Nutrición energética, una propuesta para mejorar la salud física, mental y emocional
Hoy entrevistamos a Gemma Hortet, Licenciada en Antropología social y cultural, máster en Nutrición , y muchos más títulos que no vamos a detallar aquí ahora , pero que tiene una amplía y dilatada experiencia en el mundo de la nutrición y que nos dice la siguiente frase:
«Después de muchos años de experimentar y investigar en alimentación no me quedo con la ciencia… me quedo con la experiencia… nadie sabe mejor que tú mismo lo que necesitas»
Es apasionada de la alimentación sana y ella misma ha experimentado el veganismo, la macrobiótica, etc. por lo que habla con conocimiento de causa.
Nos encanta la idea de querer recuperar el conocimiento ancestral, la sabiduría de nuestras bisabuelas, abuelas y madres, en la cocina 💜
Os dejamos con sus respuestas que van más allá de lo puramente teórico, como veréis , para adentrarse en lo Holístico.
¿Qué es la nutrición energética y cómo puede ayudarnos a mejorar nuestra salud?
La nutrición energética es mágica, porque es una nutrición que te nutre en todos los sentidos, nutre tu cuerpo físico, tu cuerpo mental, tu cuerpo emocional y tu cuerpo espiritual…y ¿por qué? porque ve en los alimentos mucho más que nutrientes…ve energía, ve afinidad por emociones, ve movimientos energéticos, ve nutrición cósmica. Cuando comemos cualquier alimento no sólo nos estamos comiendo sus nutrientes, sino que también nos estamos alimentando de su energía, su velocidad de crecimiento, la cantidad de sol o luna que ha absorbido, la estación a la que pertenece, el frío o el calor que contiene etc.
Al comer un alimento no tan solo nutrimos nuestro cuerpo sino que también sentimos un efecto sensitivo dentro de nosotros: frío, calor, satisfacción, nerviosismo, calma… Esta interocepción que provoca en nuestro organismo el alimento consumido, provocando en nosotros una sensación, es la energía del alimento.
Como te puedes imaginar si aprendes qué energía tiene cada alimento además de qué nutrientes contiene puedes optimizar no tan solo tu cuerpo físico sino también la calidad de tus pensamientos y todo tu bienestar emocional.
Lo que comemos genera lo que pensamos
¿Qué diferencia hay entre alimentarse y nutrirse?
Hace unos años te contestaría de otra manera ya que entonces aprendí que alimentarse es un proceso activo donde el sujeto participa totalmente y que comprende la elección del alimento, como elige cocinarlo, qué cantidad decide comer y a qué hora y en qué momento, o sea, es todo acto voluntario alrededor de la nutrición.
En cambio, nutrirse o nutrición, se decía que era todo aquel proceso que sucedía involuntariamente dentro de nuestro cuerpo es lo que pasaba desde que ingeríamos el alimento hasta que defecábamos los desperdicios de este. Digestión, Asimilación y eliminación eran actos concebidos como autónomos del cuerpo donde el ser humano no podía intervenir directamente.
Hoy en día lo pongo en duda ya que sabemos que cómo estamos emocionalmente y mentalmente interfiere totalmente en como digerimos asimilamos y eliminamos el alimento.
Por ejemplo: Si estamos estresados probablemente no fabriquemos suficiente ácido clorhídrico que no va a descomponer bien los alimentos en el estómago y acto seguido tampoco los podremos asimilar bien provocándonos una desnutrición no tan solo celular sino emocional ya que no alimentaremos bien a la microbiota y si esta no está bien alimentada no fabricará los neurotransmisores del bienestar que harán que nos sintamos bien y tomemos mejores elecciones alimentarias.
Como puedes ver todo está conectado. Como nos sentimos influye en las decisiones que tomamos a la hora de alimentarnos y como nos alimentamos influye en como nos acabamos sintiendo.
¿Qué tienen que tener los alimentos que consumimos para que nos nutran? ¿No basta con que sean de procedencia ecológica?
Si entendemos la palabra “nutrir” como una elevación de alimentar, como proporcionar a un organismo todo lo necesario para su funcionamiento, enriquecimiento o conservación, los alimentos además de tener los conocidos macronutrientes (grasas, proteínas y carbohidratos) y micronutrientes (vitaminas y minerales) han de tener luz.
La calidad ecológica de un alimento es muy importante porque sabemos que al no tener pesticidas, hormonas ni antibióticos el alimento, por ejemplo, un brócoli, ha tenido que esforzarse más en crecer y luchar para sobrevivir a las plagas de los bichitos que intentaban comérselo generando así más Fito nutrientes que funcionan en el brócoli como plaguicidas naturales y en el ser humanos como maravillosos antioxidantes. El brócoli ecológico es pues más nutritivo y contiene menos tóxicos que el no ecológico.
Pero si además de ecológico respeta el ritmo de la naturaleza porque se ha plantado en la estación correspondiente y ha recibido el sol directo que necesitaba para crecer (no ha estado en invernadero) ese brócoli contiene un extra de luz o energía que vamos a ingerir y que se va a traducir en un plus de vitalidad en nuestro cuerpo. Esto es lo que llamamos agricultura biodinámica.
Háblame de la cocina, ¿es importante cómo cocinamos los alimentos?
Es mucho más importante de lo que nos pensamos.
No tan solo porque si sabemos bien la técnica culinaria para cocinar cada alimento podemos realmente aprovechar al máximo todos sus nutrientes sino porque también depende de como los cocinemos nos proporcionan un efecto energético de relajación, de activación, de depuración o de reforzamiento del organismo.
Por ejemplo, las verduras ricas en provitamina A (betacarotenos) como la zanahoria si las cocinamos con aceite aprovechamos más esta vitamina porque es liposoluble pero si además hacemos con ella una crema esta coción nos va a relajar.
Esta misma zanahoria cocinada en tempura nos activaría y macerada en limón, sal y aceite nos depuraría.
Como puedes ver una misma zanahoria además de alimentarnos bien puede ser un gran equilibrante energético para nuestro organismo.
¿Hay alguna fórmula para cocinar los alimentos que haga que nos nutran más o menos?
Sí, y esto lo sabían con precisión nuestras abuelas y bisabuelas.
Para mí nutrir es hacer que el alimento llegue a ti con todo su esplendor, o sea que al comértelo aproveches todos sus nutrientes, toda su energía y que además se te ponga muy bien haciéndote sentir mejor.
En mi Máster de nutrición y cocina energética explico precisamente esto, cómo recuperar las técnicas culinarias ancestrales que hacen que un alimento nos siente de maravilla y nos proporcione un bienestar holístico a nosotros y al planeta.
Y te aseguro que para conseguir esto no necesitamos pasar horas en la cocina ni usar ingredientes complicados.
Solo tenemos que conocer los procesos, las mezclas adecuadas, los tiempos de cada alimento y lo más importante en qué momento del día es mejor comerlos.
No todo el mundo puede comer de todo, ni todo los alimentos son para todo el mundo, la nutrición ha de individualizarse para poder nutrir realmente a la persona y esto no supone hacer un plato para cada persona de la familia sino adaptar el menú a cada uno.
¿Comer alimentos crudos es tan sano como nos cuentan?
Pues te diré que es muy sano si te puedes permitir el lujo de poder digerir bien los alimentos crudos.
Normalmente todos los alimentos que podemos comer crudos básicamente: frutas y verduras tienen mucha fibra y agua además de glucosa, minerales y vitaminas
La fibra cuesta de digerir, nuestros estómagos no están fisiológicamente construidos para digerir gran cantidad de fibra sobretodo cruda y esto nos puede provocar gases, dolores abdominales y inflamación.
Además sobretodo la frutas son muy ricas en agua y el agua tiene una gran función, hidratar y enfriar el cuerpo.
Las medicinas orientales nos cuentan que nuestro sistema digestivo es un caldero enorme que tiene que mantener siempre la llama para poder funcionar bien, los alimentos de naturaleza muy fresca como las frutas y las ensaladas pueden apagar este caldero provocando que las digestiones sean mucho más pesadas y que no absorbamos bien los nutrientes. La medicina china en concreto nos recomienda que solo tomemos alimentos de naturaleza fresca en primavera-verano ya que es el momento del año en que necesitamos refrescarnos más. El resto del año es mejor que las verduras y frutas, siempre de la estación las comamos un poco cocinadas.
Además depende de como sea tu fuego digestivo estas verduras crudas solo nos podrán sentar bien si las masticamos mucho y añadimos un aliño que haga que aumente nuestro ácido clorhídrico como el limón, el jengibre o la canela entre muchos.
Como puedes ver como somos marca lo que podemos comer y no a la inversa
¿La actitud o el estado mental y emocional que tengamos al cocinar, también es importante?
Es muy importante porque somos energía y traspasamos nuestra energía a todo aquello que tocamos.
Me encanta decir que “Cocinar con amor alimenta el alma”, cuando ponemos amor y propósito al acto de cocinar no tan solo estamos nutriendo con esa comida sino que también estamos sanando.
Seguro que recuerdas el caldo que te preparaba tu abuela con todo su amor cuando estabas enferma, o el arroz hervido que te preparaba tu mamá cuando te dolía la barriga. Allí no tan solo había bioquímica medicinal, también había energía sanadora.
Por ello creo que es muy importante volver a recuperar el arte y placer por cocinar ya que es la mejor manera y la más sostenible de mantener la salud y el bienestar humano.
Según todo lo que nos has compartido hasta ahora, podríamos afirmar que somos lo que comemos, pero, sobre todo, ¡cómo nos nutrimos y cómo cocinamos!
Tal cual, nunca hemos de olvidar que sobretodo somos energía que se interrelaciona con energía, por ello todo lo que nos rodea nos nutre.
¿Cómo influye exactamente la alimentación en nuestras emociones, estrés, cansancio…?
Los alimentos tienen particularidades bioquímicas y energéticas, pero el ser humano también.
Según el taoísmo, una filosofía que me encanta y que se basa en la dualidad de las energías que proporcionan toda la existencia del cosmos y de todo lo que existe, todo se crea gracias a dos energías: el yin y el yang.
El yin sería el frío, la tristeza, la introspección, pero también la feminidad y la noche.
El yang sería el calor, la ansiedad, la extroversión, pero también la masculinidad y el sol.
Cada uno de nosotros nacemos con más o menos cualidades yin/yang esto es lo que la medicina china llama constitución y nosotros llamamos genética.
Si con nuestro estilo de vida equilibramos esta constitución a nuestro favor conseguiremos poder tener más armonía a nivel de vitalidad, equilibrio emocional y bienestar mental.
Te pongo un ejemplo: Un alimento yang como es la carne nos proporcionará mas calor, más extroversión y más energía ansiosa, de movimiento, por ello si ya somos de constitución extrovertida e impaciente esta energía no nos va a equilibrar sino que nos va a congestionar más. En este caso esta persona habrá de moderar la cantidad y asiduidad con que come carne durante la semana para que esta energía no vaya en su contra.
¿Si cada persona tiene una constitución fisiológica y energética distinta, no todo el mundo puede nutrirse de la misma forma, con los mismos alimentos, las mismas cantidades, las mismas franjas horarias…?
Exactamente.
Lo más importante de todo es conocer como somos para poder saber qué necesitamos. No hay alimentos buenos o malos sino que hay alimentos adecuados o no para cada persona en cada proceso vital.
Por ejemplo una persona adulta más yin será más friolera, toda ella más lenta: digestiones, absorción de nutrientes pudiendo tener heces pastosas o estreñimiento, retención de líquidos, tendencia a la tristeza etc… a esta persona le vendrán mejor comer alimentos más densos, más cocinados, menos mezclas y más calentitos para favorecer su energía: por ejemplo, a esta persona le irá de maravilla el típico plato de lentejas con verduras y arroz al que pondremos un poco de canela y comino para favorecer su digestión .
Ah! Y mejor que lo coma a las 13h porque tendrá más fuego digestivo y masticando muy bien y solo acompañado de un poco de verdura verde hervida y sin fruta de postre.
Esta combinación está favoreciendo el equilibrio de su energía y estamos potenciando aquello que va lento y ayudando a lo que le cuesta más.
Una buena nutrición no ha de quitarte energía, te la ha de dar.
Si después de comer estás más cansado que antes es que esa comida no era adecuada para ti.
En base a esa línea, ¿hábitos como el tan promocionado ayuno intermitente y otras modas que hoy en día se comparten en los medios de comunicación y las redes sociales, no son saludables para todo el mundo?
No, no todos podemos hacer lo mismo.
La nutrición se ha despersonalizado, nos regimos por menús, modas y tendencias y nos desconectamos de la esencia del ser humano.
La ciencia nos dice que dejar descansar el sistema digestivo alrededor de 12h sobretodo cuando no hay luz es saludable. Por sentido común también sabemos que cuando no hay luz todo nuestro cuerpo se va preparando para el descanso. Podríamos decir que si no hay ninguna patología cenar pronto y dejar descansar el sistema digestivo 12h nos ayuda a todos a poder regenerarnos mejor y a eliminar toxinas.
Lo que no comparto son los ayunos de 16 o 18h, se han popularizado como la panacea del bienestar y esto ha de personalizarse ya que no todo el mundo tiene la misma constitución, ni la misma edad ni el mismo trabajo y al final no hemos de olvidar que la ingesta de alimentos tiene el propósito de recargarte de energía para poder funcionar mejor.
¿Me puedes poner un ejemplo?
Imagínate una profesora de pilates de 40 años con 2 niños pequeños que empieza a dar clases a las 8 de la mañana y no termina hasta las 15h. Es de constitución yin, o sea friolera, con tendencia a retención de líquidos y con problemas para digerir bien. ¿De verdad crees que a esta pobre mujer le va a ir bien no comer nada hasta las 15h?
Por ello todo se tiene que personalizar.
Probablemente lo que le vaya mejor es que tome un desayuno sobre las 7h con fruta, frutos secos y carbohidratos de absorción lenta como los copos de avena y una infusión de te verde con menta. Esto le dará la energía que necesita para poder funcionar bien durante su jornada laboral, después la comida puede ser reconfortante como verdura al vapor un poco de arroz salteado con verduras y unos garbanzos especiados para que lo digiera todo mejor. Si todo va bien la cena de esta mujer ha de ser muy temprana y mas bien hidratante y relajante como una buena crema de verduras con unas pipas de calabaza tostadas por encima sobre las 19:30h. Probablemente esta señora no cumpla con el protocolo de 12h de ayuno pero su estilo de vida y tipo de trabajo no lo permite, por ello lo que mejor le irá es un desayuno generoso y que la cena sea lo más frugal posible.
En nuestra sociedad se sigue asociando la delgadez con la salud y la belleza. Esto perpetúa el frecuente rechazo hacia nuestros cuerpos y el querer alcanzar unos patrones estéticos marcados por la industria de la moda que no se ajustan a la naturaleza de la mayoría de personas. ¿Desde la visión de la nutrición energética, qué consecuencias comporta esta situación?
Desgraciadamente esta situación provoca una desconexión de nosotros mismos que deriva en trastornos de la conducta alimentaria.
Las personas más frágiles, normalmente las más yin, son las que más caen en algún momento de su vida en este tipo de trastornos porque buscan fuera la fuerza que no tienen dentro.
Desde la Nutrición energética trabajamos con alimentos que nutran nuestro centro, lo que nosotros llamamos nuestra tierra, para que nos de raíces y más fortaleza para aceptar nuestros cuerpos.
Cuando el cuerpo está bien nutrido la mente está más equilibrada.
Ahora sabemos que los alimentos ricos en almidones complejos como arroz, calabaza, zanahoria, patata, avena etc… si se cocinan y se dejan reposar en nevera un mínimo de 24h se convierten en almidón resistente, un tipo de fibra maravillosa que gusta mucho a nuestra microbiota y que promueve que se sinteticen mejor los neurotransmisores del bienestar.
¿Lo que comemos puede pues provocar como nos sentimos?
Totalmente
Sabemos que en nuestro intestino se fabrican la mayoría de los neurotransmisores del bienestar, en concreto el 90% de la serotonina, más del 50% del GABA y más del 50% de la dopamina.
Así de fácil, si comes los precursores de estos neurotransmisores, por ejemplo, triptófano en el caso de la serotonina, tu microbiota se va a encargar de generar más bienestar que llegará a tu cerebro haciendo que te sientas mucho mejor.
Me puedes citar algún alimento rico en triptófano
Como podrás ver son alimentos básicos y naturales, lo que se comía antaño.
Cereales integrales como la avena, las legumbres sobretodo los derivados de la soja como el tofu, lentejas y alubias, los frutos secos como las almendras, pistachos o nueces y todo el pescado azul y huevos.
Todo esto es muy interesante entiendo que después habría que cocinarlo y colocarlo sabiamente en las diferentes comidas del día para que lo aprovechemos bien?
Exactamente, una vez conocemos la bioquímica, o sea, qué nutrientes contienen los alimentos y la parte energética, la emoción o sensación que nos produce en el cuerpo su consumo, empieza el trabajo de articularlo a como tú eres.
Gemma, y como podemos conocer nuestra constitución, y en base a ello, saber qué alimentos y formas de cocinarlos son ideales para nosotros?
Primero de todo hay que observarse mucho.
Como te he comentado hay dos grandes tendencias constitucionales en el ser humano: la yin y la yang.
Que no hemos de olvidar que son tendencias y habrá muchos matices.
Por ejemplo a nivel digestivo una persona de tendencia yin acostumbra a tener digestiones lentas, el alcohol le sienta muy mal, las cenas copiosas se le ponen muy mal, digiere con dificultad las grasas y proteínas, las mezclas le causan pesadez de estómago y cuando se va de vacaciones fácilmente tiene estreñimiento y pesadez digestiva.
Esta persona funcionará muy bien con cocciones largas, mucho chup chup porque el chup chup realiza una pre digestión muy importante de los alimentos para que los digeramos mucho mejor: un plato de lentejas con verduras, un caldo de pollo, un risotto de setas, un estofado de pollo con verduras son platos de chup chup que facilitan nuestra digestión.
También le irá muy bien usar poca grasa en las cocciones y hacer pocas mezclas.
Las verduras le sentarán mejor si las crudas son amargas como la endivia, rúcula o canónigo y las cocinadas son al vapor.
También la ayudará mucho añadir especies que eleven su fuego digestivo a los platos como la canela, el jengibre, el comino, el clavo…
¿Si queremos iniciarnos ya a la nutrición energética, hay algunos alimentos o platos en particular, fáciles de adquirir y cocinar, y que sean óptimos para todo el mundo?
Pues es más fácil de lo que te imaginas.
Primero, como te contaba has de conocer como eres, cual es tu tendencia constitucional porque esto marcará como te tienes que cocinar los alimentos.
Un plato delicioso que sienta muy bien y que hemos de recuperar es la compota de manzana con canela.
Te aseguro que es un dulce de extrema calidad que bioquímicamente por la pectina de la manzana cocinada nutre a nuestra microbiota mejorando la inmunidad, por la canela nos ayuda a controlar los parásitos y bacterias no beneficiosas que puedan entrar en nuestro organismo. A nivel energético su sabor dulce- ácido nos proporciona calma mental y tranquilidad emocional.
Y a nivel culinario es facilísimo y delicioso al paladar.
Simple, sano y delicioso…este es el lema del Máster de Nutrición y cocina energética que imparto online y presencial para ayudar a las personas a que se conozcan y a que a través de la alimentación mejoren su salud física, mental y emocional. Gracias