Ola de calor: Precauciones a tener en cuenta
Ante situaciones de calor intenso y olas de calor se multiplican los casos de deshidrataciones, graves quemaduras, agotamiento por calor y golpes de calor, que pueden llegar a ser graves.
El Servicio de Urgencias de Hospital Clínica Benidorm atiende cada verano a cientos de pacientes bajo los efectos de las altas temperaturas y las olas de calor. HCB quiere sumarse a las campañas de prevención que activa la Comunidad Valenciana (del 5 de junio al 30 de septiembre aproximadamente) para aportar información y ayudar a evitar los síntomas de la ola de calor que, en casos extremos y en población de riesgo, pueden llegar a ser muy graves.
Exactamente, hablamos de una ola de calor cuando, durante varios días continuados (3 días en la Comunidad Valenciana), se da una situación de calor intenso, frecuentemente muy húmedo, en una extensa zona geográfica.
El Jefe de Urgencias de Hospital Clínica Benidorm, el Dr. Fernando Sánchez Ruano, ha explicado que “ante situaciones de calor intenso o una ola de calor, muy frecuentes durante el verano en esta zona, pueden derivarse problemas de distinta gravedad. Lo que más vemos en Urgencias son casos de deshidrataciones, sobre todo en personas mayores; además, entran muchos pacientes con graves quemaduras, especialmente niños, con los que hay que extremar el cuidado; otro cuadro habitual es el de agotamiento por calor; y el más grave de todos es el del golpe de calor, que puede llegar a ser mortal”.
Población de riesgo
Una ola de calor puede afectar negativamente a casi toda la población, pero hay grupos de personas que son más sensibles y sufren peores consecuencias. Son los grupos de población de riesgo: los niños pequeños (niños hasta 5 años); las personas mayores (+65); mujeres embarazadas; enfermos crónicos; personas con determinados tratamientos médicos (anticolinérgicos, antihistamínicos, fenotiazinas, anfetaminas, psicofármacos, diuréticos, beta bloqueadores); personas con obesidad (disipan menos el calor); y, personas con profesiones al exterior, expuestas a altas temperaturas o con un desgaste energético alto.
Recomendaciones ante una ola de calor
Ante una ola de calor, o temperaturas muy elevadas, se recomiendan una serie de pautas para toda la población, haciendo especial hincapié y vigilancia en los grupos de población de riesgo:
- Asegurar una buena hidratación (aporte abundante de líquidos, especialmente si se realiza ejercicio físico y con especial atención en niños que no piden agua y personas mayores que tienen disminuida la percepción de la sed).
- Evitar las bebidas alcohólicas.
- Evitar la práctica deportiva en las horas centrales del día.
- Usar ropa holgada, de tejidos naturales y colores claros.
- Utilizar protección solar: uso de sombreros, sombrilla y crema protectora.
- Es conveniente realizar comidas ligeras y repartirlas a lo largo del día.
- Mantener bien ventilada la casa y hacer uso, cuando sea necesario, de sistemas de refrigeración.
- Vigilar a la población de riesgo, sobre todo niños, ancianos y mujeres embarazadas.
Golpes de calor
La ola de calor puede ocasionar distintos problemas para la salud. “Las consecuencias de la elevación drástica y continuada de las temperaturas puede ocasionar deshidrataciones, quemaduras, cuadros de agotamiento por calor o deshidratación, y los conocidos como ‘golpes de calor’, siendo este el caso de mayor gravedad”, ha explicado el Dr. Sánchez Ruano.
El organismo funciona a una temperatura media de 36.5ºC y es muy sensible a las variaciones de temperatura externas. Un golpe de calor puede elevar la temperatura corporal hasta los 40ºC, bloqueando todos los mecanismos térmicos del organismo, subiendo la temperatura interna y perdiendo abundantes líquidos.
Un golpe de calor puede provocar graves síntomas como mareo; confusión, desorientación; sudoración excesiva al principio, con desaparición progresiva del sudor; enrojecimiento y sequedad extrema de la piel; fiebre elevada; elevación del ritmo cardíaco con latido débil; dolor de cabeza; inconsciencia e, incluso, ataques con convulsiones.
El Dr. Sánchez Ruano ha explicado que “mientras se espera a que lleguen los servicios de emergencia, ante un golpe de calor hay que quitar la ropa al paciente, tratar de bajarle la temperatura corporal con apósitos frescos o vendas mojadas en cuello, frente, rodillas, muñecas, axilas e ingles; si no desciende, mojarle en la ducha con agua fría hasta llegar a los 38º; y trasladarlo a una estancia a oscuras y bien refrigerada o en la sombra con los pies en alto.
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