Navidad y embarazo: mantener el peso a raya
Comer con criterio, compensando los menús, y mantenerse en forma son claves para disfrutar de las exquisiteces propias de los días de celebración sin que el peso se resienta.
Ganar algo de peso durante la Navidad parece habitual se esté o no embarazada pero, que sea frecuente, no quiere decir que no pueda evitarse. De hecho, resultará sencillo si se siguen los consejos nutricionales que dictan los especialistas en disfrutatuembarazo.com y que hemos resumido en estos puntos.
Cómo actuar durante las fiestas…
– El desayuno es fundamental, no debes saltártelo ni hacerlo más ligero. Es importante no llegar hambrienta a la hora de comer para evitar comer más de lo necesario.
– Comer de todo, pero con control. Las raciones ligeras son más fáciles de digerir, algo especialmente adecuado cuando estás embarazada ya que la digestión es más lenta y pesada.
– Los nutriólogos recomiendan masticar cada bocado un promedio de 20 veces. De este modo se digerirán mejor los alimentos y el cerebro mandará la sensación de plenitud.
– Bebe agua, de 2 a 2,5 litros, depura y, además, logra aumentar la sensación de saciedad.
– Entre la amplia oferta de manjares navideños, procura decantarte por los vegetales.
– Controla la sal. Si puedes evitarla, mejor; nunca la añadas.
– Si puedes, prescinde del postre, excepto si se trata de fruta fresca.
– Durante las largas sobremesas, ten a mano un puñadito de almendras crudas para no caer en la tentación de los turrones o el picoteo de dulces.
– Reparte las comidas, cinco o seis al día son más saludables que tres.
– El vapor, el horno y la plancha son las cocciones más sanas. Evitar rebozados y fritos.
– Prescinde de bebidas gaseosas o con alto contenido en azúcares. El gas puede resultar molesto para el bebé, sobre todo en el segundo y tercer mes de embarazo.
Después de las fiestas… ejercicio
Tras las fiestas, es importante retomar la alimentación habitual y comer de todo con moderación.
Vuelve a practicar ejercicio a diario, dentro de las posibilidades y teniendo en cuenta la semana de embarazo en la que te encuentres, es beneficioso. Caminar media hora es suficiente. Bailar, también puntúa, aunque sin fatigarse.
Es muy recomendable nadar o practicar ejercicios en el agua. Al sumergirse, los cuerpos rebajan su peso y se reduce el riesgo de lesiones. El aquaerobic proporciona una mejora muscular, circulatoria, respiratoria, disminuye el dolor de la zona lumbar, etcétera.
El yoga también puede ayudarte a mejorar la postura corporal, a prevenir dolores de espalda y elimina la sensación de fatiga.
Compensar los menús
Lucía Bultó, nutricionista, propone un menú para estos días y recuerda que “en el caso de las embarazadas, hay que vigilar el peso de manera especial, ya que un aumento excesivo es perjudicial tanto para la madre como para el nuevo bebé. Ante las tentaciones, a veces la ‘excusa’ de estar embarazada permite a la futura madre unas licencias que al acabar las fiestas le habrán supuesto algún kilo de más que difícilmente va a poder bajar y que arrastrará el resto del embarazo”.
Para evitar esto, la nutricionista propone menús compensados que pretenden contrarrestar los excesos y permiten disfrutar de las delicias navideñas sin que se desequilibre el peso… ni la salud.