Beneficios de la Ozonoterapia en la fatiga crónica y la fibromialgia
La Ozonoterapia se considera un gran aliado para paliar los dolores de la fibromialgia o el síndrome de la fatiga crónica (SFC). Dos enfermedades altamente incapacitantes que tienen en común el cansancio extremo como síntoma principal. Además, suele ocasionar ansiedad, dolores de cabeza, malestar abdominal, trastornos del sueño, mareos, depresión, entumecimiento de manos y pies, etc.
La aplicación de ozono aporta un mayor grado de energía en el paciente, disminuyendo así la fatiga y el dolor muscular.
Beneficios generales de la Ozonoterapia
La Ozonoterapia se trata de una técnica natural que se usa para tratar diferentes patologías, con el objetivo de mejorar el funcionamiento de órganos y tejidos. Sus propiedades son antisépticas (actuando frente a hongos, bacterias y virus), analgésicas y antiinflamatorias.
Algunas de las enfermedades que se pueden tratar con ozono son: hernia discal, lesiones deportivas, artritis, artrosis, colon irritable, varices, úlceras diabéticas, parkinson, etc.
Beneficios de la Ozonoterapia en la fatiga crónica y la fibromialgia
Tanto para el SFC como para la fibromialgia el ozono tiene los siguientes beneficios:
- Produce un efecto analgésico y antiinflamatorio
- Los niveles de serotonina aumentan y mejora el estado de ánimo
- La energía del paciente se incrementa
- Controla el exceso de radicales libres
- Mejora la circulación sanguínea
- Retomar la actividad
Tratamiento con ozono
El tratamiento con ozono se realiza de forma ambulatoria, carece de efectos secundarios y se realiza a cualquier edad. El número de sesiones necesarias suele ser de 10 a 20, aunque el paciente experimentará una disminución del dolor desde la primera sesión.
Otra de las ventajas del ozono es que puede combinarse con tratamientos farmacológicos, además de una serie de medidas físicas individualizadas.
Cuando se aplica ozono en pacientes con SFC o fibromialgia los niveles de oxigenación de la masa muscular mejoran, aliviando el dolor y aportando bienestar. El ozono interrumpe el círculo vicioso dolor-contractura-dolor, muy habitual en estas enfermedades.
Es importante tener en cuenta que cuando el paciente comience a sentirse mejor, más enérgico, realice algún tipo de actividad física que le ayude a mantenerse activo. Se recomiendan ejercicios como el aquagym, donde el impacto muscular es muy leve. Incorporar actividades físicas ayudará a que la terapia sea incluso más efectiva.
Si padece SFC o fibromialgia alivie su dolor y mejore su calidad de vida. Acostumbrarse al dolor no es una opción.
Dr. Enrique Albors
Traumatólogo especialista en patologías de la espalda
Artículo publicado en el nº 46 de Más Que Salud, puedes consultarlo en el siguiente enlace.
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