Picaduras de medusas: cómo tratarlas
Las medusas suelen aparecer en la playa, especialmente en la costa mediterránea, cuando la temperatura es elevada y tras un invierno con pocas lluvias.
Es muy fácil que los bañistas sufran picaduras de medusa cuando éstas se encuentran cerca de la orilla, porque basta rozarse con ellas para sufrir las consecuencias, en forma de un agudo y molesto escozor.
Los principales síntomas que provoca la picadura de medusa son dolor y picor en la zona afectada y urticaria en la piel. El dolor es bastante intenso, suele durar entre 30 y 60 minutos, y en el caso de que se prolongue es conveniente acudir a un centro médico para prevenir la aparición de un ‘shock’ anafiláctico.
El Jefe del Servicio de Urgencias de Hospital Clínica Benidorm, el Dr. Fernando Sánchez Ruano, ha explicado que “la mejor forma de tratar las picaduras de medusa y reducir las molestias que ocasionan es lavar la herida con agua salada y aplicar compresas frías para disminuir el dolor. Por el contrario, desaconsejamos algunos recursos populares como echar orina, agua dulce sobre la herida o cubrirla con arena, etc. ya que esto sólo contribuiría a extender el tóxico inoculado por la medusa, e incluso podría agravar la erupción cutánea”.
En el caso de que algún tentáculo de la medusa haya quedado adherido a la piel, “es preciso quitarlo, pero siempre utilizando guantes para evitar entrar en contacto con el mismo. Echar un poco de vinagre puede ayudar a desprenderlo de la piel con más facilidad”, ha añadido el Dr. Sánchez Ruano.
En los casos más graves, por un exceso de sensibilidad al veneno de la medusa, deben aplicarse compresas con antihistamínico y corticoides en la zona afectada, peor siempre bajo prescripción médica.
Las picaduras también pueden resultar peligrosas para colectivos especialmente vulnerables como los bebés (cuyo sistema inmune no ha madurado todavía), y las personas de la tercera edad, sobre todo si padecen enfermedades cardiovasculares o siguen un tratamiento médico con varios fármacos.
En resumen, ante una picadura de medusa:
- No frotar la zona afectada.
- Eliminar los restos de tentáculos con unas pinzas o a presión con agua salada.
- (Nunca aplicar agua dulce ni eliminar los restos de tentáculos con las manos.)
- Aplicar frío durante 15 minutos, usando un trapo o bolsa de plástico para que el hielo no toque directamente la piel.
- Aplicar tantas veces como sea necesario las compresas frías, hasta lograr calmar el prurito y disminuir la inflamación.
- En los casos más graves, por un exceso de sensibilidad al veneno inyectado, deben administrarse antihistamínicos y corticoides (valorado previamente por un médico).
- Se recomienda hacer un seguimiento de la evolución de la picadura de medusa a las 24 horas, ya que las heridas provocadas por los tentáculos se pueden infectar. En este caso se tendría que valorar la instauración de tratamiento antibiótico.
Mucho ojo con las medusas este verano 😉 ¡a disfrutar!
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