Cuando las nuevas tecnologías dejan de ser una afición para convertirse en una adicción
Las nuevas tecnologías han entrado en nuestras vidas desde hace ya mucho tiempo para quedarse, mejorando nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Pero, como todo beneficio tecnológico, tiene sus contrapartidas.
El mundo digital evoluciona a una velocidad vertiginosa, sin darnos tiempo muchas veces a asimilar toda la información y novedades que nos llegan, ni tampoco poder evaluar sus consecuencias a corto y largo plazo.
Una de las dudas que nos asalta con mayor frecuencia es la de cómo saber si estamos haciendo buen uso de las nuevas tecnologías: ¿cuándo Internet, los smartphones y videojuegos pasan de ser una forma de ocio como otra cualquiera a convertirse en algo patológico?
Antonio Soto, psicólogo y director de Prevención y Nuevas Adicciones de Triora, señala: “Como afición es tan normal como cualquier otra y es sana siempre que se use de forma correcta. Se convierte en algo patológico cuando pasa a ocupar un lugar excesivamente importante en la vida, en detrimento de otras áreas que son necesarias como el trabajo, el estudio o las relaciones sociales”.
Se considera una conducta adictiva cuando interfiere con las demás áreas de la vida
Según los datos de la última “Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España” (ESTUDES 2016-2017), publicada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en torno al 21 por ciento de los estudiantes entre 14 y 18 años ya tiene un “uso compulsivo de Internet” y el 6,4 por ciento realiza apuestas y consume juegos de azar online, lo que refleja una realidad muy preocupante de cara al futuro inmediato”, tal y como manifiesta el experto de Triora.
“Hay que remarcar que cuanto más jóvenes, más vulnerables, ya que la personalidad de los niños y niñas está en proceso de desarrollo y son más influenciables, además de ser más sensibles a contenidos inadecuados”, señala Soto.
Nuevas tecnologías y adolescentes
Si hablamos de adolescentes con este problema, encontramos que está mucho más formado el círculo social en torno al juego, la involucración es mayor y es fácil que todo el mundo diario del adolescente gire en torno al juego. “Aquí hablamos de cambios muy drásticos en el estilo de vida, reacciones violentas y suele haber muchos más conflictos que con los niños. En Triora hemos encontrado perfiles de pacientes en que este tipo de vida tan compulsiva con los videojuegos, a largo plazo deriva en el consumo de otras sustancias adictivas, como cannabis u otras drogas”, matiza el experto.
Cómo identificar los síntomas
“Una de las principales consecuencias que suele darse es que la persona se aísla o deja de hacer actividades físicas y se vuelve más sedentaria”, añade Soto para quien “lo más importante a la hora de advertir que existe un problema está en el tipo de uso que se hace y en el tiempo que se le dedica”.
Cuando el tiempo empleado en los videojuegos o nuevas tecnologías está impidiendo el desarrollo del trabajo, del estudio u otras responsabilidades, reconocemos otro signo de alerta. “Encontramos un patrón al identificar una adicción: la persona está pensando todo el día en querer jugar o está dedicando toda la energía a planificar la actividad y se olvida de sus responsabilidades”, señala el experto de las clínicas Triora.
Señales de peligro
Desde Triora Adicciones recomiendan a los padres que estén atentos para detectar en sus hijos señales de peligro como cambios significativos en los hábitos cotidianos referidos al sueño, alimentación o excesivo sedentarismo. Otras señales son los comportamientos de aislamiento, pérdida de interés por otras actividades o frecuentes variaciones en el estado de ánimo, especialmente si se acompañan de reacciones bruscas o incluso agresivas al ponerles límites en el uso de móviles o videojuegos, por ejemplo.
Por ello, Triora aconseja a los padres que soliciten asistencia profesional para sus hijos cuando empiecen a detectar los primeros síntomas de alteraciones y trastornos por un uso excesivo de dispositivos tecnológicos. “No conviene esperar a que los casos se conviertan en graves ya que la recuperación de los hábitos saludables, en las fases iniciales del problema, resulta mucho más sencilla y suele ser suficiente con un tratamiento ambulatorio y seguimiento familiar para reconducir el problema”, señala el terapeuta de la clínica de adicciones Triora.
Tratamiento en Triora Adicciones
El Grupo Triora, con clínicas en Alicante y Málaga, está especializado en el tratamiento de este tipo de conductas patológicas, como son las adicciones a las nuevas tecnologías (móviles, Internet y videojuegos) y al juego (ludopatía), así como en la rehabilitación de personas con trastornos relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas, como cocaína, cannabis, heroína, pastillas o alcohol.
Cuenta con un equipo médico-terapéutico multidisciplinar y altamente especializado compuesto por médicos, psiquiatras, psicólogos, terapeutas, educadores y asistentes sanitarios de una dilatada trayectoria y experiencia en todas las fases del tratamiento de adicciones.
El Modelo Triora se caracteriza por un innovador enfoque integral, donde se atienden los pilares fundamentales del bienestar de la persona, tanto a nivel físico y mental como en el campo emocional, con tratamientos tanto en forma de ingreso como ambulatorios.
La atención y control de los pacientes es permanente e individualizada, con terapias a diario, asistencia sanitaria las 24 horas del día y trabajo de apoyo con familias.
El Grupo Triora forma parte de Parnassia Group, la compañía líder en Europa en salud mental con más 185.000 pacientes tratados en 2017 a través de sus profesionales especializados y cuenta con clínicas de tratamiento de adicciones en España y en Holanda.
Antonio Soto
Director de Prevención y Nuevas Adicciones de Triora
Artículo publicado en el nº 48 de Más Que Salud, puedes consultarlo en el siguiente enlace.