Postoperatorio, ¿ahora qué?
Durante los primeros días se pueden sufrir dolores, que serán controlados con la medicación prescrita por el cirujano. También suelen aparecer hematomas e hinchazón en la zona tratada, habitualmente suelen desaparecer en un periodo de un mes.
Seis semanas después de la operación mejora la posición de los senos, y a partir de seis meses, aproximadamente, se podrá apreciar el resultado final de la operación.
En definitiva, si estás pensando en realizarte una mamoplastia de reducción, es de máxima importancia consultar con un profesional con experiencia en este campo. De esta manera, los riesgos de la operación se reducirán y los resultados serán los esperados.