Las mujeres se enfrentan a la adicción más tarde y con mayor sensación de fracaso
Cuando una persona tiene problemas de adicción una parte fundamental del proceso de recuperación pasa por contar con el apoyo del entorno cercano. En este sentido, las mujeres suelen ser las que mayor empatía y apoyo brindan a la persona con problemas, pero ¿qué sucede cuándo es la mujer la adicta?
En primer lugar, cabe destacar que la presencia de las mujeres en el contexto de los tratamientos es más escasa que la de los hombres. Las que finalmente deciden buscar ayuda profesional, lo hacen tarde y con mayor sensación de fracaso, puesto que el rol que desempeña la mujer a nivel familiar suele estar cargado de más responsabilidades y esto hace que les cueste decidirse a ponerse en tratamiento”, afirma Laura Yáñez, psicóloga de Triora Alicante.
«Las mujeres mayores experimentan un gran sentimiento de culpa»
A esta situación hay que sumarle la estigmatización a la que las mujeres tienen que enfrentarse ya que la sociedad acepta más el consumo masculino. También el sexo determina la manera de afrontar la adicción, “ellas tienen un marcado sentimiento de culpa, de vergüenza y una autoestima más frágil”, explican desde la clínica de tratamiento de adicciones Triora Alicante. La edad también es un punto diferencial, “las mujeres mayores experimentan un gran sentimiento de culpa además de una fuerte lucha contra la adicción, lo prejuicios y la soledad, sin embargo, las más jóvenes cuentan con más apoyo y sienten menos vergüenza”, asegura Yáñez.
Otro de los puntos característicos de las mujeres con problemas de adicción son los factores potenciales que la desencadenan. Toda persona adicta tiene una historia de vida previa que le lleva a buscar en las drogas la forma de tapar o sobrevivir a según qué tipo de emociones o situaciones vividas, a las que no quieren enfrentarse.
Mujeres adictas y alcohol
En este sentido, desde las clínicas especializadas en rehabilitación de adicciones Triora, han analizado las entrevistas de primer ingreso de las mujeres adictas al alcohol, y los expedientes clínicos de los últimos años. De este modo, se ha establecido que más de la mitad de las mujeres que han solicitado ayuda sufrieron situaciones de estrés familiar durante la infancia, provocadas por el abuso de sustancias por parte de familiares cercanos en la mayoría de los casos, abusos o la pérdida de un familiar sin haber pasado el duelo.
A pesar de estos rasgos comunes, “desde Triora Alicante apostamos por un tratamiento personalizado, ya que las diversas particularidades que presenta la dependencia alcohólica influyen en los mecanismos de prevención, intervención y tratamiento, que deben ser más específicos y adaptados”, apunta Laura Yáñez. Además, desde las clínicas Triora el tratamiento se aborda de forma integral, ya que el Modelo Triora engloba el cuerpo, la mente y la recuperación de los valores perdidos.
Tranquilizantes: la sustancia más consumida por mujeres
Si atendemos al tipo de drogas que consumen las mujeres, vemos que los hipnosedantes (tranquilizantes), son las únicas sustancias que consumen más mujeres que hombres. Según el estudio EDADES del Ministerio de Sanidad, en el último año más del 15% de las mujeres en España han consumido estos tranquilizantes. La mayoría de estas sustancias se adquieren con receta médica. Los resultados del estudio muestran que el consumo de tranquilizantes prácticamente se ha triplicado en doce años y que cerca del 64% de los consumidores en 2018 fueron mujeres cercanas a los 50 años.
Factores culturales
Tal y como explica la psicóloga de Triora Alicante, este consumo elevado de tranquilizantes entre las mujeres se debe a que ellas van más al médico y comparten más sus problemas de salud y, por tanto, adquieren más recetas de hipnosedantes. Además, hay factores culturales que también influyen en el consumo, “a veces quien te recomienda esta sustancia son tus propios familiares por eso consumirlo no se percibe como un problema”. Esta asociación de los tranquilizantes con algo, incluso, positivo hace que no se vea la necesidad de acudir a tratamiento.
Otras de las sustancias de las que más abusan las mujeres es el alcohol, mostrando un consumo social a su entorno y consumiendo en soledad para tapar emociones como la angustia, tristeza y dolor que les generan malestar.
Poco a poco esta tendencia está cambiando, aunque aún falta mucha conciencia social sobre la necesidad de ayudar a una persona con la enfermedad de adicción, en especial a las mujeres. Para poder empezar a cambiar las cosas es esencial la cooperación entre clínicas, organizaciones e instituciones, tanto públicas como privadas.
Laura Yáñez, psicóloga de Triora Alicante.