Nuria Oliver: «En la salud, una de las tecnologías clave es la Inteligencia Artificial»

Es evidente que la tecnología ha cambiado nuestras vidas, modificando incluso nuestro modo de actuar o relacionarnos. Pero la tecnología no sólo ha supuesto un impacto a nivel individual, sino también social.

La medicina es uno de los campos que ha sufrido una mayor transformación debido a las nuevas tecnologías. Para saber más acerca de este tema hemos hablado con Nuria Oliver, directora de Investigación en Ciencias de Datos en Vodafone y Chief Data Scientist en Data-Pop Alliance. Le preguntamos por la relación entre tecnología y salud. ¿Hacia dónde vamos?

– ¿Cuáles son las tendencias tecnológicas que van a marcar nuestro futuro en los próximos años? Sobre todo en cuanto a la salud se refiere.

En el contexto de la salud, una de las tecnologías clave es y será la Inteligencia Artificial. El cuerpo humano es una gran fuente de datos, desde las pruebas y el historial médico al genoma, incluyendo también nuestro comportamiento y estilos de vida que podemos captar usando wearables, los móviles o sensores en los hogares. Como resultado, disponemos de cantidades ingentes de datos (Big Data). Estos datos son no estructurados (e.g. imágenes, videos, datos de sensores, texto…), complejos, dinámicos, diversos y con un gran volumen. Al mismo tiempo, si no somos capaces de analizar estos datos y convertirlos en conocimiento, son ‘basura digital’. Por ello, necesitamos utilizar técnicas de la Inteligencia Artificial para poder analizarlos automáticamente y aprovecharlos para, por ejemplo, tomar mejores decisiones, hacer diagnósticos más acertados o detectar precozmente enfermedades.

– La Inteligencia Artificial y la robótica están muy presentes en nuestras vidas, así como en la medicina. A día de hoy, ¿qué problemas de salud puede resolver la inteligencia artificial? ¿Cuál creé que será el futuro de la robótica en el mundo de la salud?

Precisamente hablé de este tema en una charla que impartí hace un par de semanas en el Centro de Bioinformática de Barcelona. Dentro de la salud, algunas de las áreas de mayor impacto de la inteligencia artificial incluyen: la cirugía asistida por robots, las enfermeras virtuales, los algoritmos para ayudar en el flujo de trabajo en hospitales, la detección de fraude, la reducción de errores en las prescripciones y las dosis, la identificación automática de participantes en ensayos clínicos, el diagnóstico precoz, el diagnóstico automático en base al análisis automático de imágenes (e.g. radiográficas, resonancias magnéticas, TACs, etc…) y la ciberseguridad; creando un mercado de más de 100 mil millones de dólares.

– La telemedicina es una realidad, cada vez más estamos conectados con nuestros sistemas de salud, ¿qué wereable, actualmente comercializado, nos recomendaría para mejorar nuestra salud?  ¿Existe algún otro wereable en proyecto del que pueda hablarnos?

El mercado de los wearables está creciendo de forma exponencial. Donde más éxito tienen los wearables es en las áreas del bienestar, la salud y el deporte. Dentro del bienestar, hay un sinfín de dispositivos que podríamos usar. La revista Forbes elaboró una lista hace un par de meses con los mejores wearables del año, incluyendo el FitBit Alta HR (que ya es un clásico) y el Gear Fit 2 Pro de Samsung. También destacaría el reloj de Apple.

 

– En la provincia de Alicante tenemos un elevado índice de población envejecida. De hecho, Alicante, ocupa la octava posición en un ranking de los primeros diez municipios de más de 2.000 habitantes que más han envejecido en la última década.

Hace unos días, el periódico The Guardian informaba de que en el año 2020 en Japón los robots cuidarán al 80% de las personas mayores. ¿Qué le parece esta iniciativa? ¿En nuestro país tenemos propuestas similares? Si no las tenemos, ¿deberíamos empezar a pensar en este tipo de opciones?

Respecto al envejecimiento, hasta que no consigamos ralentizar, detener o incluso revertir el envejecimiento celular, el envejecimiento conlleva un deterioro de las capacidades físicas y mentales con la consecuente prevalencia de las enfermedades crónicas, y también suele venir asociado a una mayor prevalencia de la soledad.

 

 

La tecnología tiene un papel importante que jugar para ayudarnos a compensar estos retos de la vejez: tecnología para medirnos, entendernos e incluso aumentarnos (como los wearables, los implantes tecnológicos o las prótesis neuronales); tecnología para aumentar nuestro entorno, como sucede en las casas inteligentes que tienen sensores para monitorizar nuestros niveles de actividad y detectar anomalías, por ejemplo; tecnología para facilitarnos la movilidad (exoesqueletos, trajes con pequeños motores, coches sin conductor y viajes en realidad virtual); tecnología para acompañarnos (sistemas de comunicación a distancia inmersivos, robots sociales que nos acompañan como Pepper o Paro) y tecnología para actualizarnos y seguir contribuyendo a la sociedad (MOOCs en los que podemos aprender y donde podemos también ser profesores, oportunidades de hacer trabajo en modo ‘freelance’, etc…).

En las universidades de la zona (e.g. Univ Miguel Hernández, Univ Alicante y la Politécnica de Valencia, campus de Alcoy) hay proyectos relevantes en el contexto del envejecimiento y la salud: proyectos de robots sociales, hogares inteligentes, interfaces para personas mayores, etc…

Creo que tenemos una gran oportunidad en la provincia de Alicante de buscar sinergias entre diferentes áreas de conocimiento y contribuir a afrontar este gran reto al que nos enfrentamos, ya que nuestra provincia cuenta con un porcentaje elevado de personas mayores.

El congreso multidisciplinar del 13 de febrero es un ejemplo del valor que aporta contar con la visión de expertos de diferentes campos de conocimiento, todos hablando sobre un mismo reto: el envejecimiento. A nivel personal, mi mayor motivación como investigadora en inteligencia artificial y en sistemas inteligentes es el desarrollar nuevas tecnologías que mejoren nuestra calidad de vida tanto a nivel individual como colectivo.